Alimentación
El ejercicio mejora tu salud, pero ¿cómo?
Son hechos probados y estudios que lo demuestran, pero la realidad aún nos gustará más, sobre todo la de saber que no tenemos que pasar horas y horas en el gimnasio para lograr los beneficios que necesita nuestro corazón.
¿Cuántas veces hemos oído que hacer ejercicio es bueno para nuestra salud? Muchísimas. Y sí, son hechos probados y estudios que lo demuestran, pero la realidad aún nos gustará más, sobre todo la de saber que no tenemos que pasar horas y horas en el gimnasio para lograr los beneficios que necesita nuestro corazón para mantenerse sano y activo.
Baja la presión sanguínea: un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud demostró que el ejercicio regular (más de 30 minutos de actividad moderada, durante 5 días a la semana) redujo la presión arterial en el 75% de los sujetos que tenían presión arterial alta. Las reducciones fueron de aproximadamente 10mmHg para la presión arterial sistólica y diastólica. Según el Colegio Americano de Medicina Deportiva, los efectos positivos en la presión arterial pueden observarse tan solo de una a tres horas después de una sola sesión de ejercicios 30- 45 minutos.
Mejora los niveles de colesterol: un estudio de 2001 que contó con la participación de pacientes con colesterol alto demostró un cambio en el HDL (colesterol bueno) y los niveles de colesterol LDL (colesterol malo) después de un programa de ejercicio de 12 semanas. En promedio, los sujetos experimentaron un aumento de 4,6% en HDL, una disminución de 5,0% en el colesterol LDL, y una disminución de 3,7% en los triglicéridos. Además, otros estudios muestran mejoras generalizadas en los niveles de colesterol que están relacionados con la cantidad de actividad y no con la intensidad del ejercicio. Cuantos más minutos de ejercicio por semana, más mejoran los niveles de colesterol, aunque acompañado de un cambio de peso mínimo.
Prevenir la diabetes tipo II: la combinación de la actividad física y la pérdida de peso tiene un efecto poderoso en la prevención de la aparición de la diabetes tipo II en personas de alto riesgo. En un estudio reciente realizado por el Programa de Prevención de la Diabetes, los participantes que hacían ejercicio y perdieron el exceso de peso obtuvieron una reducción del 58% en la aparición de la diabetes tipo II durante 2,8 años, en comparación con el grupo control.
La mayoría de estos beneficios para la salud se pueden lograr a través de la actividad física de intensidad moderada. Los expertos recomiendan por lo menos 30 minutos, 5 días a la semana.
Así que una vez demostrado el beneficio real de hacer ejercicio, debes saber que hay maneras fáciles de practicar deporte sin necesidad de ir al gimnasio, simplemente en nuestra rutina diaria:
- Aparcar el coche más lejos del destino para caminar más.
- Usar las escaleras en vez del ascensor o las escaleras mecánicas.
- Utilizar los descansos en la oficina para caminar, estirar o hacer algunos ejercicios.
- Practicar ejercicio mientras vemos la televisión. Por ejemplo, usar pesas de mano, una bicicleta o realizar abdominales, flexiones y sentadillas.
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