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Granados, como Pujol, se escuda en una herencia para justificar las cuentas en Suiza
Dice que abrió su cuenta en Suiza «con un poco de dinero» que le dio su padre. Explicó al juez que firmó «unos papeles en blanco» para traspasársela a Marjaliza. La Fiscalía puso de relieve su «amplio círculo de influencias judiciales y policiales»
El ex consejero de la Comunidad de Madrid Francisco Granados también recurrió a una herencia de su padre –como hizo hace un año el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol al desvelar su fortuna oculta en el extranjero– para explicar sus negocios con el empresario David Marjaliza, supuesto cabecilla de la «trama Púnica». En su declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco –que investiga la supuesta trama corrupta– el 31 de octubre del pasado año, el ex secretario general del PP de Madrid explicó al magistrado que las cuatro parcelas de Valdemoro que vendió a Marjaliza en 2007 –según el juez con una plusvalía de un 1.500%– las recibió en herencia de su padre, «que era agricultor». La Fiscalía Anticorrupción cree que esas cantidades estaban infladas y que en realidad fueron utilizadas por el empresario para pagar a Granados los supuestos favores por la adjudicación de contratos públicos en Valdemoro.
«Yo tengo unas parcelas y el señor Marjaliza me las paga a precio de mercado –asegura Granados–. Punto. Es que no hay nada más detrás». E insistió en que esos terrenos «fueron recalificados por el partido socialista. Yo nunca he recalificado un solo metro de mi propiedad. Nunca».
Pero no fue ésa la única vez que el ex consejero del PP se refirió a su padre. Granados también aseguró que únicamente ha tenido una cuenta en Suiza, que abrió en 1994 en el Crédit Lyonnais «con un poco de dinero que me dio mi padre». Cinco años después, cuando fue elegido alcalde de Valdemoro, decidió cerrarla. «Pero el banco me dijo que cerrarla y devolverme los fondos era muy complicado» y la entidad le instó, según él, a buscar a otra persona que le sucediera como titular de la cuenta. Esa persona fue Marjaliza –«le conozco desde la adolescencia, aunque nunca he tenido negocios con él ni con nadie»–, a quien traspasó la cuenta suiza. «Me reembolsaron entre 320.000 y 340.000 euros y la verdad es que me olvidé de ella».
Antes tuvo que firmar «unos cuantos papeles siempre en blanco, porque en los bancos suizos nunca firmas los papeles rellenos». «Sí que es verdad –precisó al juez Velasco y a las fiscales de Anticorrupción, según consta en el sumario del «caso Púnica»– que el gestor me dice que entre las cosas que voy a firmar hay un poder para que el sr. Marjaliza opere en esa cuenta con su dinero».
Granados negó que recibiera de Marjaliza un chalet en la urbanización Playas del Arenal de Marbella, situado junto a otros dos propiedad del empresario y del también ex alcalde de Valdemoro José Miguel Moreno («teníamos una relación prácticamente de hermanos, pasábamos los veranos juntos»). «Dimos una entrada cuando estaban en construcción y luego no nos venía bien comprar y el sr. Marjaliza se quedó con las casas y nos devolvió las entradas. Y cuando me interesó comprar, las compré», insistió.
«No tengo ningún negocio ni tengo ninguna cuenta ni me dedico a nada. Tengo dos empresas que he abierto hace unos días para dedicarme a la gestión de bodas».
Granados también se refirió a su intento de comprar una parcela en el municipio del que fue alcalde para montar una gasolinera. «Como sabe he dejado la política y estoy intentando, lógicamente, buscarme la vida con otras cosas». El juez le leyó una conversación grabada durante la investigación en la que su interlocutora le traslada las quejas de un empresario conocido por ambos. «Lo que me ha dicho es que cuando tu eras consejero pedías un camión de vino y antes de colgar ya estaba aquí y ahora todo son problemas...».
