Casa Real
El Rey llamará en su mensaje de Navidad al cumplimiento de la Ley en Cataluña
El discurso se grabó ayer por la mañana ante la necesidad de digerir el resultado de las elecciones. Zarzuela reconoce que el escenario preocupa ya que las urnas han evidenciado la realidad de una sociedad dividida por el «procés». Felipe VI hará un discurso en positivo pero firme ante el separatismo.
El discurso se grabó ayer por la mañana ante la necesidad de digerir el resultado de las elecciones. Zarzuela reconoce que el escenario preocupa ya que las urnas han evidenciado la realidad de una sociedad dividida por el «procés». Felipe VI hará un discurso en positivo pero firme ante el separatismo.
El Rey se enfrenta a su discurso de Navidad más difícil. Las urnas en Cataluña han hablado, y si apenas el 47% de los catalanes arropan el ideal separatista, y por primera vez un partido constitucionalista, Ciudadanos, ha conseguido alzarse con la victoria electoral, el núcleo político que quiere romper con la unidad de España ha conseguido la mayoría absoluta del Parlamento de la comunidad autónoma –aunque se la haya regalado la ley electoral catalana–. En este tablero político, Don Felipe se encuentra con que él es el garante de la unidad del país, y a su vez, el Rey de todos los españoles como se presentó Don Juan Carlos desde que España se rige por un sistema democrático constitucional. El equipo de la Casa del Rey ha esperado a los resultados de los comicios para perfilar un mensaje que lleva tiempo preparándose en su esencia, pero que dependía del contexto político que dejaran los comicios. Ayer comenzó a grabarse y, con 2.046.710 votantes secesionistas, el Monarca se mantendrá firme en su defensa del cumplimiento de la ley y apelará a que se priorice el orden constitucional resulten los pactos que resulten en el tablero político.
Dentro del «búnker» de Zarzuela, que se cierra para que no se filtre ni una coma de lo que el Jefe del Estado dirá a los españoles esta noche, el ambiente que se respira a través de las conversaciones mantenidas es de gran preocupación, ya que los resultados han mostrado la realidad de una sociedad rota y dividida por el «procés». La puesta en escena de Don Felipe ha sido muy clara desde el 1-O: dentro del respeto al marco constitucional, el órdago del ex president de la Generalitat por encima de la ley tras la celebración del referéndum exigía un movimiento de ficha por parte del jefe del Estado, ante la amenaza de terminar con la estabilidad del país. El Rey dirigió dos discursos inéditos durante su reinado en cuanto a su forma. En sus mensajes hay que encontrar la intencionalidad de sus palabras y contextualizarla, ya que su papel exige un delicado equilibrio para no inclinarse más hacia un lado que pueda ser motivo de acusación partidista. La gravedad de la situación se colocó al nivel del golpe de Estado del 23-F, tras el que Don Juan Carlos lanzó un mensaje apelando a las autoridades civiles y a la junta de jefes del Estado Mayor para tomar las medidas necesarias para «mantener el orden constitucional». Exactamente la misma expresión, aunque dirigiéndose a las autoridades del Estado, que ha empleado Don Felipe 36 años después.
En los premios Princesa de Asturias, el único discurso en el que el Monarca no cuenta con la intervención del Ejecutivo, habló directamente de un «inaceptable intento de secesión en un parte de su territorio nacional». Palabras que partidos radicales como Podemos aprovecharon para manchar la neutralidad del Rey y acusarlo de hacer el trabajo del presidente del Gobierno sin integrar las distintas opciones ideológicas. Desde el 20 de octubre en que se celebraron los premios Princesa de Asturias, Don Felipe no ha vuelto a mencionar la crisis social que se vive en Cataluña en ninguno de sus discursos, durante dos meses. Ni siquiera en las visitas de mandatarios extranjeros a nuestro país, como la del presidente israelí o la del palestino, mientras que ellos sí lo hicieron, o durante la cena de gala con motivo del centenario de la Cámara de Comercio de Estados Unidos con España, pese a las reivindicaciones de los empresarios catalanes por priorizar la recuperación de la economía catalana. El Monarca ha mantenido un prudente silencio que incrementó durante el periodo electoral, llegando incluso a suspender un acto en agenda en Cataluña antes de que éste comenzara. La Casa del Rey y el Ejecutivo trabajaban en un objetivo conjunto de devolver la estabilidad y relanzar la economía española, que de haber obtenido el bloque constitucionalista la mayoría suficiente como para poder gobernar habría facilitado la escenificación programada para el próximo Mobile Congress de primeros de año, en que el Rey, con el nuevo presidente de la Generalitat, respaldaría la proyección empresarial en Cataluña. Este año, junto a un entonces president Carles Puigdemont, apeló a una «colaboración leal y generosa» de las instituciones.
El deseado pronóstico no se ha cumplido, y Don Felipe no podrá despedir 2017 con un mensaje de normalidad institucional. Porque, a pesar de datos como que más de 3.000 empresas se hayan ido de Cataluña, o que el turismo haya caído casi un 5%, España se levantó el pasado viernes con la sensación de haber vuelto al punto de partida. No obstante, el Rey tratará de impulsar un mensaje positivo y de continuar trabajando por un proyecto en común, como lo es la proyección internacional del país: a principios de año viajará, junto a la Reina, a Marruecos con motivo de una visita de Estado. Uno de los objetivos de la Corona es posicionar a España en el mapa, al igual que tampoco hay que olvidar el atentado que sufrió Barcelona el pasado mes de agosto y la amenaza terrorista que sigue sufriendo el país.
La TV3 del 155 tampoco emitirá el discurso
La televisión pública catalana TV3 no emitirá esta noche el discurso de Navidad de Felipe VI. El tradicional mensaje navideño del Rey quedará relegado al canal informativo 3-24, de menor audiencia. El año pasado, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) también dejó fuera de la programación de TV3 la alocución de Felipe VI. Entonces, como este año, la dirección de la CCMA esgrimió idéntico motivo: la caída de la audiencia del discurso del Monarca. En 2016 fue la primera vez que decidieron no emitir el mensaje. En 2013, no obstante, tampoco se emitió. En esa ocasión fue por una huelga de trabajadores.
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