Felipe VI: «La Constitución prevalecerá frente a quienes quiebran la convivencia»

El Rey ha garantizado hoy que la Constitución "prevalecerá sobre cualquier quiebra"de la "convivencia en democracia", y "los derechos que pertenecen a todos los españoles serán preservados"frente a "quienes se sitúan fuera de la legalidad constitucional y estatutaria".

Felipe VI hizo ayer su primera referencia expresa a Cataluña después de la marcha en Barcelona en contra del terrorismo del pasado 17 de agosto. Tras manifestar su intención de hablar de la «situación que estamos viviendo» en la región, aseguró que «la Constitución prevalecerá frente a quienes quiebran la convivencia». Sólo una vez se ha referido directamente Don Felipe a la coyuntura secesionista en Cataluña, y fue en su primer discurso de Navidad como Rey, en el que aseguró que «millones de españoles llevamos a Cataluña en el corazón» y apeló a la «fuerza de la unión» nacional. Desde entonces, como símbolo de la unidad del país, nunca se ha salido de esa ruta en sus mensajes públicos, y sí se ha referido a la ofensiva secesionista en un tono indirecto, pero nunca había vuelto a no dejar lugar para la duda.

Ayer, los Reyes se trasladaron a Cuenca para entregar los Premios Nacionales de Cultura 2016, en el primer discurso del Jefe del Estado del curso político. «La convivencia en una democracia constitucional como la nuestra sólo es posible si las leyes que la regulan y organizan son atendidas y cumplidas por los ciudadanos y las instituciones», aseguró Don Felipe, y «si los derechos y libertades de los ciudadanos son respetados por los poderes públicos», en clara alusión al Gobierno de la Generalidad. Don Felipe quiso lanzar un mensaje tranquilizador asegurando que estarán «garantizadas y protegidas», ante quienes «se sitúan fuera de la legalidad constitucional y estatuaria». El Rey se refirió a esta unidad como «pilar esencial de nuestra permanencia en la Unión europea».

El Monarca, como ha manifestado en sus círculos más cercanos, debe ser neutral en el ámbito político, pero no en lo que respecta a la pretendida desintegración estatal soberanista. En su constatación tras haber estado en contacto con las principales fuerzas políticas de un frente común para hacer frente al secesionismo, el Rey tiene seguridad en que el aparato del Estado funcionará para que el 1 de octubre no represente la fecha en que Puigdemont y su cuadrilla lograron sus objetivos. No en vano aprovecharon el atentado yihadista perpetrado en Cataluña el pasado mes de agosto para actuar contra la Corona, desde sus críticas a que los Reyes publicaran fotos de los niños víctimas del atentado en los hospitales –lo que no tuvo mucho recorrido tras la respuesta de Zarzuela aclarando que contaban con permiso de los familiares–, hasta la manifestación en señal de repulsa hacia el terrorismo en la Ciudad Condal, en que la CUP intentó boicotear la presencia del Jefe del Estado. Don Felipe no puede entrar al «juego» de los chantajes soberanistas, pero sí tomar posición públicamente, como también hiciera en 2015 en la sede del BBVA cuando también transmitió seguridad apelando a los valores constitucionales, después de que el parlamento catalán aprobase el llamado proceso de desconexión .

El Rey no tiene previsto viajar a Cataluña antes del 1-O, pero tendrá la agenda exterior despejada hasta la fecha para estar pendiente de la situación en el país.