Las relaciones de Granados con la empresa Waiter Music, adjudicataria de contratos para eventos musicales en distintos municipios de Madrid, y, en concreto, con su principal accionista, José Luis Huerta, centraron también una parte importante del interrogatorio. El juez Eloy Velasco pareció no darle mucha credibilidad a que entre ambos sólo existiese una relación de amistad, como había declarado el ex consejero de Madrid. Hasta el punto de que el magistrado le preguntó si la realidad no era que parte de esos contratos se repartían entre el propio Granados y el PP: «Creemos que parte del dinero hinchado de esos contratos –no puede valer tanto la música– se los quedaban y se los repartían el alcalde, usted y el PP. ¿Lo niega?», le espetó el magistrado. A lo que el detenido contestó con un «¡vamos!», para incidir a continuación: «Vamos, que lo niego al cien por cien. ¿Qué tiene que ver el PP, conmigo, Waiter Music?».
La misma línea siguió el juez cuando le preguntó si había «pagado a cargos públicos o políticos por la adjudicación de contratos a esa misma empresa». Granados, sorprendido, responde: «¿Quién? ¿Yo? ¿A los cargos públicos? ¿Por qué voy a tener que pagar a los cargos públicos? No, señoría, no he pagado a nadie jamás».
Por otro lado, negó que las adjudicaciones realizadas cuando era consejero en Madrid se saltasen la legalidad: «Las cosas en la Comunidad son muy serias, hay una Secretaría General Técnica, informes, van a consejo de Gobierno... Ahí no hay influencias ni amistades, ahí va todo tasado y pautado». También rechazó que Marjaliza fuese el «custodio» de su dinero. «A mí, David no me guarda absolutamente nada. De eso, nada. No me ha entregado dinero jamás».
Entre otros motivos, la Fiscalía justificó el ingreso en prisión de Granados porque la investigación ha desvelado que el ex consejero tenía «un amplio círculo de influencias, tanto judiciales como policiales».
La fiscal, sobre Majarliza
«Ha cometido absolutamente todos los delitos»
La fiscal del «caso Púnica» justificó en octubre del pasado año el ingreso en prisión de Marjaliza por la larga nómina de delitos que se imputan al empresario. «No podemos ahora ponernos a valorar y explicarle a su señoría todo lo que ha llegado a cometer. Nos ha llamado la atención que cuando nosotros nos planteábamos qué delitos contra la corrupción había cometido David, a la conclusión a la que hemos llegado es... ¿cuál es el que no ha cometido? Porque es que los ha cometido absolutamente todos». «Cuando cogimos el Código Penal para decir “éste, éste...”. Los ha cometido absolutamente todos».
Moreno, exalcalde de Valdemoro
«No tengo un duro, estoy en el paro»
«No tengo un duro, estoy en el paro. Vivo de mi sueldo, he vivido siempre de mi sueldo», aseguró al juez Eloy Velasco el ex alcalde de Valdemoro José Miguel Moreno (PP), que supuestamente adjudicó contratos a la «trama Púnica». En el sumario del caso consta una conversación en la que, el 18 de agosto del pasado año, el ex regidor del municipio madrileño le dice a David Marjaliza: «Me hace falta pasta, mira a ver cómo se puede hacer». Unos días después, el 3 de septiembre, Moreno salió de la oficina del empresario con un «abultado» bolsillo en el que, según la Guardia Civil, llevaba dinero en efectivo.
Figar, al juez Velasco
Granados introdujo a De Pedro en el PP de Madrid
La ex consejera de Educación de la Comunidad de Madrid Lucía Figar aseguró al juez Velasco el pasado 26 de junio que conoció al empresario Alejandro de Pedro, supuesto «conseguidor» de la trama que hizo trabajos de posicionamiento en internet para el Gobierno regional, en una reunión organizada en 2010 en la sede del PP en Madrid a la que le convocó el entonces secretario del partido en Madrid, Francisco Granados. «Le conozco en la sede del PP en Génova en el contexto de una charla sobre redes sociales a la que fui convocada por el secretario general y a la que acudía en calidad de experto», dijo Figar.
Supuestas comisiones
«Coge el sobre y sal por la puerta»
De Pedro reconoció en su declaración de octubre del pasado año que recibió dinero en efectivo de un supuesto representante de Indra que le dijo: «Coge el sobre y sal por la puerta» (en su interior supuestamente había 10.000 euros). El empresario explicó al juez que la Comunidad de Madrid le debía 120.000 euros por su labor de posicionamiento on-line a favor del Gobierno regional, aunque le resultaba complicado reclamarlos porque no había facturas ni firmaron contratos. Por este motivo se reunió con el vicepresidente autonómico Salvador Victoria. «Me dijo que no me preocupara, que me iban a pagar».
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