Audiencia Nacional

La Audiencia desbarata el argumento de Zapata sobre sus tuits de Irene Villa

Guillermo Zapata acudió a declarar en la Audiencia Nacional el día 16 de octubre del año pasado
Guillermo Zapata acudió a declarar en la Audiencia Nacional el día 16 de octubre del año pasadolarazon

Al concejal de Podemos del Ayuntamiento de Madrid Guillermo Zapata parece que se le complica la causa que tiene abierta en la Audiencia Nacional por unos tuits ofensivos contra Irene Villa, pese a que ésta hubiera declarado que no se sentía afectada por el comentario de ese edil cuando publicó que «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcàsser para que no vaya Irene Villa a por repuestos». Y tampoco el hecho de que se hubiese considerado «humor negro». Y es que la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional deja claro que el hecho de Irene Villa no se sienta inquietada por frases «indignas e impías» no constituye óbice para castigar al autor de las mismas, por que junto a ella «se encuentran multitud de personas que también sufrieron terribles mutilaciones a manos de ETA y que conforman parte del colectivo de víctimas del terrorismo, cuyos componentes sentirán en sus propias carnes la profunda humillación que, objetivamente comporta tan denigrantes frases» Y, en ningún caso, ese tipo de frases o comentarios, pueden considerarse «humor negro».

El juez Santiago Pedraz se encuentra a la espera de recibir unos informes policiales para acordar el procesamiento de Zapata, tal como ordenó la Sección Segunda de la Audiencia, cuyos magistrados sostuvieron que con esos comentarios se atacaba al colectivo de víctimas del terrorismo. Estos argumentos los utiliza la Audiencia Nacional, en un caso muy similar al de Zapata, para condenar a la joven valenciana María Lluch Sancho a dos años de cárcel por un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a sus víctimas, quien escribió frases del tenor de «El humor negro mola, pero el summum son los de Irene Villa. Son la bomba», así como otros sobre al asesinato de Miguel Ángel Blanco o Carrero Blanco, al que definió como «el primer astronauta español».