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Pastor: «Os llaman las madres de la Constitución, pero sois más que eso»
La presidenta del Congreso elogia el papel que jugaron las diputadas y senadoras del 77: «Sois un ejemplo»
La presidenta del Congreso elogia el papel que jugaron las diputadas y senadoras del 77: «Sois un ejemplo»
La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, realizó ayer un encendido elogio a la contribución realizada por las 27 diputadas y senadoras presentes en las Cortes Constituyentes de 1977 y representadas ayer en la sede de LA RAZÓN en Madrid por Doña Juana Arce, Doña Mercedes Moll de Miguel, Doña María Teresa Revilla, Doña Belén Landáburu y Elena Moreno. Su papel en aquellos años resume «la invaluable contribución hecha por nuestras mujeres al progreso de España y a la construcción y el funcionamiento de nuestro sistema democrático». Pastor elogió, como ya hiciera durante su discurso en el Congreso en la celebración de los 40 años de las primeras elecciones democráticas, el espíritu de convivencia y de generosidad que prevaleció durante los años de la Transición y que fue lo que hizo posible que se llegara a los acuerdos políticos que abrieron la etapa democrática. «Aquí hay gente joven, pero me da pena que no haya más porque tengo la sensación de que hay una nueva generación que no conoce el esfuerzo de concordia necesario para que personas tan diferentes ideológicamente se entendieran», lamentó la presidenta de la Cámara Baja.
Por eso es crucial, argumentó Pastor, que se reconozca adecuadamente la figura y el trabajo de las 27 diputadas y senadoras del 77, cuya lista completa leyó provocando la primera ovación de los asistentes al acto. «Algunos quisieron decir que fuisteis las madres de la Constitución, yo creo que fuisteis más que eso», dijo. Un número de mujeres, 27, quizá pequeño pero que «recuperaba con valentía el protagonismo que en su día habían reivindicado Clara Campoamor, Victoria Kent y Margarita Nelken: los únicos tres nombres femeninos entre los constituyentes de 1931».
A continuación, Pastor describió la «tutela que resultaba insostenible» por parte del ordenamiento jurídico del régimen franquista a las mujeres, concretamente la necesidad del consentimiento del esposo para abrir cuentas bancarias, conseguir el Pasaporte o el Documento Nacional de Identidad o firmar contratos públicos. Todo ello empezó a cambiar con la Constitución y, después, otras reformas legislativas que contribuyeron a lograr la equiparación de derechos entre hombres y mujeres en nuestro país. Pastor citó, entre otras, leyes para promover la conciliación de la vida laboral y familiar, de protección integral contra la violencia de género, sobre el derecho a la reducción de jornada por cuidado de hijo y medidas contra la violencia de género.
La presidenta recordó que hoy ocupan un escaño en el Congreso 138 diputadas, siendo la legislatura de mayor representación femenina en toda la historia de nuestra democracia y superando la media de parlamentarias en los países de la Unión Europea. Pero aunque aún se está lejos de la paridad entre hombres y mujeres, no es esa la desigualdad entre hombres y mujeres que preocupa a Pastor porque «las mujeres en política tenemos un micrófono y podemos defendernos». La desigualdad que sí preocupa a la presidenta del Congreso es la que no se ve, la de aquellas mujeres que no tienen independencia económica. En este momento, Ana Pastor recordó una anécdota que sucedió cuando se estaban elaborando las listas electorales de su partido en uno de los últimos procesos electorales. En un momento determinado alguien, «un compañero», dijo: «Tenemos que incluir a mujeres». Y entonces Pastor replicó: «Qué bonito será el día que una mujer diga: ‘‘Tenemos que incluir a hombres en las listas’’». Para acabar con la «cultura machista» que aún, a juicio de Pastor, impregna muchos ambientes de la nación, es necesario actuar en la familia, en la escuela e implementando políticas encaminadas a lograr la incorporación definitiva de la mujer al mercado laboral en pie de igualdad con el hombre para lograr la independencia económica y evitar casos de «violencia contra la mujer», término que la presidenta del Congreso prefiere al de «violencia de género». En este sentido Pastor recordó «que el mayor número de empleo de mujeres que se ha creado en Europa se ha logrado en España».
Volviendo al recuerdo de la España del 77, la presidenta del Congreso afirmó que en aquel momento nuestro país demostró ser capaz de transformarse en poco tiempo desde una dictadura a una sociedad abierta y democrática. «No confiaban mucho en nosotros en Europa. No pensaban que íbamos a ser capaces de dejar de enfrentarnos. Pero dimos la talla entonces y la hemos dado en estos cuarenta años porque a este país no hay quien lo reconozca». Y en este sentido Pastor quiso reconocer el mérito de las mujeres que participaron en la Legislatura Constituyente, cinco de las cuales estaban presentes, como ya se ha apuntado, entre los asistentes al acto.
La presidenta de la Cámara Baja finalizó su intervención con una cita de la la sufragista norteamericana Elizabeth Cady Stanton, quien defendía que «el lugar de una mujer en la sociedad marca el nivel de civilización que esta sociedad posee». Es por esta causa por la que Pastor manifestó su deseo de que, en este año en el que se celebra el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas, España se marque «el listón alto» de que la mujer ocupe de verdad en la sociedad –y sobre todo las que menos oportunidades tienen– el lugar que se merecen. La últimas palabras de Ana Pastor ayer en la sede de LA RAZÓN fueron de agradecimiento hacia su partido, el PP, que «siempre me ha apoyado y que me ha permitido llegar donde estoy hoy».
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