Cataluña
En manos de Colau
El apoyo de los comunes a la consulta será decisivo para el plan separatista.
El apoyo de los comunes a la consulta será decisivo para el plan separatista.
Los movimientos se están acelerando en la «enésima semana» decisiva del procés. Declaraciones y contradeclaraciones han sembrado los medios de comunicación durante los últimos días desde que el Govern dijera que anunciaría, como adelantó LA RAZÓN, la pregunta y la fecha esta misma semana. En principio estaba previsto el miércoles, fecha en la que coincidía con el inicio de la Guerra dels Segadors en 1640, pero en fuentes de los partidos del Gobierno no se descarta que al final el acto formal de presentación se fije para jueves o viernes.
Puigdemont convocó la pasada semana a sus huestes más fieles y, a pesar de eso, afloraron las diferencias. Los Comunes de Ada Colau no asistieron y ERC le afeó la estrategia. Por eso, hoy martes el presidente de la Generalitat ha convocado el Pacte Nacional pel Referéndum que agrupa a todas las organizaciones partidarias de una consulta, sea pactada o unilateral. En esta reunión, el presidente catalán pretende ampliar el respaldo a su propuesta porque ahora con sólo los apoyos de ERC y la CUP puede aspirar, como mucho, a una repetición del 9-N. Sin embargo, la situación es tan compleja y está tan envenenada que las previsiones no son halagüeñas «que nadie espere una declaración más allá de los puntos en común», apunta en conversación con LA RAZÓN el presidente del Pacte, Joan Ignasi Elena. El ex líder socialista sigue apostando por una consulta negociada a pesar «del paternalismo del Estado» y confía en un apoyo del PSC a una consulta «pactada».
En las últimas horas, Podemos ha descartado su apoyo a una consulta unilateral y su confluencia en Cataluña, el partido de Colau con Xavier Doménech a la cabeza, afirma que no se puede apostar por una consulta con fines partidistas, al tiempo que hace gala de un doble lenguaje que centra en la ambigüedad su máxima expresión. Se sienten queridos por los independentistas y se quieren hacer valer porque los morados, como todas las fuerzas políticas catalanas, están centrando su estrategia en un previsible adelanto electoral. Hasta hoy, los Comunes rechazan un referéndum al servicio de los independentistas, pero no está claro cuál será su posición si Puigdemont convoca la consulta y el Estado la impide.
A Puigdemont en los últimos días se le está acumulando la faena. La Comisión de Venecia le ha dado la espalda y ha respondido con celeridad a su petición afirmando que el referéndum sólo es viable y legal si «tiene el acuerdo con el Estado». Además, en las últimas horas la Fiscalía ha encargado al Tribunal de Cuentas que investigue a Artur Mas, Joana Ortega, Francesc Homs e Irene Rigau por los pagos efectuados el 9-N. Si procediese la restitución de estos fondos públicos, los investigados deberían afrontar con su patrimonio el pago de más de 5 millones de euros. En paralelo, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya ha abierto una investigación sobre Germà Gordó, mano derecha de Mas en el Gobierno en el partido, sobre el cobro de comisiones. El «caso 3%» cae como una bomba en la cúpula del PDeCAT que ha tirado en la cuneta al otrora hombre fuerte que sopesa abandonar el grupo parlamentario, pero no dejar su acta de diputado. Estos casos han avivado la división en el PDeCAT entre la nueva dirección y los seguidores de Artur Mas y Francesc Homs. Un enfrentamiento que puede recrudecerse en los próximos días porque está a punto de hacerse pública la sentencia del «caso Palau».
Por si fuera poco, el malestar en los funcionarios es manifiesto y muchos se niegan a prestarse a los movimientos del Govern. Desde el Ejecutivo se niega esta situación, pero ERC ha acusado al Gobierno de hacer una «campaña del miedo» contra los funcionarios. De hecho, esta situación también afecta a los ayuntamientos que serán básicos para poner en marcha una consulta. Algunos alcaldes convergentes han hecho saber a su dirección que no están dispuestos a asumir sanciones porque las elecciones municipales están a la vuelta de la esquina.
Forzado por sus propios tiempos, Puigdemont quiere esta semana lanzar la fecha y la pregunta para cerrar filas con los suyos y presionar a los de Colau. Será simplemente una toma de posición. El Gobierno no aprobará nada, ni nada será publicado oficialmente para evitar la acción de la Fiscalía. Eso sí, el independentismo se revestirá de épica. Reunión extraordinaria de Gobierno con presencia de la mayoría del arco parlamentario y acto de fuerza el domingo de las entidades soberanistas dando apoyo a Carles Puigdemont en una manifestación que prevén multitudinaria.
Todo está previsto a falta del apoyo de los Comunes. Ada Colau y Xavier Doménech se han convertido en el talismán del soberanismo aunque son su máximo enemigo. Puigdemont afronta una semana de movimientos poniéndose en manos de Cataluña en Comú, el partido de Colau y Domènech. Sin embargo, hoy Puigdemont no obtendrá su apoyo en la reunión del Pacto por el Referéndum. La incertidumbre seguirá.
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