Bilbao

Apología: la derrota pendiente en la lucha contra Eta

Apología: la derrota pendiente en la lucha contra Eta
Apología: la derrota pendiente en la lucha contra Etalarazon

Un año más, las fiestas se llenan de carteles de exaltación a los terroristas. «Si los jóvenes lo ven con normalidad, no van a tener un relato veraz».

Con el verano llegan las fiestas de los pueblos a todas las provincias españolas. Un año más, en el País Vasco en el mes de agosto tendrá lugar la Fiesta Grande de Bilbao, La Virgen de la Blanca Paloma de Vitoria y la Semana Grande de San Sebastián, entre otras celebraciones. Capitales y pueblos vascos que durante años se han convertido en el escaparate ideal para que radicales y proetarras exalten a la banda terrorista ETA y a sus presos, con el objetivo de exigir la amnistía para los etarras encarcelados.

Los radicales no han tenido ningún reparo durante otros años en utilizar la propaganda en momentos de ambiente festivo con el fin de contar su relato histórico de la banda. Atrás quedan escenas del año pasado en la semana grande de Bilbao, donde colocaron casetas («txoznas») que enaltecían y justificaban el terrorismo; en las fiestas de Zizurkil (Guipúzcoa),donde para anunciar las fiestas de la Asunción de la Virgen, el ayuntamiento elaboró un cartel en el que aparece una marcha de niños por el monte portando banderolas a favor de los presos etarras. En las fiestas del Carmen de Santutxu (Bilbao), la semana pasada radicales boicotearon esos espacios al hacer públicas pintadas o posters de presos encarcelados. En los últimos días en las calles del Casco Viejo bilbaíno han aparecido carteles reclamando la libertad de Liher Rodríguez, detenido esta semana por su supuesta participación en un atentado cometido en Madrid en 2006. Hace dos semanas en la capital vizcaína se organizó un recibimiento al histórico dirigente de ETA Felipe San Epifanio, que fue jefe del «comando Barcelona».

Dada la proximidad de las festividades y para que este año no se repitan estas situaciones, el PP Vasco ha decidido adelantarse a los más que presumibles acontecimientos y dar una «respuesta democrática» que impida que la violencia «ocupe las calles de nuevo». La secretaria general del PP vasco, Amaya Fernández, en conversación con LA RAZÓN analiza esta situación y se apena porque se utilicen estos espacios para la reivindicación y exaltación terrorista. También recuerda la necesidad de que «la normalidad gane espacio en el País Vasco», porque, «no parece razonable que un sector de la izquierda abertzale ocupe espacios festivos para reivindicar o hacer apología de personas condenadas por terrorismo».

En este sentido, desde el PP vasco ponen especial atención este año en la población joven que en estos dos meses acudirá a disfrutar de las fechas señaladas. «El entorno de la izquierda abertzale está muy pendiente del relato, de lo que se cuente que ha pasado», asegura Fernández. Es muy difícil que estos grupos logren convencer a gente de mediana edad que ha sufrido el dolor de las más de 800 víctimas que deja ETA en España. Sin embargo, en esta generación que aterriza los radicales encuentran más facilidad para «vender» su relato. «Si los jóvenes empiezan a ver que se da normalidad a esas exaltaciones terroristas, no van a tener un relato veraz y democrático», dice la dirigente vasca, quien a su vez asegura que la responsabilidad de su partido es la de «hacer que reciban una información exacta». Así, desde el PP aseveran que se dedicarán a denunciar los actos reivindicativos que puedan producirse porque esa es su «responsabilidad». A los ayuntamientos y la Ertzaintza pide que estén «vigilantes para denunciar esas expresiones, que son de intolerancia».

Por su parte, el documentalista Iñaki Arteta, que lleva década y media dando voz a las víctimas de ETA, cree que el sector más joven de la población vasca sí ha conocido la historia de ETA, y hoy en día tienen el relato en su cabeza. ¿Cuál es el problema? Para Arteta, la respuesta es clara, hay una falta de educación en las escuelas. «La educación pública deja mucho que desear en el País Vasco; cuando no oculta la acción de ETA, casi la bendice», asegura. En su opinión, o bien conocen «lo que les han contado los padres nacionalistas, el relato falsamente histórico de lo que ha ocurrido» o «no han hablado a sus hijos del asunto», lamenta.

Asimismo reivindica el papel protagonista que deben ejercer las instituciones vascas y centrales para dar batalla a este relato que los grupos etarras quieren reavivar. «De las instituciones vascas «no se espera mucho» –dice– porque el nacionalismo hace un discurso «que se aproxima más a los intereses de ETA, pero, sin justificar el asesinato». Según la sensación del guionista, «el discurso no va a cambiar porque no tienen intereses en ello». Por último, reclama a las instituciones centrales que se transmita a las nuevas generaciones lo ocurrido y, recalca, «que sea una cuestión de Estado». Arteta le pide que haga comprender a los jóvenes «que lo que hizo ETA está muy mal» y, sobre todo, «que no tengan ninguna fisura a entender que hay que recordarlo así y que no tiene justificación en democracia».