Jaque mate al eterno presidente

La Audiencia Nacional ordenó ayer su detención por el supuesto desvío de fondos a una empresa de su hijo en los amistosos de la Selección. Investiga también si compró el voto de federaciones territoriales, árbitros y entrenadores.

El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, continúa retenido en las dependencias de la Guardia Civil en Las Rozas (Madrid), donde los empleados federativos reanudaron este miércoles el trabajo tras los registros efectuados ayer en la sede central del organismo. Villar permanece desde cerca de las cuatro de la madrugada en la casa cuartel de la Guardia Civil, donde fue trasladado más de doce horas después de permanecer en las oficinas de la RFEF junto a los miembros de la UCO (Unidad Central Operativa) que llevaron a cabo los registros. Tendrá que esperar a mañana a las 09:00 horas para declarar ante el juez junto a su hijo y los otros dos detenidos.

Mientras tanto en la sede la RFEF este miércoles se trata de retomar la normalidad y los empleados regresaron a sus puestos de trabajo, después de ver interrumpida ayer su actividad a primera hora del martes cuando llegaron los efectivos de la Guardia Civil para proceder a los registros.

Detención

La investigación se puso en marcha a principios de 2016 por una denuncia del Consejo Superior de Deportes (CSD), meses antes de que en noviembre de ese año dejara el cargo el entonces presidente del organismo, Miguel Cardenal, que denunció hasta la saciedad presuntas irregularidades en la gestión de Villar, lo que les enemistó públicamente. No fue, sin embargo, hasta hace tres meses cuando el juez Pedraz abrió diligencias y autorizó, entre otras medidas, las escuchas telefónicas a los principales investigados.