El desafío independentista
El 76,3% de los que no votaron el 9-N no quiere la independencia
La consulta alternativa que los nacionalistas catalanes impulsaron el 9-N y con la que trataron de culminar el plan «B» de un desafío soberanista envuelto en cajas de cartón, fue tildada por la Generalitat de «éxito» de participación. Justo un día después, los partidos del bloque pro consulta mostraban su perfil propio rompiendo la unidad exhibida en las semanas anteriores a la consulta cuando querían garantizar que se preguntase a los catalanes. Computaron las personas que fueron a votar –algunos pudieron hacerlo incluso hasta en tres ocasiones en distintos centros, como denunció este periódico–, pero ¿y los que no lo hicieron? Según se desprende de la encuesta de NC Report para LA RAZÓN el 51,2 por ciento de los catalanes no fue a votar el 9-N mientras que un 45,8 por ciento acudió a la cita impulsada por Mas a pesar de que no tenía carácter legal dado a las impugnaciones del Gobierno ante el Tribunal Constitucional que frenaron el referéndum en seco. Fueron los más mayores los que menos acudieron a la cita mientras que los más jóvenes fueron los más participativos.
De los catalanes que decidieron no acudir al simulacro de votación, en un 66,7 por ciento no están de acuerdo con que Cataluña sea un estado mientras que sólo el 20,4 por ciento de los encuestados dice que sí lo está. Entre ese granero de votos que se quedó en casa, el 76,3 por ciento se muestran contrarios a la independencia de Cataluña, objetivo del desafío de esa consulta. Sólo un 13,5 por ciento de los que no fueron a votar se muestra a favor de ella.
Desde que el presidente de la Generalitat anunciara su decisión de realizar una consulta, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy ha reiterado a lo largo de todo el año de manera contundente que «lo que sea Cataluña es algo que compete decidir al conjunto de los españoles». Mas insiste en que quiere dialogar con el jefe del Ejecutivo y éste dice que ése diálogo sólo se dará en el marco de la legalidad. Ante este escenario, el 54,3 por ciento se muestra partidario de un referéndum pactado, mientras que el 39,9 por ciento considera que éste no debe llevarse a cabo de ninguna de las maneras. De nuevo los más partidarios de esa consulta pactada son los más jóvenes que apuestan por ese consenso en un 69,3 por ciento mientras que los más mayores, con un 48,9 por ciento creen que no debe acometerse. A pesar de todo, un 53,7 por ciento está convencido de que Mas seguirá con su plan soberanista, buscando nuevas vías, mientras que el 20,5 por ciento cree que desistirá de su empeño tras haber celebrado el simulacro del 9-N.
A pesar de los informes del Consejo de Estado, la impugnación del Gobierno y el pronunciamiento del Constitucional la Generalitat siguió impulsando un híbrido de consulta que diferentes partidos han denunciado. Hasta el último día el Ministerio Público estudiaba si debía intervenir o no ante la puesta en escena del mismo por si hubiera en esa organización del proceso participativo por si fuera constitutivo de delito. Ante esto, el 57,8 por ciento de los encuestados considera que la la fiscalía no debe actuar mientras que el 18,7 por ciento cree que sí debería hacerlo.
El proceso participativo parece que no ha restado fuerza al líder de ERC, Oriol Junqueras, que sigue siendo el más valorado (5,1) según los encuestados seguido por Artur Mas (4,3) y Miquel Iceta (3,9).
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