Sociedad

La lluvia permite a San Juan y la Dolorosa encontrarse en la Plaza de Regla mientras el resto de pasos se recogen a Santa Nonia

Miles de leoneses arropan el acto central de la Procesión de los Pasos en un Viernes Santo marcado por las modificaciones obligadas por la lluvia y las obras de mejora de la Plaza Mayor

Celebración del acto de ‘El Encuentro’ en el transcurso de la Procesión de los Pasos de la Cofradía Dulce Nombre de Jesús Nazareno
Celebración del acto de ‘El Encuentro’ en el transcurso de la Procesión de los Pasos de la Cofradía Dulce Nombre de Jesús NazarenoCampilloIcal

“Muchas gracias y que sea enhorabuena”. Estas fueron las últimas palabras pronunciadas este Viernes Santo por el acaba de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, Nacho Tejera, después que la Junta de Seises decidiera, media hora después de la hora prevista, que la Procesión de los Pasos saldría a pesar de las desalentadoras previsiones meteorológicas. No obstante, lo hizo con modificaciones, ya que, mientras que San Juan y la Madre Dolorosa protagonizaron su tradicional ‘Encuentro’ en la plaza de Regla, el resto de los once pasos se recogieron a su lugar de origen.

Los hermanos de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, ataviados con sus túnicas negras, se agolpaban a las puertas de la Capilla de Santa Nonia, en la capital leonesa, bajo una incesante lluvia. A las 7.15 horas tomó la palabra Nacho Tejera, el abad, para informar que la decisión sobre la salida o no de la Procesión se postergaría hasta media hora después, cuando ya se haría de forma definitiva.

A falta de tres minutos para las 7.45 horas y con la lluvia ya en pausa, Tejera informó que finalmente se saldría, pero “con alguna novedad”, ya que, una vez que los pasos llegaran a la Plaza de Regla -lugar donde este año se celebra ‘El Encuentro’ debido a las obras de la Plaza Mayor- la procesión continuaría por la calle Ancha, mientras que tan solo entrarían a la plaza de la Catedral de León los pasos del San Juan y de la Madre Dolorosa.

El reloj pasaba veinte minutos de las once horas en esta mañana nublada de Viernes Santo cuando San Juan se arrodilló ante la Dolorosa en ‘El Encuentro’, el acto central de la Semana Santa leonesa en el transcurso de la procesión de Los Pasos, mención especial en la Declaración de Interés Turístico Internacional de la Semana Santa de León, ante el aplauso emocionado de los miles de fieles asistentes.

Alrededor de ellos, ningún paso de los once restantes de la Procesión -entre los que se encuentra Nuestro Padre Jesús Nazareno que viajará a Roma el mes que viene- aguardó a su encuentro en la Plaza de Regla de la capital leonesa, donde tuvo lugar el acto de ‘El Encuentro’ por tercera vez en la historia, ya que se había hecho en 2000 y 2001 debido a las obras del aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor.

El cortejo procesional partió a pasadas las ocho de la mañana desde la capilla de Santa Nonia y estuvo acompañado de numeroso público en el trayecto que recorre el casco antiguo de la ciudad hasta llegar a la Plaza de Regla, donde tanto pasos como papones, con unos 1.200 braceros, no pudieron congregarse para recibir a la Dolorosa y a San Juan debido a la amenaza de lluvia de una nublada mañana de abril.

“No puede haber una prueba de amor más extrema y más grande que la de un Dios amortajado y envuelto en una sábana tras padecer una muerte de cruz tan humillante”, comentó el preceptivo pregón, en el que se explicó que “a Dios no le agradó la muerte por lo que padeció, sino por el amor con el que la vivió”. “Venga, María, vamos, que ese es el amor al que tú siempre nos quieres acercar desde tu maternal y dulce regazo”, se animó a la Dolorosa”, que comenzó a caminar hasta su encuentro con San Juan.

Con el emocionante encuentro de los pasos que tiene su punto álgido en el momento en el que los braceros de San Juan ponen rodilla en tierra ante la Virgen, pero sin el baile de los once pasos restantes en representación de alegría, el Viernes Santo de León cumplió un año más con su cita más relevante, organizada por la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, que fue fundada en 1611 y que recrea en sus conjuntos escultóricos momentos de la Pasión que van desde la Oración en Getsemaní hasta la muerte de Jesucristo.

Prácticamente sin descanso, los pasos continuaron su recorrido en dirección a su lugar de origen, la capilla de Santa Nonia, donde pondrá el punto y final a una de las procesiones más esperadas de la Semana Santa leonesa y que mayor número de papones y de fieles congrega cada año.