Casa Real
Don Juan Carlos y Doña Sofía inauguran la iluminación de Santa María la Mayor en Roma
El Rey Juan Carlos dijo sentirse un "verdadero romano de Roma", ciudad en la que nació
Los Reyes Juan Carlos I y Sofía inauguraron hoy la nueva iluminación de la basílica romana de Santa María la Mayor, cuya vinculación con la monarquía española subrayó el monarca emérito, también protocanónigo de este templo papal.
Los Reyes Juan Carlos I y Sofía inauguraron hoy la nueva iluminación de la basílica romana de Santa María la Mayor, cuya vinculación con la monarquía española subrayó el monarca emérito, también protocanónigo de este templo papal.
"Soy un verdadero romano de Roma", dijo el rey durante un breve discurso pronunciado en español e italiano, en el que aseguró que esta visita a la capital italiana, la ciudad en la que nació en 1938, le agrada "particularmente"apenas días después de cumplir 80 cumpleaños.
Don Juan Carlos afirmó que regresar a la ciudad y a Santa María la Mayor es "un verdadero privilegio que reaviva muchos bellos recuerdos", ya que también fue bautizado en Roma por el cardenal Eugenio Maria Giuseppe Pacelli, posteriormente Pío XII.
El Rey, que siguió el acto sentado junto a su esposa Doña Sofía, afirmó que su presencia en la inauguración "da continuidad a la larga tradición de patrocinio español"a la basílica, que ahora ha sido iluminada por la compañía Endesa.
En su discurso recordó que España, un país que garantiza la libertad religiosa, cuenta con "una gran historia"que "es imposible entender sin tener en cuenta sus raíces cristianas y católicas", lo que explica los "vínculos especiales"con esta iglesia.
El acto contó con la voz de la soprano española Ainhoa Arteta quien, acompañada al piano por el vizcaíno Rubén Fernández Aguirre, interpretó temas de Mozart, Pietro Mascagni, Federico Mompou y Manuel de Falla.
Al término del evento Don Juan Carlos, con un bastón, y Doña Sofía, vestida con un largo abrigo negro, posaron junto a una placa conmemorativa.
Al acto acudieron también el arcipreste del templo, el cardenal Stanislaw Rylko; su antecesor, el purpurado español Santos Abril y Castellò; el presidente de Endesa y su fundación, Borja Prado, y la presidenta de Enel, la italiana Patrizia Grieco, entre otros.
Prado explicó que la idea de iluminar esta iglesia fue propuesta por el cardenal Abril y Castellò a finales de 2016 por mediación del expresidente de Endesa Manuel Pizarro.
En un vídeo difundido con motivo de este evento, el presidente de Endesa asegura que este proyecto "más que una buena acción, es un compromiso con la sociedad para conservar un legado que nos recuerde lo que personas de extraordinario talento y con grandes ideales son capaces de hacer".
La nueva iluminación de la basílica de Santa María la Mayor, de importante valor histórico y donde reposa el genio Gian Lorenzo Bernini, es fruto de un acuerdo entre el templo, el gobierno del Vaticano y la Fundación Endesa, que inició las obras en junio.
El objetivo era alumbrar mejor su interior y ensalzar así su rico patrimonio artístico mediante un sistema avanzado que, según los impulsores, optimizará la eficiencia energética de la instalación y permitirá un ahorro de hasta el 80 % de la potencia.
Y para ello se han instalado miles de lámparas led distribuidas por todo el edificio a través de 20 kilómetros de cable.
El director de los servicios técnicos del Vaticano, Rafael García de la Serrana, reconoció en un vídeo que hasta la fecha el templo no estaba bien iluminado y tenía partes oscurecidas para impedir que los halógenos dañaran el estado de sus históricos frescos.
El acto transcurrió prácticamente en penumbras hasta que se activó la nueva iluminación, que alumbró los detalles del altar y el artesonado que cubren el baldaquino, las históricas capillas de los Cesi y Sforza y el techo de la nave central, decorado con el escudo de Alejandro VI Borgia.
Esta basílica, situada en la colina del Esquilino y una de las cuatro patriarcales de la Ciudad Eterna, ha estado muy vinculada a la Casa Real española durante los siglos.
Monarcas como Carlos V, su nieto Felipe III o Felipe IV, cuya escultura decora actualmente el atrio, fueron sus benefactores y con sus aportaciones contribuyeron a acrecentar su grandeza.
La vinculación con España es tal que en el siglo XVII el papa Inocencio X nombró con una bula a los reyes españoles proto canónigos de la basílica, un título revalidado en 1953 con el Concordato entre la Santa Sede y España y aceptado por Juan Carlos I en 1977, dos años después de su coronación.
Efe
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