Díaz aboca a otras elecciones con su «no» a Rajoy y a Podemos

La presidenta de la Junta de Andalucía reitera que los ciudadanos han «colocado» al PSOE en la oposición.

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, habló finalmente ayer después de las elecciones generales, en una intervención ante su grupo parlamentario que se convocó de urgencia y sin preguntas de los medios. La posición es clara. «No» del PSOE a la investidura de Rajoy como presidente y «no» a cualquier tipo de «oportunismo» o «aventurismo» político que lleve a los socialistas a explorar una ruta del brazo de Podemos. Sin mencionarlo, el camino que quedaría sería el de la convocatoria de nuevas elecciones. Tampoco mencionó Díaz, por cierto, en sus 17 minutos de discurso en la Cámara autonómica el nombre de Pedro Sánchez.

«Lo que tenemos es que cumplir nuestra palabra. Les dijimos a los ciudadanos que íbamos a rechazar las políticas de derechas. Por tanto tenemos que votar “no” a Rajoy y “no” al Partido Popular en la sesión de investidura. Los ciudadanos nos han colocado como principal partido de la oposición. Hemos sufrido el daño de los ciudadanos que nos han retirado la confianza. Si no queremos que la crisis se agudice habrá que sintonizar con la gente. Y para recuperar la credibilidad no se puede ver al PSOE como un partido de aventurismo ni de oportunismo», adujo en clara referencia a la posibilidad de que Pedro Sánchez trate de aglutinar un bloque alternativo de gobierno junto a Podemos y a otros partidos como Esquerra Republicana de Cataluña.

Las críticas de Díaz fueron igual de duras para el PP, por, en su opinión, aplicar medidas que han supuesto el sufrimiento de las familias; y para Podemos, que ha puesto como primera condición al PSOE la celebración de un referéndum en Cataluña. Habló la dirigente socialista, en este sentido, de la «prepotencia» de Pablo Iglesias. «Los socialistas no vamos a permitir que se juegue con la unidad de España. Iglesias tiene que explicar por qué pone eso sobre la mesa. Podemos lo conforman cuatro grupos y tres de ellos llevan en el ADN el independentismo. Cambian la unidad de España por un puñado de votos. Iglesias ha dicho “no” al café para todos, que ahora es sólo para Ada Colau».

Conviene recordar que Susana Díaz se expuso también a una difícil coyuntura después de las elecciones autonómicas. Fue al cuarto intento y después de casi tres meses cuando pudo ser investida con el voto a favor de Ciudadanos, que en un primer momento sólo contemplaba, como máximo, la abstención. Durante la negociación andaluza Díaz culpó al PP de «bloquear» y «boicotear» las instituciones e incluso de poner en riesgo la prestación de servicios básicos. «Esto es surrealista y empieza a rozar el ridículo de cuatro fuerzas –PP, Podemos, Ciudadanos e IU– que sistemáticamente están forzando un “no”, lideradas por el presidente del Gobierno, que va de adalid de la responsabilidad y la estabilidad de España, y que se presenta aquí en el arranque de las elecciones a decir que éste es el camino: bloquear, boicotear y frenar que Andalucía tenga un Gobierno para nueve millones de personas». Así se expresaba Susana Díaz a principios de mayo, en la segunda intentona de investidura tras recibir el rechazo del resto del arco parlamentario.

Díaz se la devuelve al Partido Popular, al que invita a «sentir en sus carnes» la ausencia de apoyo para formar Gobierno. «Quienes han practicado el bloqueo en Andalucía ahora lo van a sufrir en sus carnes». «Por razones obvias, al PSOE no nos deben mirar», deslizó en relación a la estrategia de alianzas del Partido Popular.

Más que como presidenta de la Junta y secretaria general del PSOE andaluz, Díaz dio la sensación de que hablaba como secretaria general del PSOE a nivel nacional, ignorando absolutamente a Pedro Sánchez. «El partido debe tener calma y no tomar nada con ansiedad. El PP debería sonrojarse. Que no sitúe la responsabilidad en el tejado de quien no está».

La comparecencia tenía como objeto hacer balance de los resultados del PSOE en Andalucía, pero ya hace tiempo que Susana Díaz no deja pasar ninguna oportunidad en la que puede situarse en el escaparate nacional. Más ahora, después de que el Partido Socialista haya cosechado en Andalucía su ajustada pero cuarta victoria consecutiva en la región –tras las europeas, autonómicas y municipales– y la comunidad se haya convertido en el último gran bastión del voto socialista, con 1,4 millones de votos y la aportación de 22 de los 90 escaños en el Congreso que tiene el PSOE.

Lanzó la líder andaluza un recado a Sánchez en este balance de datos al recordar que el Partido Socialista «dobla a la tercera fuerza política –Podemos–, con 15 puntos de diferencia». En España, sin embargo, «la diferencia es de apenas dos puntos», abundó. «Esto se debe a que el PSOE andaluz tiene un rumbo claro y reconocible».

Errejón pide un presidente «independiente»

El jefe de Campaña de Podemos y diputado electo Íñigo Errejón reconoció ayer que no ve al candidato del PSOE, Pedro Sánchez, como el presidente de un Gobierno fruto de un pacto de izquierdas, y puso sobre la mesa la posibilidad de pensar en «una figura independiente» que contente a todos. «No sé si veo yo mucho a Pedro Sánchez. Para alguna de las transformaciones importantes que necesita nuestro país, a lo mejor necesitamos pensar en figuras independientes», aseguró el número dos de Podemos en una entrevista en Onda Cero. Errejón apostó por «sacar del cajón» el espíritu de la Transición.