«Las grandes innovaciones de Japón son fruto de la iniciativa privada»

El embajador de Japón en España confía en que pronto haya un tratado comercial entre su país y la Unión Europea.

El embajador de Japón en España confía en que pronto haya un tratado comercial entre su país y la Unión Europea. Masashi Mizukami aplaude «el magnífico progreso» de nuestra economía y espera que los hogares «lo perciban pronto» con más intensidad. Está volcado en que Japón aproveche las fortalezas de España y a la inversa «en beneficio mutuo».

– ¿En qué momento se encuentra la economía japonesa? ¿Lo de la crisis es una realidad o una leyenda?

– Se halla en fase expansiva moderada, tras las décadas perdidas, gracias a la política económica del primer ministro, basada en política monetaria agresiva, política fiscal flexible y estrategias de crecimiento. Últimamente observamos destacables resultados. Por ejemplo, los beneficios netos empresariales registraron niveles más altos y la tasa de desempleo descendió hasta el 2,8%, que equivale casi a pleno empleo. Y el crecimiento neto anual es de aproximadamente el 1%.

– ¿Cuáles son los sectores que más están despuntando en los últimos tiempos?

– De momento, el sector exterior está creciendo más que el interior. Todavía el consumo interno se encuentra débil. Pero es normal cuando se aplica una nueva política económica porque desde que se produce el cambio hasta que los hogares notan los efectos transcurre tiempo.

– La innovación es una de las señas de identidad de su economía. ¿Qué estrategia sigue su Gobierno para impulsarla?

– Las grandes innovaciones científicas y tecnológicas de Japón son fruto de la iniciativa privada y una gran mayoría de las nuevas tecnologías están en manos de ella. El Gobierno se limita a respetar ese trabajo y, si lo cree necesario, a apoyarlas a través de incentivos fiscales.

– ¿Qué debería aprender España de Japón? ¿Y Japón de España?

– Cada país tiene su propia idiosincrasia que es resultado de su geografía, su medio ambiente, su historia... Resultaría muy difícil tomar la experiencia de otro país como modelo para su proyección en el propio. Me interesa más cómo aprovechar las fortalezas del otro país para alcanzar un beneficio mutuo. Por ejemplo, España, por razones históricas y lingüísticas, ocupa posiciones ventajosas en los mercados de Latinoamérica y si las empresas japonesas combinan sus esfuerzos con experiencias de las españolas en esos mercados, ambas partes podrían tener mayores resultados. Y a la inversa, quizá en Asia las empresas de ambos países podrían colaborar aprovechando la experiencia de Japón.

– ¿Cómo ve nuestra economía? ¿Qué opina de las reformas que se han realizado?

– Ante todo, quisiera aplaudir su magnífico progreso, con un crecimiento del 3,2% en 2016. Quizá sea fruto de los arduos esfuerzos tanto del Gobierno como de los ciudadanos españoles. Es normal que primero se registre la recuperación en cifras macroeconómicas, aunque los hogares la perciban con retraso. Espero que las familias españolas comiencen a sentirla muy pronto.

– ¿Cómo está afectando a la economía el conflicto del Mar de la China?

– Por el Mar Meridional de China pasa una de las rutas comerciales más importantes del planeta. Circula cerca del 30% de las mercancías del comercio mundial. Por eso, es muy importante asegurar el orden y la paz y, sobre todo garantizar la libertad de navegación en esta zona. Lamentablemente, en los últimos tiempos, hay países que intentan cambiar la situación actual de la zona con actuaciones unilaterales, convirtiendo arrecifes en islas artificiales. La Corte Internacional de Arbitraje dejó clara la ilegalidad de estas actuaciones. Tanto Japón como España, como miembros responsables de la comunidad internacional, no deben permitir que estas irregularidades se conviertan en hechos consumados.

– ¿El aumento del gasto militar está condicionando sus relaciones internacionales?

– Hay que tener en cuenta el contexto de seguridad en Asia Oriental, porque Japón está rodeado por dos potencias nucleares y otro país nuclear de facto. La zona registra tensiones entre las dos Coreas, y entre China y Taiwán. Algunos países han incrementados sus fuerzas militares a ritmo acelerado. A la luz de esa situación, Japón está haciendo esfuerzos para garantizar su cobertura y contribuir activamente a la paz y estabilidad de la región y el mundo.

– ¿Habrá próximas inversiones japonesas en España?

– En los últimos años se han registrado algunas importantes. Quizá algunos inversores están redescubriendo el potencial que tiene España y, por eso, espero que las relaciones empresariales entre Japón y España se incrementen.

– ¿Cómo calificaría las relaciones comerciales entre ambos países?

– Muy buenas. Están creciendo desde 2012. La mejor manera de consolidarlas e impulsarlas es la firma del Acuerdo de Asociación Económica entre Japón y la Unión Europea. Actualmente, se está negociando, y el primer ministro de Japón y el presidente del Consejo Europeo han coincidido en reafirmar la importancia de cerrar cuanto antes el acuerdo marco de este tratado.

– La robótica es una de sus grandes bazas. ¿Están las puertas de Japón abiertas para los españoles que quieren especializarse en esta materia?

– Nuestro Gobierno está impulsando el desarrollo de la industria robótica, entre otras cosas para hacer frente al envejecimiento poblacional. Una de las soluciones para cuidar a los ancianos es el uso de robots asistenciales. Actualmente, algunos investigadores españoles, becados por el Gobierno de Japón, se encuentran en universidades trabajando en esta materia.

– ¿Se está notando, tanto en una como en otra dirección, la conexión aérea directa con ambos países?

– Está contribuyendo a un flujo más rápido y cómodo de personas y mercancías. En 2016, Japón registró un récord histórico de visitantes españoles, casi 92.000. Estos datos positivos pueden abocar a incrementar la frecuencia de los vuelos Madrid-Tokio y propiciar que el número de visitantes en uno u otro país sea mayor.

EL PERFIL

Masashi Mizukami es, desde julio del año pasado, embajador Extraordinario y Plenipotenciario de Japón en España. Nuestro país no le era en absoluto desconocido, pues estudió en Valladolid y Madrid a finales de los 70 y principios de los 80. Ha sido el máximo representante diplómatico nipón en Argentina y primer secretario o ministro de embajadas como la de Australia, México, Naciones Unidas o India, y representante de su Gobierno ante las bases estadounidenses de Okinawa. También ha ocupado diversos cargos en el Ministerio de Asuntos Exteriores.