Ciencia y Tecnología
Los primeros tres meses de vida
El período de mayor capacidad de aprendizaje del cerebro humano corresponde a los primeros seis años de vida. Especialmente del nacimiento a los tres años.
El 80% de las redes neuronales de nuestro cerebro las creamos antes de los seis, (un 20% se da en el vientre materno). Una adecuada estimulación en edades tempranas permite la formación de conexiones y redes nerviosas, dando como consecuencia una mayor capacidad intelectual.
Por eso, vamos a dividir esta etapa conforme a los diferentes estadios que muestra el desarrollo del niño. La primera etapa podría considerarse los tres primeros meses ya que a partir de ahí comienza a evolucionar muy deprisa en muchos sentidos.
El recién nacido manifiesta una serie de reflejos, orientados a su propia supervivencia y que irá inhibiendo según deje de necesitarlos. Se encuentran activos los reflejos de prensión, succión y rotación así como la adaptación del iris a la luz que conservará de por vida.
A partir de los quince días aproximadamente el bebé comienza a controlar sus ojos, explorando algunos objetos con la vista antes que con el tacto.
Los reflejos primarios comienzan a desaparecer y el bebé suele encontrarse en reposo hasta que algo lo estimula. Por esto, el contacto físico y las sensaciones que provoquemos en él como agarrar, tocar, acariciar o transportarle ayudan al desarrollo del cerebro del bebé.
Cualquier actividad que estimule sus sentidos creará nuevos circuitos neuronales (Montessori, 1991. Quattrocchi, 2000). Exponer le a diferentes olores, a sonidos no estridentes, rozar su cuerpo texturas variadas, hablarle a menudo con suavidad, ponerle en un colchón a ras de suelo para que explore nuevos movimientos. Se trata de estimularle con suavidad para que descubra su entorno y pueda adaptar su cuerpo y sentidos a él.
El cerebro pesa 350gr al nacer, primer año alcanza el 60% de su peso adulto y a los seis años llega al 90%.
El cerebelo aumenta su peso un 300% durante el primer año.
Los niños durante el primer trimestre ganan alrededor de 200 gramos semanales y 3 cm de talla y 1-2 cm de perímetro craneal al mes.
Cerca de los tres meses ocurren las llamadas “reacciones circulares primarias”
"Una reacción circular se produce cuando el lactante intenta repetir una experiencia que se ha producido por casualidad"Brinkmann.
Es decir, los reflejos del bebé comienzan a convertirse en hábitos (como la succión del chupete), que es capaz de repetir a placer. A más hábitos, más redes neuronales ya que debe recordar y repetir un proceso, perfeccionando lo cada vez.
El cerebro es sumamente plástico, entendido como la capacidad de cambiar en función a la experiencia. La plasticidad del cerebro depende fundamentalmente de cuánto se usa. Esa plasticidad nunca se pierde, por eso podemos seguir aprendiendo durante toda la vida. Cada vez que aprendemos algo, nuestro cerebro cambia. Mediante la experiencia esculpimos nuestro propio cerebro.
Está demostrado que los bebés cuyos padres acostumbran a hablar mucho tienen cocientes intelectuales más elevados y un vocabulario más amplio al crecer. Les ayuda que señales y nombres objetos aunque no pueda reproducir su sonido. Su cerebro almacena muy deprisa. Recuerda lo.
También resulta positivo exponer al bebé a escuchar varios idiomas asiduamente. Aunque en principio parezcan retrasarse las habilidades verbales, esto le permitirá aprender idiomas en el futuro con mayor facilidad. Todo estímulo agradable le ayudará a desarrollar futuras capacidades.
Son momentos en los que se produce un desarrollo masivo y rápido de las neuronas y de sus conexiones. Como consecuencia se incrementa enormemente la capacidad de interacción con el medio ambiente y aumenta la sensibilidad. Como consecuencia se multiplica la capacidad del bebé para adquirir, asimilar, aprender y recuperar información rápidamente y sin apenas esfuerzo.
Los periodos de desarrollo neuronal se alternan con momentos de "parón".Esta discontinuidad se produce de forma rápida y puede dar lugar a comportamientos un tanto regresivos. Los niños pueden llorar, irritarse, estar inquietos con más facilidad, perder rutinas, sentirse emocionalmente inestables o demandar más cariño de sus padres.
Es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).
El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido incondicionalmente. Este planteamiento también puede observarse en distintas especies animales y tiene las mismas consecuencias: la proximidad deseada de la madre como base para la protección y la continuidad de la especie. John Bowlby (1907-1990)
Del nacimiento a los tres meses, el bebé pasa inicialmente de una etapa de pre-apego en la que se manifiesta a través de reflejos innatos como llorar, buscar con la vista a sus cuidadores y agarrarles. Busca interactuar con los demás y no suele manifestar rechazo a los extraños siempre que el contacto sea agradable.
A partir de las seis semanas aproximadamente reconoce a la madre con la que busca comunicación a través de sonrisas, balbuceos y sus brazos le proporcionan tranquilidad. También le afecta perder el contacto humano no maternal.
En los siguientes meses irá desarrollando el apego a su madre o cuidador/a del que dependerán en gran parte sus futuras habilidades sociales y empatía, entre otras cosas.
Ejercicios de estimulación temprana para potenciar su correcto desarrollo:
Primer Mes
► Imitar muecas ayuda a reconocer las emociones y estimula la comunicación.
► La música le relaja y agudiza su audición selectiva.
► Recibir masajes refuerza el sistema inmunológico y además de favorecer el vínculo afectivo.
► Succionar o chupar objetos o su mano les calma y relaja
► Rodar tumbado/a potencia su agudeza visual.
► Agarrar tu dedo le obliga a abrir la palma y a controlar sus movimientos.
Segundo Mes
► Balancearse le tranquiliza
► Los sonidos de cascabeles, sonajeros, instrumentos musicales le ayudarán a desarrollar sus sentidos y a focalizar la atención. Puedes hacerlo sonar por ambos lados.
► Los mordedores le ayudan a experimentar con la boca.
► Cambiar los pañales es el momento para ejercitar y masajear su cuerpo, especialmente las piernas.
Tercer Mes
► La piel es el sentido que más información les transmite, se puede estimular su sensibilidad rozándole con diferentes texturas.
► Levantarle de los dos brazos, de tumbado a sentado ,fortalece sus músculos dorsales.
► Hacer sonar un objeto para que gire la cabeza hasta encontrarlo.
► Darle un objeto que emita sonidos al moverse, le encantará la repetición de moverlo y que suene refuerza las reacciones circulares primarias.
► Chapotea en el baño para que el también lo haga con sus piernas y brazos
► Chupar objetos y llevárselos a la boca es un ejercicio de investigación que le ayuda a retener y distinguir características como aroma, textura, sabor, en definitiva a desarrollar sus sentidos.
► Su llanto varía en función de sus emociones.
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