Cataluña
El «procés» amenaza 40.000 empleos en Cataluña
El ritmo de creación de puestos de trabajo puede caer por debajo del 2% en esta comunidad, frente al aumento medio nacional del 2,6%. La crisis golpeará la campaña de Navidad.
El ritmo de creación de puestos de trabajo puede caer por debajo del 2% en esta comunidad, frente al aumento medio nacional del 2,6%. La crisis golpeará la campaña de Navidad.
Argumentaba el ex consejero de Económica catalán Oriol Junqueras que la fuga de empresas de Cataluña motivada por el «procés» –ya supera las 2.400, según los Registradores– no tendría efecto alguno sobre el tejido productivo. Que era algo simbólico. Que la economía real, la que atañe a los ciudadanos, no se iba a resentir. Puede que la teoría de Junqueras fuera acertada en un primer momento, pero la realidad es que, con el paso de las semanas, la misma inestabilidad política e inseguridad jurídica que han propiciado esta salida de compañías están detrás del deterioro que desde hace mes y medio sufre la economía catalana. Y este sí que está haciendo daño al ciudadano de a pie catalán.
En octubre, el desempleo en la comunidad subió en 14.698 personas, el incremento más elevado desde 2008, según los datos de paro registrado del Ministerio de Empleo. Y en los próximos meses, el deterioro del mercado laboral catalán se prevé que prosiga. El desafío independentista de Carles Puigdemont tendrá un impacto de entre cuatro y siete puntos porcentuales sobre el crecimiento del empleo en la comunidad esperado en los próximos meses, que se calculaba en el 2,6%, según las estimaciones del servicio de estudios de la patronal de las empresas de trabajo temporal, Asempleo. Esta rebaja implicaría que el empleo podría llegar a crecer por debajo del 2%, cuando la media esperada para el resto de España se sitúa en el 2,5%.
Mal dato de octubre
En número de trabajadores, el retroceso implica que dejarían de crearse entre 20.000 y 40.000 nuevos puestos de trabajo en función de cómo evolucione la situación. La cifra más alta equivale a casi el 10% de los catalanes que ahora mismo están en paro y que alcanza los 415.017. La ralentización en la creación de empleo ya se puso de manifiesto en octubre. La afiliación a la Seguridad Social creció la mitad que en 2016. El pasado ejercicio hubo 5.858 afiliados más de media en Cataluña, frente a los 2.331 de este año, según la estadística de Empleo.
Ni lo que está viendo Asempleo ni lo ocurrido en octubre auguran nada positivo en un futuro inmediato. La patronal de las ETT advierte de que, de cara a la campaña navideña, cuyas contrataciones se han activado este mes, se espera «un descenso en el número de contratos». Desde el sector se asegura que las compañías están siendo este año más cautas en Cataluña al hacer contrataciones y prefieren apurar los plazos antes de firmar empleados a la espera de ver qué ocurre.
Lo que ocurrió en octubre ha puesto en alerta al comercio catalán, uno de los sectores que más contratos temporales firma de cara a esta campaña. La Confederación Española de Comercio (CEC) calcula que las ventas del sector se hundieron un 30% el pasado mes, el más turbulento del «procés», con declaración de independencia incluida y multitud de protestas. No es una cifra menor, dado el calado que tiene el comercio minorista en Cataluña. Según los datos de la CEC, hay 100.000 establecimientos en la comunidad, el 25% del total de España, que dan empleo a 450.000 personas. Su temor es que el sector no podrá aguantar la situación mucho tiempo. Y su principal miedo es que las elecciones autonómicas, convocadas para el 21 de diciembre, impacte en la campaña de Navidad, la época de más ventas para muchos de estos pequeños establecimientos.
El gremio comercial catalán más golpeado por la bajada de ventas en octubre fue el de la distribución textil. Según una encuesta de Pimec, la patronal de las pequeñas y medianas empresas catalanas, el 72% de sus asociados de este sector facturaron mucho menos o bastante menos que el mismo mes del año anterior. Los comercios textiles, ubicados en zonas céntricas de gran afluencia, sufrieron como pocos las multitudinarias manifestaciones derivadas del «procés». En conjunto, casi un 63% de los comercios vendió menos durante el mes. Y si hay que hacer caso al sondeo, las cosas no se van a arreglar a corto plazo. El 27,19% cree que la situación va a empeorar y otro 47,99% considera que va a seguir igual.
El comercio no es el único sector que ha notado el impacto de los desvaríos independentistas de Carles Puigdemont. En Barcelona, las ventas de automóviles se desplomaron un 30% sólo en la primera quincena de octubre, según datos del Gremio del Motor de Barcelona. En ese mismo periodo de tiempo, las reservas turísticas retrocedieron un 15%, según la patronal del sector, Exceltur, lo que podría tener un impacto económico de unos 1.200 millones.
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