
Eurocopa
Aitana Bonmatí ya está fuerte: "Si fuera por ella jugaría ya todo el partido"
La Balón de Oro se estrena en la Eurocopa en el partido contra Bélgica tras la enfermedad que hizo peligrar su presencia en el torneo. Montse Tomé, la seleccionadora, irá con calma

Avanza la Eurocopa y España va sumando efectivos que estaban, pero no podían aportar todavía en el campo. Irene Paredes fue titular ante Bélgica después de perderse el duelo contra Portugal por sanción, y fue decisiva en las acciones a balón parado, con un gol y protagonismo en otro córner, ya que su cabezazo propició la segunda jugada que acabó con el tanto de Mariona Caldentey.
Recupera la selección a una fantástica central y a una líder. «Calma, que esto es difícil y largo», respondía en los micrófonos de TVE a la euforia desatada después del arranque de campeonato con dos goleadas. También hizo autocrítica: «Contenta porque lo importante es ganar, pero no nos gusta encajar goles. Ha habido ciertos desajustes, cosas que corregir», explicaba. Algunos fallos en el pase que propiciaban pérdidas y contras. Fue sobre todo en la primera parte.
El estreno de Bonmatí
La jerarquía de Paredes se puede aplicar también a Aitana Bonmatí, que ha tenido en vilo al equipo nacional por su enfermedad, una meningitis vírica. Se recuperó a tiempo para estar en la Eurocopa, aunque quedó algo floja y ha necesitado unos días para ponerse en forma y fuerte. Montse Tomé adelantó que harían lo necesario con ella, sin arriesgar, y consideró que el descanso del encuentro contra las belgas era el momento. España ganaba, pero no tenía fluidez, algo previsible en el juego, por lo que la seleccionadora decidió meter a su elemento más imprevisible. Nada más saltar al césped, tuvo una ocasión con un remate con la izquierda, después del quiebro con la derecha, pues maneja las dos piernas.
Volvió a empatar Bélgica, pero sólo fue el preámbulo del despertar de la Roja, que coincidió con el despertar de Aitana. Cuando la Balón de Oro está en el campo es más fácil que la cadena de pases funcione. El peso que tiene en el grupo se ve sin la pelota, en los gestos con la mano ayudando a las compañeras a encontrar el pase más cómodo: «Aquí, allá», va señalando con el dedo, como una ampliación de los ojos de sus colegas. Pero su aportación más necesaria es con el esférico, por la movilidad que tiene y la habilidad para dejar atrás rivales con el primer control o bien con el pase rápido. Mide cuando tiene que ofrecerse como apoyo y cuándo es mejor que rompa al espacio y ocupa mucho campo. Sin que fuera su partido más notable, España notó su participación en una segunda mitad en la que fue muy superior. «Aitana, si fuera por ella, jugaría ya, pero tenemos que tener paciencia. No queremos correr ningún riesgo porque es una futbolista vital para el equipo, y además tenemos otras jugadoras que pueden aportar», explicó Montse Tomé.
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