Cuenca
El debate sobre la acumulación de cargos de Cospedal divide al PP
El plenario del Congreso tumba por 25 votos de diferencia la enmienda que pedía la limitación de cargos. La votación no sólo fue ajustada sino que hubo momentos de tensión
El plenario del Congreso tumba por 25 votos de diferencia la enmienda que pedía la limitación de cargos. La votación no sólo fue ajustada sino que hubo momentos de tensión
Los populares debatieron ayer a puerta cerrada los estatutos del partido. Su coordinador, Fernando Maillo defendió el texto que, hasta llegar al congreso había incorporado más de 1.334 enmiendas. En total, se pactó y negoció prácticamente el 90 por ciento de ellas. El objetivo del partido es «conseguir más confianza por parte de los ciudadanos» y ser el partido que «mejor se identifica con España». La unidad, la libertad y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres además de «solidaridad como garantía de cohesión» forman parte del texto. El PP apuesta por «más participación» de sus militantes. Consideran que la sociedad va avanzando y que por ello era necesario este cambio en los estatutos y ampliar así los derechos del afiliado en concreto se extienden estos derechos a participar en los debates internos del partido, mejora el proceso de elección del presidente y se establecen mecanismos para que los militantes puedan controlar la acción política del partido y de sus dirigentes.
Para la elección del presidente, Maillo explicó que se introduce un nuevo sistema de votación de doble vuelta. Las primarias que defendía el PP de Madrid no llegaron al Congreso ya que se llevó a cabo una negociación en la que se retocó parte del texto original sobre la doble vuelta y los de Cifuentes retiraron antes del cónclave su ponencia. Los estatutos del partido recogen que, para que todos puedan participar, se establece ése sistema de doble vuelta en el que en la primera, sólo se necesitarán 100 avales, «una fórmula para los que demandaban un militante un voto». Asimismo, en segunda vuelta se introducirán «mecanismo» a través de la «mayoría reforzada» con el fin de que, cuando se muestran de manera clara la opinión de los afiliados en primera vuelta, es decir, que los afiliados opten por una opción mayoritaria en primera vuelta, ésta «no pueda ser cambiada por los compromisarios», ni por la unión de varios compromisarios en segunda vuelta, con el fin de que no se modifique esa mayoría reforzada que han elegido los afiliados en primera vuelta.
El plenario del congreso del PP, rechazó por sólo 25 votos una de las enmiendas sobre la acumulación de cargos. En la conocida ya enmienda «anti-Cospedal», el compromisario de Cuenca, Francisco Carmelo Risueño consideraba que la acumulación de cargos en poder de María Dolores de Cospedal «no es de recibo» y lo tildaba de «sonrojante». Dicha enmienda se trató de «negociar» antes de llegar al cónclave, como todas, pero el compromisario decidió ir con ella hasta el final. Según aseguran fuentes del PP, la enmienda fue rechazada por 328 votos y recibió 303 votos a favor y cuando se produjo el rechazo se vivieron momentos de tensión y pudieron escucharse algunos abucheos y silbidos. Por tan solo 25 votos la enmienda que iba directamente contra la secretaria general del PP que también es ministra de Defensa y presidenta del PP de Castilla La Mancha no salió adelante. Pero esta no era la única enmienda que iba en contra de la acumulación de cargos en el partido. También se rechazó otra que pedía «no se pudiera desempeñar más de un cargo territorial de presidente o secretario general en el partido, ni acumularse a éste más de un cargo de representación institucional, local, autonómica o nacional». El hecho de que se tumbaran estas dos enmiendas que iban en contra de la acumulación de cargos fijó una posición claramente en contra de las otras enmiendas que quedaban por debatir sobre este asunto.
Además el PP incluirá en su ponencia Política y de Estatutos promover una «gradual separación y limitación» en la acumulación de cargos institucionales de Gobierno y partido. Se trata de una enmienda transaccional que ha pactado la dirección del partido con el portavoz adjunto en el Ayuntamiento de Madrid, Iñigo Henríquez de Luna, quien en su enmienda inicial aseguraba: «Defendemos la división de poderes como garantía de los equilibrios y contrapesos de la democracia española, así como un PP que avance de forma gradual hacia la separación de las funciones de Gobierno y de partido, que limita la acumulación de cargos y la duración de los mandatos en las responsabilidades de gobierno».
Estatutos
Humanismo cristiano
El partido cerró una transaccional en la que los enmendantes pedían que se incorporara en los estatutos del partido el «humanismo cristiano». En concreto, quedó recogido como «estamos inspirados en los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano de tradición occidental”, ubicándolo dentro de la ideología del partido, en el artículo 2.
Fin del término «militante»
En el debate en pleno se inició con la votación de una enmienda simple. Se aprobó eliminar el término «militante» y que en los estatutos del Partido Popular se mencione por tanto solo la figura de «afiliado» o «simpatizante» una manera de definirse y que no conduzca a equívocos a la hora de hacer referencia a uno u otro en los documentos del partido.
Rehabilitación reputacional
Además de poner de imponer controles internos para evitar casos de corrupciónn, detectarlo y si es necesario, «echarlo»; se aceptó la enmienda presentada en torno a la rehabilitación reputacional de los cargos que fueron obligados a dimitir y abandonar sus funciones debido a una «acusación injusta» por corrupción, declarada así después por una resolución judicial firme.
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