El 75 por ciento se siente orgulloso de ser español

Encuesta NC Report. Un 75,1% de los encuestados reconoce la satisfacción de sentirse parte de España. Las ofensas a los símbolos nacionales deberían ser castigadas para el 67,5% de los españoles.

En vísperas de la celebración de la fiesta nacional que tendrá lugar mañana en toda España, el último barómetro de NC Report para LA RAZÓN ha querido pulsar el sentimiento que genera en los españoles la celebración del Día de la Hispanidad. Una efeméride marcada por el pulso independentista que palpita en Cataluña y que representa la cara y la cruz de una realidad que resulta mayoritaria: el orgullo de ser español. Así lo demuestran el 75,1% de los encuestados, que reconocen sin reparos la satisfacción que les supone sentirse parte de España. Por otro lado, sólo un 19,1% no encuentra honra alguna en la expresión de su nacionalidad y un 5,8% no sabe o prefiere no manifestarse al respecto. Por edades, el orgullo español se impone por encima del 70 por ciento en todos los sectores generacionales, siendo en los mayores de 65 años donde encuentra su mejor dato, un 78,4%.

A pesar de ostentar una solvente mayoría, quienes reconocen sentirse orgullosos de ser españoles suelen quedar silenciados por aquellos que reniegan de sus orígenes o amenazan de manera continuada con una hipotética escisión. En este sentido, los encuestados se muestran ciertamente reivindicativos y reclaman un mayor patriotismo entre sus conciudadanos. Un 61,4% de los encuestados entiende que debería incrementarse el patriotismo entre los españoles, por el 17,4% que considera que el actual es excesivo y debería reducirse. Sobre estos últimos se imponen los que prefieren mantenerse ajenos a la discusión, un 21,2%. Si atendemos al factor generacional, la tesis de incrementar el patriotismo entre los españoles se impone en todos los rangos de edad, siendo los mayores de 65 años quienes exhiben un convencimiento mayor (64,8%).

El germen de la carencia de patriotismo que advierten los encuestados se reproduce en comportamientos controvertidos de ofensa a los símbolos nacionales como quemar banderas o silbar el himno en actos públicos. En este sentido, los españoles se muestran, en su mayoría, críticos y entienden que estas conductas incívicas deberían ser castigadas. Así lo manifiesta un 67,5% de los entrevistados, mientras que el 24,3% de los mismos considera que son irrelevantes y que no deberían ser punibles. Un 8,2% no sabe o no quiere expresar su opinión al respecto. También en la idea de castigar las ofensas a los símbolos de España coinciden todos los sectores generacionales, siendo los encuestados entre 45 y 65 años quienes más críticos se muestran en este sentido (72,9%).

Para atajar de origen ofensas como las mencionadas, un sector amplio considera que la base está en la Educación y que, por tanto, la escuela debería implicarse en el fomento del sentimiento patriótico español. El tema es controvertido y existen porcentajes muy igualados entre los que se muestran a favor y en contra de esta iniciativa. Un 48,2% considera positivo que la enseñanza se vuelque en este aspecto, por el 41,4% que prefiere que el ámbito educativo se mantenga al margen. Es el sector más joven el que aboga por no intervenir mientras que el de mayor edad considera oportuno que la Educación participe en este proceso. Un 10,4% prefiere no opinar.

En todo caso, los encuestados relacionan la expresión del patriotismo con la ideología, asumiendo que son más patrióticos los partidos de derecha y centroderecha (43,9%) que los de izquierda o centroizquierda (29,5%), ya que éstos últimos comulgan con las tesis republicanas.

En plena crisis territorial e identitaria en Cataluña, la última encuesta de NC Report pone de relieve que este conflicto no es extrapolable al ámbito nacional, pues, en su mayoría, los ciudadanos no se prestan a la dicotomía de tener que elegir entre su sentimiento de pertenencia a España o a su comunidad autónoma. Es más, un 53,6% de ellos se sienten tan españoles como de su autonomía, seguidos del 16,8% que únicamente se identifica como español. Con un 6,5% empatan quienes se consideran más españoles que de su comunidad y los que se sienten únicamente de su autonomía. Un 12,1 por ciento se sienten más de su comunidad que españoles y un 4,7% prefiere no entrar en ese debate.

En la misma línea se manifiestan los encuestados en lo que a la organización territorial se refiere. En su mayoría –un 37,2%– abogan por mantener el actual sistema de comunidades autónomas, seguidos por el 18,4% que prefiere una centralización tal que conciben una España sin autonomías. Un 15,5% defiende incorporar una mayor carga competencial a los territorios en detrimento del Estado central y un 13,6% prefiere que las autonomías vean reducidas sus responsabilidades en la gestión competencial. Como última opción, aunque por delante de quienes prefieren abstenerse del debate, se encuentran los que conciben una España en la que las comunidades autónomas puedan independizarse de España (8,6%).

Los jóvenes, garantes del actual modelo territorial

En momentos de incertidumbre azuzada desde Cataluña sobre el actual modelo territorial, los jóvenes se erigen como la mejor garantía para preservar un sistema, que aunque arrastra carencias, ha sido capaz de mantener un correcto funcionamiento. El 46% de los encuestados de entre 18 y 29 años lo considera el mejor sistema territorial, un reconocimiento que, aunque se impone en todos los rangos de edad, se va desdibujando a medida que se cumplen años, pues los mayores de 65 son los más críticos. En este sector generacional, cada vez gana más peso la creación de una España sin autonomías.