El apoyo del PNV da aire a Rajoy hasta 2018

Rajoy ha cerrado la negociación desde Brasil como adelantó LA RAZÓN. El Gobierno ha confiado en todo momento en aprobar las cuentas porque «todos los partidos saben que sin PGE habría un adelanto electoral».

Habrá Presupuestos, y, salvo sorpresa, la Legislatura va encaminada al menos hasta 2018. En política nada se puede dar por hecho con tanto plazo, pero la aprobación de los Presupuestos de 2017 es condición imprescindible para que se pueda abrir la expectativa de ese calendario. Habrá que ver cómo se recolocan en el tablero político todos los actores después del verano, con el PSOE ya definido en su liderazgo, y entonces se verá también la influencia de las encuestas en su estrategia electoral. Pero, de momento, los Presupuestos de 2017 dan aire a la acción política del Gobierno pese a que siga la presión por la corrupción después de la «operación Lezo» que ha conmocionado al PP de Madrid.

El PNV confirmó ayer que se despeja el camino para que con su aval el Ejecutivo pueda superar las enmiendas a la totalidad contra los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017, que se debatirán en el Congreso la próxima semana. No dio por cerrado el acuerdo, porque tiene que seguir haciéndose valer en la negociación, pero sí confirmó que aunque han amagado con ello, finalmente no presentarán también otra enmienda a la totalidad, un gesto que hubiese supuesto la oficialización de que el proyecto presupuestario estaba muerto porque el Parlamento lo devolvería la próxima semana al Gobierno.

El Ejecutivo necesita el apoyo de Ciudadanos (Cs) y de los nacionalistas vascos para superar este trámite. Con 175 votos, a uno de la mayoría absoluta, el PP puede evitar que prosperen las enmiendas a la totalidad presentadas ayer por la mañana por el PSOE, Podemos, ERC y PDeCAT (la antigua Convergència). A un empate a 175, el Reglamento del Congreso establece que si la igualdad persiste tras dos votaciones, las enmiendas quedan derrotadas. Con lo que las cuentas podrán así entrar en la fase de negociación en comisión en la Cámara Baja. Para asegurarse que superan el trámite parlamentario también han estado negociando el apoyo de Coalición Canaria (CC) y del diputado de Nueva Canaria, Pedro Quevedo.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha estado muy pendiente de la negociación con los nacionalistas vascos por ser decisivos para superar esta primera prueba parlamentaria, y como ayer anticipó este periódico incluso se ha implicado en esta recta final, a su regreso de su viaje por Brasil y Ecuador, para conseguir que se superen las diferencias técnicas, sobre todo relacionadas con las exigencias del PNV en relación al cupo, que han provocado ciertos sobresaltos de última hora. En esta negociación han participado también Hacienda y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría.

Ayer verbalizó este cambio de posición el portavoz de los nacionalistas vascos en el Congreso, Aitor Esteban. «Se ha logrado llegar a acuerdos en temas que parecían imposibles, por lo que hoy estamos muy cerca del acuerdo, aunque todavía no esté cerrado», sentenció. El PNV tiene cinco diputados, vitales para los Presupuestos, como lo fue también el apoyo del PP vasco a las cuentas del lendakari, Iñigo Urkullu.

En el análisis que hacen en medios populares de la aprobación de estos Presupuestos destaca la expectativa de que si se confirma que los pueden sacar adelante, Rajoy puede encauzar la Legislatura para dos años, ya que los de 2017 podrían ser prorrogados para el ejercicio de 2018 si no hubiera acuerdo sobre estos últimos. Su preparación empezará prácticamente de inmediato. «No sólo de Presupuestos vive un Gobierno, pero son el arma principal para hacer política», sentenciaban ayer en medios gubernamentales. «Es verdad que en el horizonte pueden cruzarse otros obstáculos, pero los Presupuestos son condición sin la cual no se puede existir», añadían las fuentes consultadas.

La recta final de la negociación presupuestaria se ha visto interferida por la «operación Lezo» y el endurecimiento del combate político. Pero el Gobierno ha confiado siempre en que el proyecto no sería devuelto por el Parlamento porque «todos los partidos saben que si así fuera, se pondría la primera piedra para el adelanto electoral». Rajoy tendrá a su alcance la potestad de disolver la Legislatura a partir de la semana que viene, de acuerdo con la previsión constitucional. Ayer, el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, se felicitó de la noticia, que conoció durante su comparecencia tras el Consejo de Ministros, de que el PNV no presentaba una enmienda a la totalidad. «Es una buena noticia para todos. Tenemos 137 diputados y no son suficientes para sacar adelante los Presupuestos, por eso hemos buscado el apoyo de otros partidos. Creemos que tener Presupuestos es bueno para todos porque es la mejor manera de garantizar que sigue adelante esta fase de crecimiento integrador», explicó.

El principal obstáculo, los problemas «técnicos», han afectado a la actualización del cupo, una partida incluida en el singular régimen económico y fiscal del País Vasco a través del cual la comunidad autónoma paga al Estado por la financiación de las competencias no transferidas como Defensa y Asuntos Exteriores, e infraestructuras como puertos y aeropuertos. El quinquenio que lo rige está vencido y es «una anormalidad que no se haya renovado», puntualizó ayer el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Es una «obligación legal», aclaró, para justificar que forme parte de la negociación presupuestaria.

«La capacidad de llegar a un acuerdo es mayor porque hay directrices claras de que eso puede ser así. Confiamos en que las expectativas de este gran acuerdo para Euskadi puedan ser cumplidas cuando se maduren temas que parecen que han sido desbloqueados», explicó ayer el PNV. En relación a «temas económicos, políticos y administrativos».