Elecciones generales
Ciudadanos continúa perdiendo votos
En la semana en la que se ha oficializado la repetición de elecciones, los ciudadanos dan un respiro a Sánchez mientras el PP sigue al alza. La coalición Podemos-IU supera al PSOE en votos pero no en escaños
Con las Cortes disueltas hace una semana y la certeza de que habrá que volver a votar el 26 de junio, el comportamiento de los electores apenas ha experimentado muchos cambios si se atiende a los últimos sondeos. Es lo que confirma el último «tracking» electoral de NC Report para LA RAZÓN, elaborado entre los días 2 y 7 de este mes, en el que se observan varios datos destacados: por un lado, el partido que parece más beneficiado de la inestabilidad política y la falta de gobierno es el PP, que no sólo mejora el resultado de la pasada semana, sino que ya ha ganado 1,5 puntos respecto al 20-D y mantiene la senda de crecimiento. Por otro, que Ciudadanos continúa perdiendo apoyos semana tras semana (ya lleva más de un mes así), y, por último, que la coalición formada por Podemos e IU da el «sorpasso» al PSOE en votos y porcentaje (3,9 puntos más) pero no en escaños.
La pasada semana se caracterizó por esa oficialización de que los últimos cuatro meses no han servido nada más que para que los ataques entre unos y otros fuesen en aumento y confirmar esa incapacidad de acuerdo. Los ciudadanos, como dijo el presidente del Congreso, Patxi López, están «enfadados» y «frustrados», y ese enfado lo han pagado sobre todo con quienes lo intentaron pero no lograron formar gobierno: Ciudadanos y el PSOE.
Los primeros, los de Albert Rivera, se despertaron el 21-D con 40 escaños y un 13,9 por ciento de votos. Con el paso del tiempo fueron perdiendo fuerza y cuando ya no había opción de formar gobierno, la confianza que habían ido ganando en los sondeos comenzaba a perderse. Y es que muchos de sus fieles no han entendido aún ese acercamiento a la izquierda. Llegaron a un techo de un 15,8 por ciento de votos y una horquilla de entre 44 y 49 diputados a principios de abril, cayendo desde entonces hasta el 15 por ciento que les otorga el «tracking». En escaños, mientras, la caída podría ser un poco menos dura, ya que se quedarían como mínimo en 39.
En cuanto al que fue su «socio» durante un tiempo para tratar de romper el bloqueo, el PSOE, la caída es mayor respecto a los comicios de diciembre, pero ha conseguido estabilizarse un poco durante las últimas semanas. Tras las elecciones, los de Pedro Sánchez –con 90 escaños y un 22% de sufragios– han ido viendo cómo día a día iban perdiendo la confianza ciudadana y del 22,1 por ciento de intención de voto que lograba en el sondeo del 3 de abril cayó hasta el 20,7% del pasado día 30, una décima menos que lo que reciben esta semana, un 20,8% y una horquilla que le sitúa entre los 80 y los 84 escaños, un resultado todavía peor que el cosechado el 20 de diciembre y que ya fue el más trágico de los socialistas en democracia.
En lo que se refiere a Mariano Rajoy y al PP, estos meses de negociaciones sin fin ni éxito y su negativa a aceptar un encargo del Rey para formar gobierno parece que no le han pasado factura. Todo lo contrario. Las urnas le dieron un 28,7% de votos y 123 diputados y desde ese día, las encuestas, sondeos y barómetros han ido mostrando una senda de crecimiento. Lenta, pero sin apenas «frenazos». De hecho, gana una décima respecto a la última oleada y se se sitúa ya en el 30,2% y logra entre 126 y 130 escaños.
«Sorpasso» en votos
Y aunque ya en el último sondeo se incluía por primera vez la casi segura coalición Podemos-IU, ha sido esta pasada semana cuando se ha oficializado casi al cien por cien. El 30 de abril, el «tracking» de NC Report hablaba de un 24,5% de votos y una horquilla de entre 75 y 82 diputados, mientras que en el último crecen dos décimas (24,7%) y mantienen casi intactos los escaños (75-81). De esta forma, repiten ese «sorpasso» al PSOE en votos y porcentaje pero no en escaños.
En solitario, los resultados de ambas formaciones muestran comportamientos diferentes. Por un lado, Podemos y sus confluencias ganan en conjunto una décima y se sitúan en un 20,7% de intención de voto, mientras que en escaños pasarían de los 69 del 20-D a los entre 66 y 70 de la última encuesta semanal.
Por su parte, la formación de Alberto Garzón, que en los comicios de diciembre se hizo con un 3,7% de los votos y 2 diputados, se sitúa ahora en un 5,2% y entre 5 y 9 escaños. De ahí que de concurrir juntos, las «sillas» y las posiciones de salida hayan sido el principal escollo de cara a cerrar el pacto.
En los resultados del resto de formaciones, prácticamente más de lo mismo. ERC sigue perdiendo esa décima semanal y ya se sitúa con un 2,1% (2,4 el 20-D) y pasa de 9 a 8 escaños. DyL, las nuevas siglas de Artur Mas, cae del 2,2% de intención de voto de las elecciones a un 1,5 y se deja dos escaños (de 8 a 6). Mientras, el PNV se mantiene estable y conserva el 1,2% y los seis escaños. Lo mismo que los abertzales de Bildu o Coalición Canaria. Los primeros conservan sus dos escaños y los canarios el único que obtuvieron.
Pero, además de los partidos, hay otro factor clave que es la participación. El enfado ciudadano del que hablaba López se traducirá el 26-J en menos afluencia a las urnas. En diciembre votaron un 69,4 por ciento de españoles y este último sondeo habla ya de 5,6 puntos menos, esto es, un 63,6% de electores que si irán a votar. O lo que es lo mismo, a poco más de mes y medio de la cita con las urnas, la abstención se sitúa ya en el 36,4%.
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