Mossos d'Esquadra
Dos agentes de vacaciones en la escolta de Puigdemont
La normativa de la Policía Autonómica prohíbe cualquier actuación que pueda dañar la imagen y prestigio del Cuerpo, como puede ser dar protección a una persona huida de la Justicia.
La normativa de la Policía Autonómica prohíbe cualquier actuación que pueda dañar la imagen y prestigio del Cuerpo, como puede ser dar protección a una persona huida de la Justicia.
Carles Puigdemont cuenta, dentro de «aparato» de protección, con dos miembros de los Mossos d’Esquadra, según informaron a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.
Según la normativa de este cuerpo, no pueden realizar la labor que presuntamente hacen en la actualidad, aunque estén de vacaciones o hayan esgrimido otro motivo. Incurrirían en una falta muy grave y, según recuerdan medios de la policía autonómica, algunos agentes han sido sancionados por mucho menos de lo que, al parecer, está ocurriendo ahora. La sanción va de uno a seis años.
Cuando este periódico reveló en exclusiva que el ex presidente de la Generalitat contaba con una escolta en Bruselas, fuentes oficiales aseguraron que ningún miembro de la policía autonómica catalana le prestaba servicio de protección ya que no se le había asignado. Ayer admitieron que la División de Asuntos Internos (DAI) de los Mossos investiga la actuación de los escoltas del expresidente el fin de semana antes de su huida a Bruselas; así como a un escolta que está con él en la capital belga (al otro ni le citan).
En concreto, según estos medios oficiales, se trata de un sargento de escoltas al que se le ha visto con Puigdemont en algunos actos públicos celebrados en Bruselas. Se le ha abierto un expediente informativo. Asimismo, la DAI ha iniciado una información interna sobre la actuación del servicio de escoltas del expresident durante el fin de semana que siguió a la proclamación en el Parlament de la «república independiente» y de que el Govern al completo fuera cesado tras la aprobación por el Senado del artículo 155 de la Constitución.
El expediente informativo tiene la finalidad de saber si alguno de los escoltas oficiales, miembros del GEI (Grupo Especial de Intervención) le prestaron algún tipo de ayuda.
Hay que tener en cuenta que los mossos están sometidos a un régimen de incompatibilidades aunque pueden solicitar la compaginación de su trabajo como agente policial con otra actividad. No parece que sea éste el caso y además tendría que haber sido autorizada.
Si actuaran sin el debido permiso, podrían incurrir en una falta muy grave por «el incumplimiento de las normas», según el Estatuto Básico del Empleado Público. Además, en el caso de los mossos le es aplicable una norma, según la cual «no puede autorizarse en ningún caso la compatibilidad para ejercer un segundo trabajo o actividad pública o privada que pueda impedir o disminuir el estricto cumplimiento de los deberes profesionales o comprometer la imparcialidad o independencia del funcionario. La compatibilidad puede ser denegada si es incompatible por razón del puesto de trabajo que se ocupa o atenta contra la imagen y el prestigio del Cuerpo de Mossos d’Esquadra o sus principios básicos de actuación».
Habrá que esperar a la conclusión de los expedientes informativos, pero el hecho de que dos agentes «acompañen» (si se le quiere llamar así porque hayan hecho uso de sus vacaciones u otra circunstancia similar) a una persona que está huida de la Justicia, no parece compatible con ese prestigio que el cuerpo autonómico reclama para sí.
El dispositivo de seguridad que, en cualquier caso no sería oficial sino privado, tal y como publicó LA RAZÓN, cuenta además con otros dos miembros, al parecer de nacionalidad belga, según fotografías publicadas por un periódico de Bruselas.
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