Caso Gürtel
El argumentario de Génova señala a la etapa de Aznar
El PP sostiene que son «negocios privados de los que están sentados en el banquillo».
El PP sostiene que son «negocios privados de los que están sentados en el banquillo».
En la dirección del PP han seguido con mucha atención la comparecencia del presunto líder de la «trama Gürtel», que ayer declaró en el macrojuicio que sienta en el banquillo a 37 acusados de la red corrupta. El discurso oficial con el que responde Génova, el núcleo del argumentario que va a distribuir entre sus cargos públicos y dirigentes, se sostiene en la idea de recordar que todos ellos «dejaron de trabajar para el PP en 2004», cuando llegó Rajoy a la Presidencia del partido. El argumentario interno también subrayará que lo que se está viendo en el juicio evidencia que «estamos hablando de negocios privados de los que están sentados en el banquillo». «Que incluso pudieron usar el nombre del PP para supuestamente enriquecerse», apostillan.
Asimismo, la cúpula popular también sostiene que «no consta nada de financiación ilegal del PP, porque, de hecho, no somos acusados en este proceso, sólo a efectos de responsabilidad civil (partícipe a título lucrativo), para lo cual es imprescindible desconocer el delito del que se acusa a los procesados».
Ésta es la línea de defensa que en Génova prepararon ayer como réplica a lo que se está viendo y diciendo en la Audiencia. Donde el cabecilla de la presunta trama admitió los hechos que se describen en el escrito de acusación presentado por la Fiscalía. «Las revelaciones no son nuevas», alegan, tras las confesiones de Correa en las que explicó los inicios de su relación con el ex tesorero del PP Luis Bárcenas y las supuestas mordidas que cobraba a cambio de intermediar en contratos públicos, llegando a sostener que parte de ese dinero se lo daba a Bárcenas para el PP. Génova se mantiene en la negación de la financiación irregular, y no se aparta del mensaje de que «unos cuantos» se aprovecharon de las siglas del PP para llenarse sus bolsillos.
A pesar de este discurso oficial, el juicio a esta primera época del «caso Gürtel» es difícil de digerir en las filas populares. Aunque la dirección sostenga que «es un caso amortizado ya política y electoralmente», en el partido hace revivir episodios que aún siguen levantando críticas a su gestión y también temores por su coste en el electorado más ubicado en el centro. Madrid confía en que ya no les desgaste más, porque ya pagaron su factura electoral en las autonómicas y municipales de 2015 y en las generales de diciembre, pero de puertas adentro los paseíllos judiciales que se sucederán en los próximos meses siguen moviendo algunos cimientos de una parte del partido. Eso sí, no habrá ningún movimiento en público ni afectará a la unidad alrededor de Mariano Rajoy.
Ayer, la secretaria general, María Dolores de Cospedal, aseguró en Badajoz que todos aquellos que están afectados por el llamado «caso Gürtel» hace «muchos años» que ya no están en el Partido Popular, algo que, según subrayó, puede proclamar con «legítimo orgullo», informa Ep. Cospedal defendió que estos días se está enjuiciando un proceso por hechos que acontecieron «hace muchos años», «algunos, más de 15 años». «Con legítimo orgullo podemos decir que en este partido todos los que tienen que ver con ese procedimiento ya no están en nuestra casa desde hace muchos años». Dicho esto, subrayó que lo que quieren los militantes del PP es que en ese juicio se «resuelvan de una vez por todas las responsabilidades penales y el PP quede como un partido que trabaja por la gente de este país».
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