El Supremo mantiene a Junqueras en prisión por no abandonar la «unilateralidad»

Los jueces concluyen por unanimidad que en su caso existe riesgo de reiteración delictiva.

A los jueces nos les convencen las palabras ni las buenas intenciones sino los hechos. Este es el resumen de los 25 folios del auto con el que el Tribunal Supremo ha desestimado –como ya avanzó este diario el pasado miércoles– el recurso de apelación de la defensa de Junqueras para lograr su salida de la cárcel. No basta, por tanto, con que sus abogados proclamen que el líder secesionista ha abandonado la unilateralidad y la rebelión contra el Estado de derecho. Es preciso además que haya hechos que lo atestigüen ya que, como reza el documento firmado por unanimidad por los tres jueces encargados de fallar sobre el recurso, «existe un riesgo relevante de reiteración delictiva al no existir ningún dato que permita entender que el recurrente tiene la intención de abandonar la vía seguida hasta ahora».

Los jueces dejaron claro ayer que en el actual ordenamiento jurídico defender la independencia de una parte del territorio español no es ilegal. Pero siempre ha de hacerse por medios legales y, según los magistrados Miguel Colmenero, Francisco Monterde y Alberto Jorge Barreiro, existen graves indicios de que los acusados se saltaron todas las advertencias emitidas por los tribunales y llegaron a proclamar la independencia «alzándose contra el Estado español, contra la Constitución, contra el Estatuto de Autonomía y contra el resto del ordenamiento jurídico». Se trata, por tanto, de un «hecho gravísimo» impensable en un Estado democrático de Derecho en el «que el cumplimiento de la Ley como expresión formalizada de la voluntad popular aprobada por sus representantes legítimos imponen ciertos límites que deben ser respetados en aras de una convivencia pacífica y ordenada». El auto llega incluso a hablar de un «plan de reparto de papeles» entre los cabecillas del proceso independentista y subraya que las llamadas al diálogo solo se han presentado desde el bloque independentista en referencia «a la forma en la que el Estado español pudiera prestarse a reconocer la independencia de Cataluña». Las llamadas a este tipo de «diálogo» en ningún caso pueden «valorarse como un indicio de abandono del enfrentamiento con el Estado mediante vías de hecho con la finalidad de obligar a aquel a reconocer la independencia de Cataluña».

Tampoco han convencido a los jueces los argumentos del letrado de Junqueras en referencia a los derecho de representación política de su cliente. Los magistrados recuerdan en el auto que determinados cargos políticos no conllevan automáticamente incorporada la inmunidad y que, por otro lado, Junqueras era consciente cuando se presentó a las elecciones de que existía ese proceso penal que podría acabar con penas de inhabilitación para ocupar cargos públicos.

Tras conocer la resolución de Supremo, el ex vicepresidente de la Generalitat pidió a través de su cuenta de Twitter a los simpatizantes de Esquerra que «transformen la indignación en coraje y perseverancia». En la línea de gran emotividad que Estremera parece haber inspirado el líder secesionista, Junqueras afirmaba asimismo: «persistid porque yo persistiré. Gracias por todo vuestro apoyo. Os quiero».