Balance del Gobierno
El PP ganaría de nuevo en 9 de 13 autonomías
Encuesta NC Report
Pasadas las elecciones al Parlamento Europeo del 2014, los comicios autonómicos de 2015 serán el principal termómetro para ver cómo llegan los dos grandes partidos a la cita electoral de las generales. La inquietud popular no radica tanto en las europeas, en las que ya se sabe que la abstención termina por monopolizar cualquier debate, como por las autonómicas de dentro de dos años. Pero a juzgar por los resultados de la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, en Génova pueden darse por satisfechos, puesto que lograría ser el partido más votado en 9 de las 13 comunidades autónomas que se pondrían en juego –12 autonomías comparten calendario electoral en la actualidad, a las que se sumaría el Principado de Asturias, cuya inestabilidad política no descarta en absoluto un adelanto de los comicios.
Bien es cierto que el PP sufre el lógico desgaste de gobernar, no sólo el Ejecutivo central –del que ahora se van a cumplir dos años–, sino también gran parte del mapa autonómico. En mayo de 2011, los populares salieron victoriosos con mayoría absoluta en 8 comunidades (Baleares, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cantabria, Comunidad Valenciana, Madrid, La Rioja y Murcia) y acabó gobernando en coalición en Aragón (con el PAR) y en Extremadura (con IU). Un resultado arrollador que no se repetiría de celebrarse hoy las elecciones, pero que dejaría con opciones de gobierno en el mismo número de autonomías.
Así las cosas, María Dolores de Cospedal revalidaría la mayoría absoluta con 27 diputados frente a los 23-24 del PSOE; Pedro Sanz haría lo propio en La Rioja al lograr 17-18 diputados –la mayoría absoluta se sitúa en 17 escaños-; en Murcia, los populares obtendrían entre uno y dos diputados más que los 23 necesarios para gobernar en solitario pese a la renuncia de José Ramón Valcárcel; y en Castilla y León, donde todo indica que Juan Vicente Herrera dejará paso a las nuevas generaciones, el PP también conseguiría una ajustada mayoría absoluta de 43-44 diputados. Pero en otras seis autonomías los populares seguirían siendo el partido más votado, aunque tendrían que apoyarse en otras formaciones para poder formar gobierno. En esta tesitura se encontrarían en Madrid, la Comunidad Valenciana, Baleares y Cantabria, donde los populares no repetirían su mayoría absoluta y tendrían que buscar pactos de gobierno. También sucede lo mismo en Aragón y Extremadura, donde volverían a tener la posibilidad de reeditar los pactos con el PAR e IU, respectivamente. Eso sí, en Extremadura sería el PSOE quien ganará las elecciones, por apenas ocho décimas de diferencia.
La pérdida de votos en las filas populares es notable. La media obtenida en mayo de 2011 alcanzó el 42 por ciento de los sufragios, frente al 27,9 por ciento que logró un PSOE que ya anticipaba sus horas bajas. En suma, 14,1 puntos de diferencia entre los dos grandes partidos en 2011 que, según el sondeo de NC Report realizado entre el 15 de octubre el 12 de noviembre, se recortarían hasta los 9,4 puntos en intención de voto, puesto que el PP obtendría el 35,8 por ciento y los socialistas el 26,4 por ciento. Nada indica que el PSOE, como anunció a bombo y platillo su secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba en la pasada conferencia política, haya vuelto. Y mucho menos que sea «imparable», como así lo calificó. Todo lo contrario. Porque si los populares pierden un 6,2 por ciento de sufragios, el PSOE se deja por el camino otro 1,5 por ciento. No en vano, la formación de Pablo Iglesias sólo mejora sus resultados de 2011 en tres comunidades: Cantabria, Navarra y Murcia. Y lo hace en porcentajes prácticamente imperceptibles, el 0,4 por ciento en las dos primeras, y el 0,6 en la tercera.
Al margen del bipartidismo, este barómetro constata el ascenso de dos formaciones antagónicas en postulados e ideología pero que en los últimos meses van de la mano en cuanto a su subida en las encuestas: IU e UPyD. Ambas formaciones sí aprovechan la pérdida de votos de los dos grandes partidos y consiguen votos entre los descontentos de PP y PSOE. Así, si en 2011 los de Cayo Lara obtuvieron de media un 6,01 por ciento en estas autonomías, hoy obtendrían un 9,55 por ciento, es decir, 3,54 puntos más en intención de voto que en los anteriores comicios. Y mayor subida alcanza incluso la formación magenta, que pasa de un 2,98 por ciento de media al 6,85. De hecho, de sólo tener representación regional en Madrid y Asturias en la actualidad, podría obtener escaños en siete autonomías. Destacable es su ascenso en la Comunidad Valenciana, donde se sitúa en una horquilla de 8-9 parlamentarios y en Castilla y León, donde tiene opciones de lograr 5-6 diputados
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