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Cataluña

Acoso a la Guardia Civil en Cataluña

Agentes y asociaciones denuncian que sufren escraches y amenazas en las redes desde que se intensificó el «procés» como parte de la estrategia de presión de grupos radicales

Un agente de la Guardia Civil vigila un edificio del Ayuntamiento de Barcelona
Un agente de la Guardia Civil vigila un edificio del Ayuntamiento de Barcelonalarazon

Agentes y asociaciones denuncian que sufren escraches y amenazas en las redes desde que se intensificó el «procés» como parte de la estrategia de presión de grupos radicales.

El acoso a la Guardia Civil en Cataluña, protagonizado sobre todo por la CUP, es un hecho. La Benemérita, como ocurrió en su día en el País Vasco, es visualizada por el independentismo como la gran enemiga para lograr sus objetivos secesionistas. La concentración que han convocado para hoy ante el cuartel de Travesera de Gràcia, en el que además de los agentes, viven sus mujeres y sus hijos, es un paso dentro de la estrategia que han diseñado los secesionistas.

Asociaciones y agentes destinados en la comunidad autónoma no ocultan su preocupación por la deriva que toman los acontecimientos. Cualquier actuación del Instituto Armado, aunque en la totalidad de los casos sean ordenadas por la autoridad judicial, es presentada por esos sectores como un «ataque al pueblo catalán y a sus libertades», cuando ocurre justamente lo contrario. Las actuaciones del Cuerpo forman parte de la defensa de la legalidad vigente que es tanto como decir la garantía de las libertades de todos los ciudadanos.

Legalidad

La Guardia Civil, según fuentes consultadas por LA RAZÓN, no entiende de que se focalice en sus agentes una especie de fuerza contra los habitantes de la comunidad autónoma. Se limitan a cumplir con lo que les ordenan jueces y fiscales para el cumplimiento de dicha legalidad y, por lo tanto, la persecución de cualquier ilícito penal que se pueda producir.

Diversas asociaciones de guardias civiles han expresado su malestar y rechazo ante la citada concentración. Paralelamente y de forma anónima, a través de las redes sociales, ha sido convocada una concentración de apoyo al Instituto Militar a la misma hora y en el mismo lugar.

La Unión de Guardias Civiles, que estudia denunciar el asunto ante los tribunales, ha expresado su «absoluto rechazo» ante la convocatoria. Lamenta, asimismo, «el hostigamiento a las Fuerzas de Seguridad del Estado» que no pueden «ser blanco de la ira y la sinrazón», ni tampoco «manipulados ni coaccionados» mientras cumplen con su trabajo.

El secretario general de esta asociación, Ramón Rodríguez Prendes, pidió también que «no se permitan actos de hostigamiento» hacia agentes de la Guardia Civil y en caso de que se produzcan «se actúe con la firmeza y contundencia que la legalidad ampara». Mostró su apoyo a «los compañeros Mossos d’Esquadra en tan difíciles momentos».

Por su parte, la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), denuncia que la CUP, «queriendo dar una vuelta más de tuerca al acoso a la Guardia Civil en Cataluña», ha convocado la citada concentración ante un cuartel, subrayó su portavoz, José Cobo, en declaraciones a LA RAZÓN, en el que, además de los agentes, viven sus mujeres y sus hijos. Recordó que en los exteriores del acuartelamiento aparecieron recientemente pintadas amenazadoras contra el Cuerpo, que considera «preludio de acciones más graves contra esta Institución. Una convocatoria que se suma a la denuncia que el Ejecutivo autonómico presentó el pasado sábado contra los agentes que, en el ejercicio de sus funciones, estos días han tomado declaración a cargos de su Gobierno implicados en la toma de decisiones en el referéndum que quieren celebrar en octubre y que se investiga en un juzgado de Barcelona.

Además, Cobo recordó que otros cuarteles en Cataluña han sido objeto de escraches por parte de independentistas y que el año pasado aparecieron pintadas amenazantes en el de la localidad de Manresa.

«Lamentablemente, el tiempo nos ha dado la razón. Los que deberían velar por el cumplimiento de la ley no sólo quieren someterla a sus intereses sino que además amenazan y amedrentan a unos servidores públicos que tan solo ejercen las funciones que tienen encomendadas», agrega.

Para esta asociación, según un comunicado, «tanto la denuncia del Gobierno autonómico como la manifestación de la CUP son un paso más en su política de persecución contra los que hemos elegido a la Guardia Civil como nuestra profesión». Finalmente, advierten a la CUP de que nadie tiene patente de corso para delinquir.