Presidencia del Gobierno
Rajoy refuerza el contacto con C’S y PSOE para llevar un pacto a La Zarzuela
La dirección popular niega que tengan un principio de acuerdo con los nacionalistas
La dirección popular niega que tengan un principio de acuerdo con los nacionalistas.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, reforzará estos días los contactos con los partidos para intentar que el camino llegue lo más allanado posible a la ronda de consultas del Rey Felipe VI con todos los grupos parlamentarios. Rajoy no renuncia a seguir confiando en que puede sacar adelante su investidura en la primera semana de agosto, y tras su «victoria» de ayer en la primera votación en el Congreso, su estrategia pasa por intensificar la presión sobre los socialistas con la advertencia de que abrirá un periodo de reflexión,y no se presentará ante la Cámara Baja si no tiene garantías de que cuenta con los apoyos necesarios para que se apruebe su candidatura en segunda votación.
En Moncloa se malician que el secretario general socialista, Pedro Sánchez, puede tener la tentación de intentar forzar una investidura fallida de Rajoy «para empatar con él en la derrota». Él perdió una investidura en la legislatura que terminó en otras elecciones, y creen que ahora valora si le conviene forzar que pierda también Rajoy «por intereses de partido en su lucha por el liderazgo socialista». Pero en el entorno de Rajoy también opinan que Ferraz está cometiendo «fallos» que se visualizan,por ejemplo, en la incapacidad del PSOE, como segunda fuerza, en tejer ninguna alianza más allá del apoyo táctico, por interés propio, que dio Podemos a su candidato a la Presidencia del Congreso, Patxi López, en la segunda votación de ayer.
Ayer, tras la constitución de las Cortes Generales, Rajoy insistió en reclamar responsabilidad y «lealdad» a socialistas y a Ciudadanos. «Yo quiero gobernar y pido que se me deje gobernar porque el PP tiene 52 escaños más que el segundo». También insistió en que retrasar «sine die» la formación de un Gobierno, bloquearlo o propiciar unas nuevas elecciones sería «lo peor que podría ocurrir».
El candidato popular trabajará estos días sin modificar el calendario. Y apunta a que la sesión de investidura se inicie el 2 de agosto, para que se vote al día siguiente, y en caso de no conseguir la mayoría necesaria, que la votación se repita el 5 de agosto.
Hasta ahora, ni PSOE ni Ciudadanos han rectificado en público su posición. El «no» de los socialistas en las dos votaciones, y la abstención del partido de Albert Rivera en segunda votación. Con esos apoyos, Rajoy no podría sacar adelante su candidura. Por otra parte, la dirección popular negó ayer que haya llegado a un acuerdo con los partidos nacionalistas para que respalden el acuerdo PP-Ciudadanos para la formación de la Mesa del Congreso. Advirtieron, además, de que asumen que es muy difícil que se puedan conseguir apoyos entre esas formaciones para la investidura de Rajoy.
Fuentes del PP negaron ayer que exista cualquier tipo de pacto con los nacionalistas, después de que diez diputados anónimos de estos partidos se sumaran a los del Partido Popular y Ciudadanos en la elección de los vicepresidentes del Congreso. El PP reconoce que esos diez votos de más han tenido que provenir de las filas nacionalistas, pero niega que sea fruto de algún tipo de compromiso, como el de facilitar que la antigua Convergència tenga grupo propio en el Congreso, aunque no cumpla todos los requisitos legales para ello.
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