PP
Aznar reaparece bajo la indiferencia de Génova
La dirección nacional está desconcertada, pero no preocupada: «Ya hablaba como presidente de honor y no pasaba nada»
La dirección nacional está desconcertada, pero no preocupada: «Ya hablaba como presidente de honor y no pasaba nada».
El ex presidente del Gobierno José María Aznar pone en marcha esta semana su nueva estrategia, tras renunciar a la Presidencia de honor del PP. Un gesto que se interpretó como su ruptura definitiva con la actual dirección de su partido. Hoy se reúne con empresarios valencianos, en un acto que, según fuentes empresariales, había sido planificado antes de que Aznar formalizase su renuncia a ese cargo honorífico en el escalafón de su organización política. Pero el jueves Aznar volverá a tomar la palabra en otro acto, esta vez organizado por FAES, fundación que tampoco tiene ya ningún tipo de relación con el PP.
En Génova asisten con desconcierto a la estrategia de Aznar de recuperar espacio público, pero, al mismo tiempo, niegan que en la cúpula exista preocupación «ni por lo que pueda decir ni por lo que pueda hacer». «Aznar ya hablaba como presidente de honor, y ha hecho críticas muy duras contra Mariano Rajoy y contra el partido, y no ha pasado nada», sostienen.
Las declaraciones y los movimientos de algunos de los peones del ex presidente han sorprendido en Génova, y no lo niegan. Incluso a los más cercanos a Aznar y que todavía tenían abierto algún vínculo con él. Pero la advertencia de que el objetivo del ex presidente es convertirse en un nuevo actor político que sirva como elemento de cohesión de la derecha no parece afectar ni a Rajoy ni a su equipo más cercano. La opción de que pretenda formar un nuevo partido la descartan absolutamente. Y la de que intente interferir en el Congreso de febrero dicen que les da igual. No tiene poder orgánico y sus declaraciones pueden «molestar», pero «no condicionar en estos momentos ni la estrategia de Rajoy ni tampoco sus decisiones al frente del partido».
La cúpula popular se siente fuerte pese a estar gestionando un Gobierno en minoría. «No hay alternativa a Rajoy y la oposición está mucho peor que nosotros». «A Aznar se le ha olvidado muy pronto cómo se tiene que gobernar en minoría. Puede predicar todo lo que quiera, porque la realidad es que las encuestas validan la estrategia de Rajoy y la gente entiende que hay que buscar acuerdos y ceder para conseguirlos», sentencian en la dirección nacional.
Éste es el discurso que más comparten algunos de los representantes de la nueva generación del PP, con mando y plaza en Génova desde la remodelación que Rajoy realizó tras las últimas elecciones autonómicas y municipales. Pero también con representación en señaladas direcciones regionales. No obstante, la posición oficial va en la dirección contraria a esa sinceridad sin micrófonos. Apuesta por evitar el cuerpo a cuerpo con Aznar, no entrar en el enfrentamiento y, en la medida de lo posible, ignorar sus críticas si es que su decisión es ir por ese camino.
De momento, el ex presidente hablará hoy ante la Asociación Valenciana de Empresarios. No está previsto que tenga ninguna reunión con la dirección del PP valenciano. Es un almuerzo coloquio que los anfitriones enmarcan en el interés de la asociación por reunirse con personalidades de la política y de la economía. El objetivo, según explican, es hablar con él de la situación económica y social en España, y también de la economía internacional. A puerta cerrada, Aznar responderá a las preguntas de los miembros de esa asociación empresarial.
Fundación propia
Mientras en la dirección nacional del PP aceleran la activación de una fundación propia, que presentarán en sociedad justo después del Congreso Nacional de febrero, FAES también activa a su vez la nueva agenda del ex presidente, una vez que el pasado 20 de diciembre dejó la Presidencia de honor del PP antes de que su continuidad en ese cargo tuviese que ser revalidada en el cónclave nacional que celebrarán en Madrid. Es un acto hecho a la medida de Aznar, para reflexionar «sobre lo que necesita la sociedad española», y en el que participarán dos ex ministros de su etapa, Alberto Ruiz-Gallardón y Josep Piqué.
Aznar ha permanecido callado desde que a finales del pasado mes de diciembre diese el portazo a Génova. Pero en privado, los mensajes que han trascendido no han sido en absoluto conciliadores. Ni los que se le imputan directamente a él ni tampoco los que airean algunos de sus propios colaboradores más señalados mediáticamente. Al contrario, incluso cultivan la idea de que esté pensando en intentar conformar una alternativa propia. Génova prefiere seguir oficialmente instalada en el gesto conciliador. «Tiene todo el derecho a hablar. Pero se equivocará si va contra su partido».
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