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Sistema educativo vs la vida real
Ya lo digo en mi libro "Ser inteligente no es un delito", concretamente en el capítulo "Llegó la hora del cambio, estamos en el siglo XXI", y por supuesto, ya lo decía Einstein: "Si quieres resultados diferentes no hagas lo de siempre".
¿Por qué fracasa nuestro sistema educativo y otros similares?
Que nuestro sistema educativo está mal diseñado, obsoleto, poco efectivo, limitado y que cambia según quién gobierne, es una realidad le pese a quién le pese. Cuando me preguntan en alguna entrevista que por qué creo que nuestro sistema educativo no funciona, siempre respondo lo mismo: tenemos un sistema educativo del siglo XIX, con profesores del siglo XX y con alumnos del siglo XXI. Es un cóctel heterogéneo que choca continuamente con nuestra realidad. Los alumnos de hoy en día nos metemos en la máquina del tiempo el lunes para salir el viernes a la vida real, es decir, nos enseñan con herramientas del pasado para vivir en un mundo que no existe.
Los alumnos del siglo XXI necesitamos que se nos enseñe a vivir en la vida real y hoy por hoy muy pocas veces se nos enseña a pensar, descubrir, opinar, razonar, a controlar nuestras emociones, a equivocarnos, a asumir riesgos... y tampoco nos permiten tener flexibilidad en el aprendizaje. La creatividad nos la cortan de raíz y ahora mismo es algo fundamental para sobrevivir en una sociedad inmersa en una competitividad máxima. ¿Cómo vamos a crear una sociedad de emprendedores si lo más creativo que nos dejan hacer es elegir entre lápiz o bolígrafo? Nos obligan a memorizar conocimientos que otros han pensado por nosotros, pero no nos permiten cuestionarlos.Debemos aprender Historia, Geografía, Matemáticas, Música, Lengua, Idiomas, Informática...pero desde otra perspectiva. Desde mi experiencia, tienes que tener muy claro que esas asignaturas son muy importantes para ti para prestar la atención que requieren en el aula, de lo contrario –que es lo que viene ocurriendo- los alumnos piensan que esas asignaturas están pasadas de moda y no les interesan. Con el mundo tan dinámico que tenemos en la actualidad, ¿alguien se imagina lo que pueden llegar a ser seis horas diarias de “yo hablo y tú me escuchas”?
A esto se añade el desfase tan grande entre los materiales con los que aprendemos en el colegio y lo que en realidad existe fuera de él. Es muy fácil echar la culpa a los profesores que también son víctimas de este atraso. La culpa es del sistema que se encarga de formarlos, que está anticuado, desactualizado y hasta empobrecido. En la vida real no es lo más importante "estar quietos y calladitos"o repetir la lección como un papagayo, sino desarrollar cada uno nuestro potencial teniendo en cuenta la equidad, igualdad y diversidad, conceptos muy de moda pero que no se están aplicando como es debido, provocando desmotivación y fracaso a edades cada vez más tempranas.
Yo soy de los que piensan que aprendemos haciendo; es lo que nos obliga a pensar y a encontrar la salida. Unos lo harán más rápido y otros más lento pero lo aprenderemos y memorizaremos, por eso también pienso que la clasificación por edades de los alumnos debería considerarse y empezar a abrir las mentes y dejar avanzar a cada alumno según su potencial sin tener en cuenta la edad. Ya sé que muchos se llevarán las manos a la cabeza o dirán que eso es muy relativo y que no todos los niños se adaptan igual, pero entonces los que necesitan ir más rápido se quedarán por el camino, y se perderá el talento a muy pronta edad. Tal vez, para evitar esto, se podría empezar desde casa a fomentar más el respeto a los defectos y virtudes de los demás.
Está comprobado que otros niños en otros países están mejor preparados para afrontar la vida porque sus sistemas educativos están preparados para formales. ¿Es que los españoles no tenemos potencial? Claro que lo tenemos, pero nos tienen que dejar desarrollarlo. Copiemos esos sistemas hasta que seamos capaces de crear el nuestro y dejemos de experimentar. Nosotros, los alumnos, debemos empezar a coger las riendas de nuestro futuro y obligar con argumentos a que ese cambio en la educación se haga efectivo, una revolución en el sistema educativo desde dentro, no esperemos a que vengan a solucionarlo los que no quieren que se solucione. Porque no consiste en invertir dinero a ciegas en educación, consiste en invertirlo en lo que realmente hace falta, como es formar adecuadamente al profesorado con asignaturas adaptadas al siglo XXI. Por poner un ejemplo: ¿para qué invertir en formar mecánicos de coches tradicionales o profesores de autoescuelas si dentro de muy poco los coches serán eléctricos y se conducirán solos? Lo lógico es invertir en formar a profesionales que en un futuro inmediato sepan reparar y diseñar ese modelo de coche para ser competitivos, ¡demostremos que somos prácticos e inteligentes!
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