Alimentación

El 70% de los niños come delante de una pantalla

Un trabajo avalado por pediatras revela que los padres no están concienciados de la necesidad de que sus hijos mejoren sus hábitos nutricionales

El 70% de los niños come delante de una pantalla
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Un trabajo avalado por pediatras revela que los padres no están concienciados de la necesidad de que sus hijos mejoren sus hábitos nutricionales

Los niños están en el punto de mira de la obesidad y no es de extrañar porque las cifras no dejan de aumentar. A modo de ejemplo, España es ya el país europeo con mas prevalencia, tanto en la etapa de entre 5 y 7 años como en la de 14 a 17 años. Además, tiene uno de los porcentajes más elevados del mundo en cuanto a sobrepeso y obesidad, con un 25 por ciento. Son precisamente los hábitos uno de los factores responsables de esta tendencia. En concreto, siete de cada diez niños y niñas españoles comen al tiempo que ven la tele o manipulan una pantalla táctil o el móvil, según el V Estudio CinfaSalud: «Percepción y hábitos de salud de las familias españolas sobre nutrición infantil», avalado por la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap). El estudio revela, además, que los menores con este hábito sufren mayor sobrepeso u obesidad que los que no lo tienen.

Esta tendencia a la obesidad aumenta a medida que se incrementa el uso de estos dispositivos en los niños y niñas. Según el doctor Cristóbal Coronel, secretario y miembro del grupo de trabajo de Nutrición y patología gastrointestinal de la Sepeap, «el teléfono móvil, la televisión y cualquier tipo de pantalla táctil deben aparcarse durante la comida, porque impiden disfrutar de las texturas y sabores de los alimentos. Además, no permiten la conversación familiar y anulan cualquier posibilidad por parte de los progenitores de inculcar a sus hijos e hijas hábitos saludables a la mesa, que les ayuden a prevenir el sobrepeso y la obesidad o enfermedades crónicas de base nutricionales en la infancia como la diabetes o la hipertensión».

De acuerdo al estudio, los menores de nuestro país no siempre siguen hábitos nutricionales saludables en el hogar. En primer lugar, ocho de cada diez niños y niñas españoles (82,8 por ciento) no desayunan correctamente. Como explica Eduardo González Zorzano, experto en Nutrición del Departamento Médico de Cinfa, «esta primera comida proporciona al menor la energía necesaria para afrontar la primera parte de la mañana y contribuye al rendimiento escolar, por lo que debe cubrir al menos entre el 20-25 por ciento de las necesidades nutritivas de los niños». Respecto a los alimentos que ingieren los escolares españoles, más de la mitad (51,9 por ciento) consume carne entre cuatro y siete ocasiones a la semana, aunque los expertos aconsejan hacerlo entre una y tres veces. Sólo uno de cada cinco niños y niñas (21,3%) toma pescado con la frecuencia recomendada –más de tres veces a la semana–, mientras que tan solo uno de cada diez (12,1 por ciento) come verdura en más de siete ocasiones semanales, como indican los nutricionistas. Además, solamente el 30,3 por ciento toma fruta con esta misma frecuencia.

Alejados

Como advierte González, «los hábitos de los escolares españoles se alejan cada vez más de nuestra dieta mediterránea y de muchos de los alimentos que la componen como el pescado, las frutas y las verduras, el yogur y los frutos secos. En cambio, es cada vez más frecuente por parte de la población infantil el consumo de carne, dulces y comida rápida».

Por otra parte, el Instituto DKV de la Vida Saludable, en el marco de su proyecto #DKVapptívate, ha llevado a cabo el I estudio sobre la situación actual de la obesidad y el sobrepeso infantil en España, cuyo objetivo es dar a conocer la magnitud de la problemática de salud y concienciar y determinar cuáles podrían ser las posibles acciones para combatirlo. En él se muestra cómo sólo un 69 por ciento de los niños de entre 3 y 12 años declara desayunar cereal, mientras que un 24 por ciento toma bollería industrial. A pesar de que un 23 por ciento de los padres reconocen que su hijo tiene o ha tenido sobrepeso, sólo un 0,2 por ciento considera que tiene algún problema de salud.