Represión en Venezuela
Iglesias planta a la oposición venezolana
Rechaza reunirse con las esposas de los dirigentes encarcelados por «problemas de agenda» n Felipe González dice que el «99% de los votantes de Podemos no tiene ni idea de lo que ocurre en Venezuela».
Mitzy Capriles y Lilian Tintori, esposas de los dirigentes políticos venezolanos presos Antonio Ledezma y Leopoldo López, respectivamente, lamentaron ayer que el líder de Podemos rechazara una petición para reunirse con ellas durante su estancia en Madrid. Capriles manifestó su «profundo desagrado» y criticó que no hayan sido recibidas «por gente que piensa democráticamente» cuando en su país existe «un totalitarismo claro».
Tintori había mantenido una reunión durante la mañana por José María Aznar en los cursos de verano de Faes, en Guadarrama, y Capriles había sido recibida por la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes. Pablo Iglesias, que tampocó recibió a Capriles en Estrasburgo, argumentó que no podía atenderlas «por razones de agenda». Ambas ofrecieron por la tarde una rueda de prensa organizada por el Club de Madrid para pedir que las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre en Venezuela sean «libres y transparentes». En su comparecencia estuvieron acompañadas por el ex presidente Felipe González, quien afirmó que siente el «máximo respeto» por los seguidores de Podemos, si bien dijo estar convencido de que «el 99% de sus votantes no tiene ni la menor idea de lo que pasa en Venezuela». González animó a Carmena a invitar a Madrid al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, que cumple prisión domiciliaria acusado de conspiración. En su reunión con la alcaldesa, Capriles le transmitió cómo está la situación de los 75 presos políticos que hay en el país desde la oleada de protestas que se produjeron en febrero de 2014 contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Carmena expresó su solidaridad con Ledezma, cuya detención reconoció como arbitraria. Al menos así lo explicó vía Twitter la hija del alcalde de Caracas, Mitzy Ledezma, que también está en Madrid. Capriles dijo que con Carmena «tuvimos un breve reunión, amablemente fuimos recibidas en su despacho. Nos comunicó su deseo de seguir este caso que nos ocupa de los presos políticos, concretamente el de un homólogo como es Antonio Ledezma como alcalde metropolitano de Caracas». Tanto Capriles como Tintori agradecieron el apoyo de España a la oposición venezolana y, especialmente, el esfuerzo de Felipe González, quien ayer aseguró que volverá a Venezuela «porque es mi derecho como ciudadano circular por donde pueda con libertad». Capriles aseguró que Venezuela es una «democracia perdida» y González resaltó sobre la gestión de Maduro que «ni queriendo se puede hacer peor».
El ex presidente español fue declarado persona «non grata» antes de su visita a Caracas en junio para apoyar a los opositores. Su presencia en Venezuela hizo mucho daño al Gobierno de Maduro porque hasta ahora ningún líder progresista se había mostrado tan activo en contra de las autoridades chavistas. Su relato de lo que está pasando en el país caribeño es demoledor: «Han destruido el aparato productivo y la riqueza del país más rico de América Latina, y han distribuido injustamente la miseria y la escasez. Este año acabará con una inflación de 170% y un déficit del 20%». También acusó al Gobierno de haber de «haber concentrado los poderes legislativo y judicial». Pero lo que más le preocupa, según confesó, es que «Maduro dijera que aceptaría el resultado de las urnas y veinte días después dijera que si pierde las elecciones saldrá a la calle con sus huestes a defender la revolución». La gran inquietud de la oposición venezolana es asegurar un proceso electoral justo y transparente. Para ello han pedido que la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea actúen de observadores junto a Unasur. «Si no tienen nada que ocultar, ¿que más les da que haya presencia internacional?», señaló González, quien reclamó un «control serio» de las elecciones para que «el proceso y el resultado sea respetado y respetable». También pidió a Maduro «libertad de representación para no eliminar a los adversarios que sean molestos».
González dijo sentirse preocupado por el hecho de que «Venezuela, que pretende ser una experiencia de izquierdas pero no lo es», termine contaminando «el espíritu progresista de América Latina». Preguntado por el silencio que mantienen los mandatarios latinoamericanos sobre la situación de los derechos civiles en este país, afirmó que «la mayoría está de acuerdo en un 120% con lo que yo he dicho sobre Venezuela. Hay una muy seria preocupación».
Tintori negó los rumores de las últimas horas que apuntan a una próxima liberación de su esposo Leopoldo fruto de una supuesta negociación. «No se negocia con un régimen como el de Maduro. Mi esposo y los otros encarcelados son inocentes y nunca debieron estar presos», respondió.
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