Gobierno de España
El Congreso se estrena con un pleno por la unidad de España
Las propuestas de PP y C’s obligarán a los partidos a definir su postura ante el desafío independentista
Las propuestas de PP y C’s obligarán a los partidos a definir su postura ante el desafío independentista
Arrancan la sesión plenaria del Congreso el próximo martes con una propuesta que retratará a los grupos: la unidad de España. De esta manera, el primer pleno ordinario del Congreso de la XI legislatura, debatirá cuatro proposiciones de diferentes grupos, entre ellas, la que registró el PP sobre la defensa de la unidad y dos peticiones de creación de una comisión de investigación sobre la corrupción. La proposición obligará a los grupos, en palabras del secretario general del Grupo Popular, José Antonio Bermúdez de Castro, a «mojarse».
PP y Ciudadanos –que también defenderá una propuesta en la misma línea, proposición con la que se estrenó en el registro del Congreso– rivalizan por ver quién es el primero que obliga a Podemos a retratarse. Hubo incluso discusiones en la junta de portavoces sobre los criterios de inclusión en el Pleno, con «notables diferencias», admitió ayer el portavoz de C’s, Juan Carlos Girauta, visiblemente molesto por la contradicción de dos criterios en el que finalmente primó el orden de de mayor a menor representación según el cupo que tiene cada grupo parlamentario.
En concreto, el texto del PP insta al conjunto de las instituciones españolas a «mantener la defensa, desde la legalidad constitucional, de la soberanía nacional, el Estado de Derecho, la democracia y la convivencia entre los españoles». Además, pide continuar «actuando con las herramientas del Estado de Derecho contra las iniciativas que pretendan, desde la ilegalidad y contra la voluntad democrática del conjunto del pueblo español, conculcar nuestro marco constitucional y la unidad de España». La propuesta de Ciudadanos tiene similar objetivo: una proposición no de ley relativa a «la defensa de la democracia, la igualdad y la unión de todos los españoles», según consta ya en el orden del día del Pleno de la semana que viene.
Con el contador en marcha y 53 días por delante para formar gobierno antes de convocar nuevas elecciones después de la investidura fallida de Sánchez, los grupos parlamentarios mostrarán sus cartas sobre un asunto que ha generado uno de los principales escollos a la hora de las negociaciones.
El pacto entre PSOE y Ciudadanos también incorporó esta defensa cuyo punto principal es «oponerse a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio». Mientras, Pablo Iglesias, que presiona ahora al PSOE para llevar a cabo un pacto a la valenciana con vicepresidencia podemita incluída, mantiene un compromiso con sus confluencias –En Comú Podem mediante, capitaneado por Ada Colau desde Cataluña– para plantear un referéndum. Hasta tal punto están implicados con ello que en la ronda de consultas que mantuvo con el Rey la formación morada le hizo saber que su idea de Gobierno progresista era con Sánchez como presidente y con un ministerio de plurinacionalidad dirigido por Xavier Domènech. Podemos tendrá que posicionarse y destapar sus cartas ya que ahora, para negociar con el PSOE, escenifica estar dispuesto a dejar de lado algunos de sus postulados.
Por otro lado, las solicitudes de creación de comisión sobre corrupción, calidad democrática y reformas legales e institucionales, presentadas por Podemos por un lado y por los socialistas, Compromís e IU por otro, según indicó el portavoz del PSOE, Antonio Hernando, podrían agruparse en un único órgano con el fin de que no haya que formar dos comisiones separadas. Además de esta comisión, el pleno también votará la creación de otra comisión parlamentaria sobre los problemas de la infancia.
Los socialistas también habían solicitado una comparecencia ante el pleno del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, para informar del último Consejo Europeo, aunque se decidió posponerla para después de la próxima cumbre de mediados de mes. Tampoco se incluyó en el orden del día el debate de una reforma pendiente del Estatuto de la Comunidad Valenciana, para dar tiempo a que las Cortes de esa comunidad puedan designar a la delegación que defenderá la reforma ante el Congreso. Por su parte, el PSOE defenderá una proposición no de ley que tratará de recuperar el consenso político en la defensa del sistema público de pensiones y su viabilidad sobre el Pacto de Toledo.
El Senado también trabaja con la idea de que finalmente los partidos no alcancen un acuerdo y, por tanto, no se celebre un nuevo debate de investidura, por lo que sólo ha programado cuatro plenos para los próximos dos meses con la idea de tramitar las iniciativas presentadas por los grupos. De esta forma, el calendario acordado ayer por la Junta de Portavoces del Senado en la Cámara Alta y ratificado después por la Mesa establece que al primer pleno de la legislatura, ya fijado para el martes 15, le seguirá otro el 29 de marzo y otros dos en la primera y segunda quincena de abril, probablemente los días 12 y 26. Estas cuatro sesiones son las máximas que se podrían celebrar hasta el 2 de mayo, fecha límite para que sea investido un nuevo presidente del Gobierno antes de repetir elecciones. Sin embargo, según precisó el vicepresidente del Senado, Pedro Sanz, estas previsiones parlamentarias se anularían en el caso de que hubiera otra sesión de investidura.
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