Arabia Saudita
Arabia no pondrá un euro por los sobrecostes del AVE a La Meca
Riad asume que el consorcio español acabará la obra aunque incurra en pérdidas
Riad asume que el consorcio español acabará la obra aunque incurra en pérdidas
A un año vista de su inauguración, el emblemático proyecto de la línea de alta velocidad ferroviaria que unirá las ciudades saudíes de Medina y La Meca se ha convertido en un quebradero de cabeza para el consorcio español encargado de parte de la obra, Al Shoula. El presupuesto inicial de 6.700 millones de euros comprometido para la construcción de la superestructura, la señalización, el material rodante y la explotación, tareas encargadas a Al Shoula, se ha quedado corto.
Y lo malo para las empresas españolas implicadas es que el Gobierno de Arabia Saudí no está dispuesto a poner un euro más para cubrir los sobrecostes, según explican fuentes próximas al proyecto. La caída del precio del petróleo ha golpeado de lleno las arcas del país árabe, que registró en 2015 un déficit de 89.000 millones de euros. Para corregirlo, sus gobernantes han aprobado drásticas medidas que incluyen el recorte de los subsidios o del gasto.
Retrasos
Diversas circunstancias han llevado en los últimos meses a que el coste de la infraestructura se haya salido de lo presupuestado. De entrada, el consorcio ha tenido que utilizar más recursos de los previstos por cuestiones ajenas a su trabajo. La primera fase de los trabajos, la construcción de la plataforma sobre la que se tienden la vía y la catenaria, está al cargo de un consorcio chino-saudí-francés que ha ido entregando con retraso los sucesivos tramos al consorcio español. Dado que Al Shoula se comprometió en febrero de 2014 a enjugar este desfase, sus empresas han tenido que utilizar más recursos de los inicialmente previstos para corregirlo. Más tarde, y ante la petición del cliente, Talgo, encargada de suministrar el material rodante, envió en diciembre de 2014 el primero de los 35 trenes que forman parte del contrato. El problema vino después, cuando el consorcio se vio en la obligación de construir una cochera para guardar el convoy. Renfe encargó su construcción a OHL y le costó 20 millones de euros.
La construcción de los talleres de La Meca también se ha convertido en un problema. Presupuestados en principio en 30 millones de euros, han acabado costando 100 millones. Renfe también se ha encontrado con que tendrá que ocuparse de la explotación no prevista en el contrato inicial de las estaciones de La Meca, Yeda, Medina y KAEC –King Abdulah Economic City–.
Todos estos contratiempos han incrementado el coste del proyecto por encima de lo presupuestado. Y el problema al que se enfrentan ahora las empresas de Al Shoula –entre las que están Renfe, Adif, Talgo, OHL, Cobra o Ineco– es que Arabia Saudí no está por la labor de poner un euro más, lo que podría llevar a algunas de estas compañías no sólo a ver reducidos sus márgenes, sino incluso a incurrir en pérdidas. Según explican las fuentes consultadas, «los saudíes están muy tranquilos. No tienen intención de soltar más dinero, pero también están convencidos de que el consorcio va a terminar el proyecto aunque algunos de sus miembros pierdan dinero». No hacerlo dejaría en un lugar más que cuestionable a las empresas, y no sólo a nivel reputacional. Las consecuencias políticas podrían ser también importantes, explican las fuentes.
Garantía institucional
Cuando el Gobierno de Riad estaba indeciso entre la oferta española y la francesa para otorgar el contrato, el propio Rey emérito, Don Juan Carlos, tiró de sus buenas relaciones con el entonces monarca saudí, Abdalá bin Abdulaziz, para decantar la balanza. El mismo Gobierno, con la ministra de Fomento, Ana Pastor, a la cabeza, impulsó el consorcio que luego resultó ganador y, de algún modo, ha tratado de ser garante del mismo cuando las tensiones entre sus integrantes han aflorado.
Talgo, listo para frenar la producción
Talgo, fabricante de los trenes de la línea que unirá las ciudades saudíes de Medina y La Meca, está dispuesto a ralentizar el ritmo de entregas si el cliente se lo pide. Aunque el derrumbe del precio del petróleo llevó a Arabia Saudí a incurrir en un déficit de más de 90.000 millones el año pasado, su Gobierno no ha comunicado su intención de detener o ralentizar los trabajos de la línea. No obstante, Talgo admite que «las recientes dificultades en los mercados de materias primas están impactando en algunos de nuestros clientes».
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