Memoria histórica

El síndrome del Valle de los Caídos

El PSOE vuelve a recurrir al fantasma de Franco como arma electoral a seis meses de las europeas

El senador del PNV Iñaki Anasagasti colgó en su Twitter su visita al Valle de los Caídos
El senador del PNV Iñaki Anasagasti colgó en su Twitter su visita al Valle de los Caídoslarazon

Sorprendió a casi todos la Proposición no de Ley que presentó el pasado martes el diputado guipuzcoano Odón Elorza en la que reclamaba la exhumación de los restos mortales de Franco del Valle de los Caídos para que sean trasladados a otro lugar donde decida la familia del dictador. Regresaba con esta propuesta el «olvidado» debate sobre la memoria histórica, pero sin evitar la sorpresa de casi todos por el momento. ¿Por qué se pide ahora una actuación que el PSOE no hizo durante ocho años? Desde la maniobra electoral a unos meses, al claro gesto de izquierdismo de cara a la Conferencia Política, y por supuesto, la disyuntiva en la que coloca al PP para que se posicione en un tema tan polémico.

A pocos se les escapa que el Valle de los Caídos es un tema al que recurren los socialistas en tiempo de crisis. Cuatro meses de las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 recurrieron a una de sus promesas favoritas, la exhumación y el traslado de los restos de Franco, con la creación de una comisión de expertos. Eso sí, la jugada al PSOE no le salió como esperaba. Los expertos tardaron más de lo debido y ofrecieron su informe nueve días después de que Rubalcaba se diera un batacazo electoral histórico en las generales. Ramón Jáuregui, entonces ministro de la Presidencia, tuvo que salir en rueda de prensa para defender un informe que sabía que no podría aplicar por estar el Gobierno en funciones. Y para demandar que el futuro Ejecutivo no enterrase «en un cajón» la intervención en el mausoleo. Precisamente lo que ha hecho su formación. Ni una palabra del Valle de los Caídos en dos años...hasta el pasado martes.

Y es que los socialistas vuelven a recurrir al síndrome del Valle de los Caídos con la fractura con el PSC en pleno auge, con las elecciones europeas a la vuelta de la esquina y con la recuperación económica como principal obstáculo electoral. Por si fuera poco, lo hacía a apenas veinte días del 20-N, tradicional foco de tensión entre franquistas y antifascistas, pero que cada año cuenta con un ambiente más calmado y con menos manifestaciones en el Cuelgamuros. A sabiendas de que la propuesta de Odón Elorza iba a encontrar numerosas críticas, el ex alcalde de San Sebastián quiso curarse en salud y visitar in situ el Valle de los Caídos. El propio diputado socialista lo reconocía en su cuenta de Twitter el mismo día que registró su propuesta en la Mesa del Congreso. La visita tuvo lugar el jueves 24 de octubre, o, lo que es lo mismo, seis días antes de pedir exhumar de nuevo los restos de Franco. Eso sí, según ha podido saber este diario, la visita fue bastante discreta, a eso de las 15:30 horas, con una duración aproximada de dos horas. De hecho, lo hizo sin escolta y en transporte público desde El Escorial. Acudió al recinto del Cuelgamuros con una mujer, y aunque estuvo preguntando a trabajadores sobre la situación actual y acabó por ser un turista más, no se entrevistó con el abad de la Basílica, el padre Anselmo. Una entrevista que sí solicitó Ramón Jáuregui a finales de 2011, una vez perdidas las elecciones. Fue el último intento socialista para intentar convencer el abad de sacar los restos de Franco. Finalmente el ex ministro declinó seguir con la iniciativa.

«Provocación»

Para Pablo Linares, presidente de la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, la propuesta de Elorza «es una provocación para volver a utilizar el Valle de los Caídos con tintes claramente electoralistas». «Tuvieron ocho años para hacerlo o para intentar hacerlo. Por eso, no entiendo que se hable ahora del Valle de los caídos con la que está cayendo en este país», asegura Linares, que considera que «se trata de una cortina de humo del PSOE para desviar la atención sobre temas que les atañen». Incluso para los benedictinos, que prefieren quedarse al margen de polémicas políticas, «quieren que se despolitice el asunto de una manera o de otra y ahora hay que empezar de nuevo por la postura revanchista del PSOE», insiste.

Por todo ello, son muchas las voces que no entienden la presentación de esta iniciativa. Ni el cuándo, ni el cómo. Porque al ser presentada como Proposición No de Ley, no necesita pasar el filtro de que estén a favor siete miembros del Grupo Socialista. Tan sólo es necesario que cumpla los requisitos formales para su tramitación. Eso sí, su presentación no deja de ser más simbólica que otra cosa. La petición volverá a caer en saco roto. Y no sólo porque la familia, la única capacitada para decidir exhumar los restos del general, insista en rechazar este extremo. También porque el PP es previsible que haga uso de su mayoría absoluta para rechazar su tramitación. De hecho, hace cuatro meses una iniciativa similar de la izquierda catalana ya fue rechazada en el Senado.