Albert Rivera
El PP sostiene a Sánchez para que Cs se retrate en la moción de Murcia
Génova no le obligará a retirarse hasta el día del debate pese al nuevo frente judicial.
Génova no le obligará a retirarse hasta el día del debate pese al nuevo frente judicial.
Génova mantiene su apoyo al presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, para que siga resistiendo y se presente a la moción de censura que ha impulsado en su contra el PSOE por estar investigado en el «caso Auditorio». Aunque éste puede ser su último paso antes de renunciar al cargo para intentar que el PP no pierda el Gobierno regional. La decisión del juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, de solicitar también al Tribunal Superior de Justicia de Murcia que le investigue por tres delitos de cohecho, fraude y revelación de información por su presunta participación en la «trama Púnica» no cambia, al menos hasta este momento, la estrategia con la que los populares han planeado hacer frente a esta semana decisiva, ya que se vota la censura en el Parlamento regional. La petición del juez Velasco tiene en contra el criterio de Anticorrupción, y en Génova confiaban en que no se oficializase justo mientras estaban pendientes de si Sánchez conseguía que se archivase la causa por el «caso Auditorio», atendiendo a los informes de los peritos que defienden que es una irregularidad administrativa y que todo el dinero está en la obra.
El paso dado por el juez Velasco complica aún más el escenario, ya que la dirección popular mantenía abierto un diálogo con Ciudadanos (Cs) y esta semana tenía que haber nuevos contactos. Pero, en principio, no rectifican su apuesta por resistirle el pulso a Albert Rivera para que «se retrate» en la moción de censura que exige que vote con el PSOE y con Podemos.
Frente a las previsiones que manejaba el PP, los hechos han coincidido finalmente para dejar el «peor escenario» para sus intereses, como admiten en la cúpula popular, al mezclarse la moción de censura con el «caso Auditorio» y con la «trama Púnica». La dirección del PP sigue confiando, no obstante, en que los dos asuntos se resuelvan a favor de Sánchez, como ha ocurrido con todas las otras denuncias «políticas» presentadas en su contra, insisten reiteradamente. Pero también admiten que la situación es «muy complicada» porque limita, a su vez, el margen para que Cs rectifique el pulso para forzar su salida de la Presidencia autonómica sin esperar a que se confirme si el juez que investiga la construcción del Auditorio Puerto Lumbreras, municipio del que fue alcalde el actual presidente murciano, decide si sigue adelante con el procesamiento y la apertura de juicio oral.
La noticia de la decisión del juez Velasco llegó a Génova justo cuando terminaba el Comité Ejecutivo y el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, se preparaba para comparecer ante la Prensa. Su respuesta fue ratificarse en el apoyo a Pedro Antonio Sánchez, aunque también admitió que hay que ir «paso a paso». Es decir, esperar a ver cómo evoluciona su situación judicial, y si resulta o no encausado, como sostenía el guión del PP desde el primer momento. «Si hay algún cambio en la situación procesal del presidente de Murcia podremos cambiar de opinión, pero hoy por hoy sigue siendo la misma», precisó Casado. La moción de censura hace prácticamente imposible que los populares puedan aguantar hasta que la Justicia resuelva sin tomar una decisión política que afecte al futuro del Gobierno regional.
De hecho, una vez que la posición de Pedro Antonio Sánchez se ha complicado con el «caso Púnica», ahí sigue viva la idea de que pueda dimitir durante el debate de la moción de censura, antes de que se vote, lo que obligaría a la presidenta de la Asamblea a abrir una ronda de consultas con todos los grupos parlamentarios y el PP tendría la posibilidad de presentar otro candidato. Cs tendría que elegir entre el candidato socialista, Rafael González Tovar, o el del PP, partido que en las últimas autonómicas se quedó a un escaño de la mayoría absoluta. Una salida para intentar evitar «in extremis» perder el Gobierno regional.
Rajoy no menciona el caso ante su Comité Ejecutivo
El Comité Ejecutivo del PP quedó ayer marcado por la noticia que llegó de la Audiencia Nacional, y toda la agenda de la reunión, que tenía entre sus objetivos vender la imagen de la renovación territorial del PP tras los congresos celebrados, fue tapada por esta crisis. Pedro Antonio Sánchez no se desplazó a Madrid porque tenía reunión del partido regional y con sus colaboradores para preparar la moción de censura. Y mientras, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no hizo una sola alusión a la crisis política abierta en Murcia en su discurso a puerta cerrada ante la Ejecutiva popular, centrando su mensaje en analizar la situación de Europa y de Gibraltar tras el Brexit. En clave nacional se refirió al anunciado desarme de ETA, a la negociación presupuestaria, a Cataluña y a la importancia de la estabilidad, entre otros asuntos. El presidente ratificó su «indiferencia» ante el anuncio propagandístico de ETA, ya que el acto previsto para el domingo pretende «blanquear su criminal historia». También trasladó a su dirección su «tranquilidad» por cómo evoluciona la negociación para sacar adelante los Presupuestos de 2017 y reclamó a su partido unidad y que se ponga ya a trabajar en las elecciones autonómicas y municipales de 2019. Además, el PP activó el proceso para poner en marcha su nueva fundación.
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