España «supera las expectativas» y crecerá un punto más que la media europea

Bruselas da por hecho que las administraciones saldrán de su radar al cumplir el déficit en 2018.

España recibió ayer un fuerte espaldarazo por parte de la Comisión Europea. Por primera vez desde que comenzó la crisis económica, las previsiones del Ejecutivo comunitario son más optimistas que las del Gobierno. Bruselas se atreve incluso a vaticinar que nuestro país saldrá el año que viene del procedimiento sancionador dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y logrará, de manera clara, embridar sus cuentas públicas y rebajar el déficit público por debajo del 3%. «Cuando hay buenas noticias, hay buenas noticias», resumió ayer el comisario de Asuntos Económicos Pierre Moscovici.

La Comisión Europea vaticina que España crecerá el 2,8%, una décima más que lo pronosticado por el Gobierno, lo que supone una revisión de medio punto respecto a las últimas previsiones y más de un punto por encima de la media de la zona euro (1,7%). España superará claramente a otras grandes economías como Alemania (1,6%), Francia (1,3%), Reino Unido (1,8%) e Italia con un 0,9%. Según el equipo de Moscovici, España «sigue superando las expectativas».

Además, la Comisión Europea cree que «el patrón de crecimiento más equilibrado que en los años pre-crisis está apoyando la fuerte recuperación» basada no sólo en la fuerte demanda interna o en el auge del ladrillo, sino también en las exportaciones.

El efecto más esperanzador se notará en la creación de empleo. España cerrará el ejercicio con un paro del 17,6% y esta brecha seguirá reduciéndose hasta el 15,9% en 2018. Una última cifra que, tal y como recuerda el informe, supone el dato más bajo desde 2009, en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria. En cuanto a 2018, Bruselas pronostica una desaceleración del crecimiento al 2,4% más por los riesgos de Brexit y Trump que por la situación interna española.

En el apartado del déficit público, nuestro país alcanzará el 3,2% este año (una décima por encima de lo comprometido con Bruselas y el año que viene conseguirá rebajar esta cifra hasta el 2,6% (por encima del 2,2% comprometido). Una reducción del déficit respecto al 4,5% de este año gracias al incremento en el impuesto de sociedades, los impuestos especiales al alcohol y el tabaco y los menores intereses en la financiación de la deuda. A pesar de que el buen comportamiento económico no es suficiente para alcanzar los objetivos de déficit público, el tono de Bruselas con nuestro país se ha relajado. No pide más medidas con carácter urgente y el Ejecutivo comunitario parece satisfecho con que el año que viene nuestro país vuelva al redil de un déficit por debajo del 3%.