El desafío independentista

Europa no contempla un escenario de independencia

Luis de Guindos achaca a la «irracionalidad» de Puigdemont la fuga de empresas y el Eurogrupo ratifica su apoyo a España

Luis de Guindos conversa con Schäuble, Dijsselbloem y Pier Carlo Padoan, ayer, en Luxemburgo
Luis de Guindos conversa con Schäuble, Dijsselbloem y Pier Carlo Padoan, ayer, en Luxemburgolarazon

Luis de Guindos achaca a la «irracionalidad» de Puigdemont la fuga de empresas y el Eurogrupo ratifica su apoyo a España.

La de ayer fue una de las tantas reuniones de la eurozona en las que un elefante ha ocupado la habitación y los moradores fingen no verlo. Casi la práctica totalidad de los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro fueron ayer interpelados sobre la posible inestabilidad para la economía española y europea de una declaración unilateral de independencia por parte del ejecutivo de Carles Puigdemont. Aunque la mayoría de ellos se puso de perfil, de Guindos emitió un mensaje de tranquilidad ante las preguntas de los periodistas. «El escenario de la independencia no lo contempla nadie, no va a tener lugar», aseguró el ministro de Economía. Sobre la avalancha de huidas de las empresas catalanas, de Guindos aprovechó para cargar contra la Generalitat. «No es porque contemplen la posibilidad de independencia, es consecuencia de una política que es absolutamente irracional y radical, y a lo único que lleva es al empobrecimiento de Cataluña», aseguró.

El más explícito ayer fue el ministro de Finanzas italiano, Pier Carlo Padoan, que calificó la situación como una «crisis grave» Tanto el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, como el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, repitieron con algunas variantes el argumentario de los últimos días por parte de las instituciones comunitarias. El primero, aseguró que es un asunto interno y el segundo, apeló al diálogo.

Europa cierra filas

Bruselas se mostró ayer muy cauta ante una posible declaración de independencia unilateral por parte de la Generalitat y los portavoces comunitarios no quisieron adelantar si habrá una posible reacción ante la consumación del desafío separatista. Mucho más clara fue la ministra francesa de Asuntos europeos, Nathalie Loiseau, que ayer ya adelantó sin ambages la respuesta ante una declaración de independencia unilateral: «Somos aliados de España, y España es una gran democracia. No hay que inmiscuirse en los asuntos internos de España», aseguró.

A pesar de las apelaciones a la tranquilidad, Luis de Guindos no pudo sortear las innumerables preguntas de los periodistas extranjeros, en unas imágenes que recordaban los peores momentos de la crisis de deuda, tras el rescate financiero. «Lo que puedo garantizar es que el Gobierno español está totalmente preparado para aplicar las políticas actuales para evitar la independencia de Cataluña. Y cualquier declaración de independencia será nula y vacía», aseguró el ministro que, sin embargo, tuvo que reconocer que los últimos acontecimientos suponen «elemento de incertidumbre, un foco de inquietud».

Ante una declaración de independencia consensuada con el Estado, Cataluña pasaría también a ser un país tercero que debería solicitar su reingreso en el club comunitario. Para ello se necesita la unanimidad de los restantes socios y un solo país podría bloquear la adhesión al igual que sucede con el resto de países candidatos. Esto también implicaría la inmediata salida de la zona euro, del mercado único y de espacio sin fronteras Schengen. La Unión Europea nunca se ha enfrentado a una situación análoga.