El PSOE cede la oposición: «El tiempo nos dará la razón»

«Nuestra abstención no es resignación, es un nuevo comienzo para construir una alternativa mayoritaria». Un nuevo comienzo. Con esta vocación se bajó ayer Antonio Hernando de la tribuna del Congreso de los Diputados. Después de diez meses defendiendo el «no» a Mariano Rajoy, ayer el portavoz socialista tuvo que reinventarse para pronunciar uno de los discursos más crudos de su trayectoria: el de la abstención al PP. El ánimo en la bancada socialista dio buena cuenta de la trascendencia del momento. Aplausos escasos, casi medidos, y un clima de funeral, ya que –para algunos diputados– el partido estaba «enterrando» su proyección como oposición. No hubo que esperar demasiado para atestiguarlo. Iglesias y Rajoy polarizaron de tal modo el debate, que los socialistas asistieron como meros convidados de piedra al toma y daca en clave irónica entre ambos dirigentes. Por el contrario, la intervención del portavoz parlamentario socialista tuvo un claro tono de autoconvencimiento y estuvo más enfocado en clave interna, para argumentar ante los suyos la controvertida posición de facilitar la investidura de Rajoy, que en llevar el peso de la crítica al PP.

Desde la tribuna, el portavoz comenzó reivindicando la tradición histórica del PSOE, su rol como garante de la estabilidad y como responsable de poner fin a la parálisis institucional. Tras enumerar las cesiones históricas que ha hecho el partido, tales como renunciar al marxismo, afrontar el sostenimiento de las pensiones o desdecirse de sus convicciones para mantener a España en la OTAN, Hernando concluyó que ante todos estos desafíos, «el tiempo nos dio la razón», quizá con la esperanza de que también ahora, tras permitir que gobierne el PP, se la acabe dando.

Hernando volvió a recurrir a la disyuntiva de elegir entre elecciones o permitir la investidura. «Usted no nos gusta como presidente del Gobierno», le espetó a Rajoy, al tiempo que recordaba que «las razones que hemos reiterado durante estos diez meses para oponernos a su investidura siguen vivas». Por ello y porque «no tiene ni nuestra confianza ni nuestro apoyo» los socialistas votaron ayer «no» a Rajoy. Que se hubieran abstenido en primera votación no hubiera tenido ningún efecto, ya que el candidato necesitaba mayoría absoluta de apoyos.

En clara alusión interna, Hernando reivindicó a todos aquellos que «hemos defendido con convicción el “no” a la investidura» durante meses y que ahora optan por la abstención. «Todos los que hemos defendido una y otra opción somos socialistas y seguiremos siendo socialistas», destacó. En este punto, puso en valor el poder que tendrá el Parlamento en esta legislatura con un gobierno en minoría y destacó que aunque Rajoy conseguirá de su mano la investidura el sábado, tendrá que pelear la gobernabilidad. Aunque hasta ahora el PSOE se ha mostrado contrario a facilitarla, dando luz verde a los Presupuestos, ayer el portavoz sólo consideró esta opción «muy difícil», pero no cerró la puerta a no impedir su aprobación.

Los socialistas tienen la vocación de liderar la oposición y, por ello, Hernando intentó marcar las distancias con el PP defendiendo que «no son iguales». Hernando también anticipó los ataques que recibirá en adelante de Podemos con una defensa avanzada, y les recordó que la oposición no se lidera «detrás de una pancarta».