Rojo
El Parlament aprueba la Ley del Referéndum en ausencia del PP, PSC y Ciudadanos
Jornada tensa en el Parlament con la ley del referéndum en el punto de mira.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y sus consellers han firmado esta noche en el Parlamento catalán el decreto de convocatoria del referéndum soberanista para el 1 de octubre, poco después de que el pleno haya aprobado una ley, con el apoyo de Junts pel Sí y la CUP, para darle amparo legal.
La Cataluña desobediente, decidida a consumar la autodeterminación el próximo 1 de octubre, se puso ayer en marcha con la aprobación en el Parlament de una ley de Referéndum y con la aprobación del Govern del decreto de convocatoria del 1-O. Los soberanistas rompieron así todas las costuras legales, proclamando la «soberanía nacional» catalana y previendo «un régimen jurídico excepcional». Después de 12 horas de jornada parlamentaria y de ignorar todas las advertencias de los letrados de la Cámara, del secretario general del Parlament y del Consejo de Garantías Estatutarias, el bloque independentista de Junts pel Sí y la CUP alumbró a las 21.35 horas en el hemiciclo una norma que desborda la Constitución y que supone una colisión frontal con las instituciones del Estado.
Los 72 diputados independentistas votaron la ley sin la presencia de los parlamentarios de Ciutadans, PSC y PP –que se ausentaron del pleno en el instante de la votación– y con la abstención de 11 diputados de Sí que es Pot, que se partió tal y como se intuía. Pese a la deslucida escena, el bloque soberanista se felicitó por los hechos consumados y el Govern de Carles Puigdemont corrió a firmar de forma colegiada el decreto de convocatoria del referéndum para el 1-O. La rúbrica conjunta tuvo lugar en una sala del Parlament minutos antes de las 23.30 horas, es decir, apenas dos horas después de aprobarse la ley.
Entre hoy y mañana proseguirá la culminación del desafío soberanista, ya que también está prevista la aprobación de la ley de Transitoriedad Jurídica, diseñada para arrogarse la supremacía en el ordenamiento jurídico, por encima de la Constitución. Es de prever que Junts pel Sí y la CUP hallen una resistencia semejante a la ejercida ayer por los grupos de la oposición, que combatieron con uñas y dientes «el bochorno» y «la demencia» del bloque independentista.
La jornada de ayer en el Parlament –histórica, esta vez sí– se inició a las 9.00 horas en un contexto de enorme expectación mediática. Los soberanistas llegaron con la idea de consumar una aprobación exprés de la ley del Referéndum, pero la oposición lo evitó con todos los resortes a su alcance. La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, gran protagonista de la sesión de ayer, reunió a la Mesa para admitir a trámite la votación de la ley del Referéndum y, acto seguido, dio comienzo el pleno con la petición de Junts pel Sí de alterar el orden del día para precipitar el debate y votación de la iniciativa. El embrollo estaba servido.
La tensión en el Parlament fue en aumento, ya que todos los grupos de la oposición denunciaron los procedimientos para aprobar la ley del Referéndum que, entre otras cosas, pretendían conculcar el derecho de los diputados de pedir un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias para estudiar su adecuación al Estatut y la Constitución y también reducir a dos horas el tiempo para enmiendas.
Se sucedieron las peticiones de reconsideración por parte de la oposición, los avisos de los letrados y las reuniones de la Mesa del Parlament –hasta en cinco ocasiones tuvo que hacerlo–. El bloque soberanista vio en todas estas maniobras un intento de «filibusterismo» por parte de Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot. Forcadell, desbordada por momentos, tuvo que lidiar con un sinfín de peticiones de palabra de los diputados pero también con los propios letrados del Parlament.
Tras superar todos los escollos y tras aprobarse la ley del Referéndum, parecía que la jornada tocaba a su fin. Pero no. Al filo de la medianoche, los soberanistas improvisaron una nueva alteración del orden del día para nombrar a los miembros que compondrán la Sindicatura Electoral y que regulará la presunta votación del 1 de octubre. Parlament elige a los 5 candidatos de JxSí y CUP para Sindicatura electoral
Cinco candidatos para la Sindicatura Electoral
En la votación, al filo de las dos de la madrugada y tras 16 horas de pleno, no participaron los diputados de Ciudadanos, PSC y PPC, por lo que los cinco vocales de la Sindicatura Electoral han sido elegidos con los votos de JxSí y la CUP y la abstención de Catalunya Sí Que Es Pot.
Los juristas y politólogos elegidos para la Sindicatura Electoral son: Marc Marsal, miembro de la Comisión Jurídica Asesora de la Generalitat desde febrero de 2016; Jordi Matas, catedrático de Ciencia Política y de la Administración de la UB; la abogada Marta Alsina; Tània Verge, profesora de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF; y Josep Pagès, profesor de Derecho Constitucional de la UAB.
Además, JxSí y la CUP han presentado a Josep Costa y Eva Labarta, elegidos como suplentes en esta Sindicatura Electoral, pata fundamental -junto al Govern- de la administración electoral prevista en la ley del Referéndum.
Según la ley aprobada en el Parlament, la Sindicatura Electoral debe ser un "órgano independiente, imparcial y permanente", encargado de validar el censo, las papeletas y las urnas, supervisar la campaña institucional, velar por el pluralismo en los medios de comunicación y realizar el escrutinio general.
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