Fútbol
Fútbol 3.0: Cuando el árbitro es el vídeo
Núñez Manrique, ex árbitro internacional, defiende el videoarbitraje y recuerda la mala impresión que le causaron los primeros experimentos con el banderín electrónico.
Núñez Manrique, ex árbitro internacional, defiende el videoarbitraje y recuerda la mala impresión que le causaron los primeros experimentos con el banderín electrónico.
«Siempre es bueno que pasen cosas para que haya soluciones. Si le pasa al Barcelona o al Real Madrid tiene más repercusión. Pasa en otros partidos y no la tiene. Me pone contento, no porque les pase a ellos, sino por que se busquen soluciones», aseguraba Simeone esta semana cuando le preguntaron por la posibilidad de introducir el videoarbitraje en el fútbol. El gol no concedido al Barcelona contra el Betis el domingo pasado es el origen de la tormenta que parece haber decidido a la Liga a añadir un suplemento tecnológico a la vista de los árbitros. «No estoy de acuerdo con el videoarbitraje. No me gusta que el juego se pare cada dos minutos, pero sí con ayudar a los árbitros con la tecnología. Por ejemplo, en los goles. Hay situaciones que se deben controlar», aseguraba Luis Enrique.
El fútbol es uno de los deportes que más se resisten a cambiar. La FIFA, dirigida durante años por ancianos no siempre venerables, no se ha preocupado demasiado por disminuir los errores de apreciación de los árbitros con la tecnología. Pero son los árbitros los que piden colaboración ahora que todo el mundo puede ver la jugada repetida varias veces antes de arriesgarse a emitir un juicio. Todos, menos ellos.
«Hay errores, que no son tantos, pero al que le toca le puede estropear la temporada. Y se pueden evitar cuando hay tanto dinero en juego», asegura el ex árbitro internacional José Núñez Manrique. La experiencia del videoarbitraje (VAR) en el Mundialito de clubes no dejó satisfecho a casi nadie. Los partidos se paraban a destiempo y las decisiones finales tampoco convencieron a todos. «Todo experimento necesita su tiempo», asegura Núñez Manrique. Gracia Redondo y él fueron los primeros árbitros en probar los banderines electrónicos en España en los años 90. «Recuerdo que el primer informe fue negativo, como ha pasado con el VAR», asegura. «Pero era por la falta de experiencia. Al segundo o al tercer partido los informes ya eran buenos y se implantó con bastante éxito», añade. El sistema, que permite al juez de línea enviar una señal que llega al receptor que el árbitro lleva en el brazo para avisarle de una infracción, libera al colegiado para mirar sólo lo que sucede en el campo. «Te olvidabas del juez de línea y te centrabas en el balón y el jugador. Y cuando notabas el aviso, mirabas al asistente», recuerda Núñez Manrique.
El ex colegiado compara el avance de los banderines electrónicos con el uso del ordenador para redactar las actas. Él vivió los tiempos en los que tenían que escribirlas a máquina en los vestuarios después de los partidos con papel carbón para hacerlas por triplicado y poder entregar una copia a cada equipo. «Fue la primera innovación. No se reflejaba en el campo, pero sí lo notábamos nosotros. Ya no tenías que ir con el papel carbón que ni copiaba», explica.
Inglaterra, Italia, Alemania y Francia ya se han atrevido a introducir un sistema parecido al «ojo de halcón» que funciona desde hace años en el tenis para determinar si un balón ha traspasado la línea de gol. «No hay que elegir entre una cosa u otra», dice Núñez Manrique. «Se puede implantar el videoarbitraje completo si se determina claramente las situaciones en las que se puede utilizar –un penalti, un fuera de juego que da origen a un gol, saber qué jugador ha cometido una agresión– y el número de jugadas que puede reclamar cada equipo. Hay gente que piensa que el juego se va a parar todo el tiempo. Pero no tiene por qué ser así. Se pueden tomar decisiones en cinco o diez segundos», agrega.
La Bundesliga ha anunciado que implantará el videoarbitraje la próxima temporada para cuatro supuestos: para determinar si ha sido gol, para señalar penaltis, para expulsar jugadores y para identificar jugadores en caso de error. «Hasta ahora, todas las reacciones han sido positivas. Todo el mundo quiere que desaparezcan los errores arbitrales», asegura Ronny Zimmerman, el vicepresidente de la DFB (Federación alemana de fútbol). El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ya ha anunciado que el sistema se utilizará en el próximo Mundial de Rusia en 2018.
El presidente de la Liga, Javier Tebas, aseguró el pasado lunes que el VAR funcionará en pruebas la próxima temporada en el campeonato español. «Estamos trabajando desde hace ocho meses con la comisión de FIFA. Hemos tenido reuniones en Amsterdam y Nueva York para instaurar este proyecto. El año que viene lo tendremos en pruebas. Hay que pensar que necesita una formación de los árbitros y nos tenemos que poner de acuerdo. Ya se lo hemos comunicado al Comité de Arbitraje Profesional y al Comité Técnico de Árbitros», afirma. «Siempre hemos defendido la tecnología y el VAR es la forma más avanzada de aplicarla al fútbol. En junio de 2018 habrá VAR en todas las ligas importantes», añade. La Liga había desestimado hasta ahora el uso del «ojo de halcón» por su disparatado coste. «Ya se estudió en 2013 y 2014. Se desechó por el precio. Sólo había dos empresas homologadas por la FIFA a un valor de casi cuatro millones de euros. Todos los años hay unas siete u ocho acciones de este tipo y nos parecía una barbaridad. Sabemos que no vale eso en el mercado. Queremos tecnología, pero a menor precio», explicaba Tebas.
El videoarbitraje está en camino, pero no será suficiente para acabar totalmente con la polémica. El juicio definitivo sobre una jugada seguirá obedeciendo a la impresión personal de un árbitro. Aunque tenga más oportunidades para verla.
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