Detenidas cinco personas, entre ellas un menor, por el secuestro y asesinato en el macabro crimen de Arico (Tenerife)

La Guardia Civil, en el contexto de la 'Operación Abadía', ha arrestado a cinco personas, siendo cuatro adultos y un menor, todos residentes en la isla de Tenerife, como presuntos responsables del homicidio de un hombre de mediana edad cuyo cuerpo fue hallado a principios de octubre en el interior del túnel de Abades.

La víctima mostraba evidentes signos de una muerte violenta, ya que estaba maniatada, parcialmente quemada y presentaba heridas de arma blanca en varias partes del cuerpo, según informó la Guardia Civil en un comunicado. Dada la gravedad de los hechos, la investigación quedó a cargo de la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife.

Inicialmente, los agentes tuvieron dificultades para identificar el cadáver, ya que el fuego había dañado el rostro y las huellas dactilares, impidiendo su reconocimiento. La verificación inicial de personas desaparecidas tampoco permitió identificar el cuerpo; sin embargo, días después, la colaboración con la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional permitió establecer una posible identidad.

La UOPJ solicitó la colaboración del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, con sede en Madrid, para ayudar en la identificación del cadáver, enviándole las muestras necesarias para llevar a cabo el proceso completo de identificación.

Una vez identificado el cadáver, la investigación se enfocó en las personas que pudieran tener alguna conexión con la víctima. A través de un análisis exhaustivo de la información y un trabajo operativo y técnico detallado, se logró identificar a todos los involucrados en el homicidio, quienes mantenían relaciones entre sí y con el entorno de la víctima.

Gracias a la investigación realizada, la Benemérita ha logrado detener esta semana a cinco personas como presuntos responsables de un delito de homicidio. La investigación se ha enfocado en la recopilación de pruebas, indicios y vestigios que puedan confirmar sin lugar a dudas la implicación de los sospechosos.

Se realizaron registros domiciliarios e inspecciones técnicas en tres vehículos, lo que permitió obtener suficientes indicios y pruebas para relacionar a los presuntos autores con el homicidio.

A lo largo de la investigación, se determinó que la víctima había estado secuestrada durante varios días en un municipio del norte antes de ser trasladada a la zona sur, donde fue finalmente asesinada e incendiada con gasolina. El traslado y la quema del cuerpo tenían como objetivo dificultar la identificación del cadáver y su vínculo con los detenidos.

En las operaciones han participado la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) de la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Cruz de Tenerife, así como las unidades de seguridad ciudadana de la primera, cuarta y quinta compañías de la Guardia Civil. Además, el Servicio Cinológico Central se trasladó desde Madrid a la isla de Tenerife para ayudar a determinar las ubicaciones y los movimientos de la víctima.

La investigación ha sido coordinada por el Juzgado de Instrucción Número 4 de Granadilla de Abona y la Fiscalía Provincial.