«Hay que generar conflicto para forzar al Estado»

Si se ignora la DUI, la estrategia es conseguir un referéndum pactado.

Los separatistas catalanes se creen preparados frente a una reacción violenta del Estado a sus planes secesionistas e incluso contemplan la posibilidad, textualmente, de que pierdan o que resistan. En este último caso, tratarían de generar más conflicto.

La Guardia Civil encontró en el domicilio particular del secretario general de Economía y Hacienda de la Generalitat, Josep Maria Jové (el hombre de confianza de Oriol Junqueras) el documento-hoja de ruta para llegar a la república catalana.

Los separatistas creían todo bien planeado, que su secreto no se iba a conocer y que lograrían sus fines hasta alcanzar la independencia de Cataluña.

El citado documento contemplaba cuatro supuestos:

El primero con un Gobierno de transición, al que seguiría, el segundo, otro para completar la independencia.

El primero es el que elabora el plan estratégico realizable y de consenso, y crea las condiciones para garantizar el nacimiento del nuevo Estado. «Una vez realizado ese trabajo, convocará elecciones cuando sepa que habrá un nuevo parlamento independentista», agregaba.

En caso de que el Estado español no aceptara la propuesta se producirá un conflicto que puede derivar en la creación de un Estado propio. Los autores del texto, reconocían la gravedad del supuesto ya que llevaría a un conflicto que requeriría de una gran determinación y «mucho apoyo social». Con todo, admiten que «sería más fácil con una clara mayoría independentista en el Parlamento».

El tercer escenario es el de que se produjera la asfixia económica y judicial», que llevaría a un mayor conflicto y a la «desconexión forzosa».

Y la cuarta opción, según el documento requisado por la Guardia Civil, sería una oferta de negociación por parte del Gobierno de España a cambio de que los independentistas renunciaran a la declaración unilateral.

En ningún caso, dicha oferta sería aceptada. Al contrario, exigirían el referéndum, que llevaría a nuevos conflictos y a la desconexión forzosa del Estado.

La Guardia Civil concluye que, «en definitiva, cualquiera de los escenarios contemplados debe llevar a crear un Estado propio». Para convencer a la población, desarrollarían campañas de comunicación que requieren de la implicación «de entidades soberanistas y de la ciudadanía, además del Govern, los partidos políticos y el Parlament».

El plan que escondía Jové en su vivienda establece dos comités, uno estratégico y otro ejecutivo. El comité estratégico, según el informe de la Guardia Civil, establece los grandes objetivos y una misión esencial como objetivo: la independencia de Cataluña.

Estaría integrado por el presidente y vicepresidente de la Generalitat; los presidentes y portavoces de los grupos parlamentarios independentistas y los presidentes y vicepresidentes de las entidades soberanistas: ANC, Òminun Cultural y Asociación de Municipios Independentistas. A este respecto, se citaba expresamente a Jordi Sánchez Pincayol y Jordi Cuixart Navarro, quienes se encuentran dentro del comité en una posición decisoria similar a la de Carles Puigdemont y Oriol Junqueras.

En el Comité Ejecutivo se incluirían los secretarios generales de presidencia y vicepresidencia, entre ellos Josep María Jové; los directores de las oficinas de desarrollo de autogobierno; profesionales expertos en los distintos ámbitos del proyecto, donde el informe sitúa, sin género de dudas, al mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero. También se contaba con la presencia de asesores.