Caso Pujol
Jordi Pujol Jr. intentó hacer negocios implantando un servicio postal en Siria
En Jordania esgrimió la condonación de deuda de España a Amán para impulsar un proyecto minero.
Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, extendió en el año 2000 sus tentáculos empresariales a Siria, donde junto a su entonces socio Jordi Puig –hermano del consejero catalán de Empresa Felip Puig– intentó poner en marcha unos servicios postales en un país que vivía sus últimos meses con Hafed al-Asad al frente, padre del actual mandatario sirio.
Así consta en varios correos electrónicos intervenidos en los registros ordenados en el marco de la investigación por delito fiscal y blanqueo contra Pujol Ferrusola que dirige el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata. En esas misivas –incorporadas a las diligencias y a las que ha tenido acceso LA RAZÓN– Puig hace referencia al «proyecto de la Caja Postal de Ahorros», para cuyo éxito confía en que «los “lobbys” de Jordania y Siria puedan decantar la opción nuestra» antes del viaje que pensaba efectuar a Jordania en marzo de ese año.
En otro correo de septiembre, el hermano del conseller reclama a su socio en Amán información sobre la situación del proyecto para organizar el viaje previsto al país jordano. Además, en una misiva de ese mismo día expone las condiciones «mínimas» para afrontar la iniciativa, sin cuya aceptación, avisa, «es difícil encontrar alternativas».
Pero el de Siria no fue el único proyecto en el que Pujol Ferrusola y Puig centraron sus esfuerzos empresariales (el magistrado investiga si los ingresos que percibió en éste y otros negocios el hijo de Pujol se corresponden a servicios de asesoramiento o se trata en realidad de comisiones a cambio de sus intermediaciones en adjudicaciones públicas de la Generalitat).
En diciembre de 2009, los dos socios constituyen en Amán Meren, The Middle East Regional Development Enterprises (Empresas de Desarrollo Regional de Oriente Medio), junto a representantes de la compañía nacional minera jordana Nimco. Un acuerdo de alianza estratégica (Joint Venture) que efectuaron a través de la empresa española Reverté Productos Minerales, en cuya representación Pujol Ferrusola es elegido miembro del consejo.
El objetivo es poner en funcionamiento una planta de extracción en un yacimiento de arena de sílice. La sucesión de correos electrónicos pone en evidencia las dificultades del proyecto. Especialmente llamativo es uno de los documentos incautados relativo a este proyecto, en el que se recogen las directrices a exponer por parte de la representación española en la reunión del consejo de Meren.
En ese documento en catalán se abordan también las líneas maestras para conseguir la financiación necesaria para llevar a cabo la iniciativa. «Explicar propuestas desde España», señala, entre las que incluye una posible «condonación deuda España-Jordania» y los préstamos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a la «inversión española en el extranjero». En ambos casos, especifica, la parte española del consorcio debería controlar el 50 por ciento de la sociedad.
Problemas fiscales y legales
El coste del proyecto se cifra en diez millones de dólares, de los que seis deberían obtenerse de la financiación. En una primera fase, no obstante, el capital a afrontar sería de 225.000 dólares, de los que la «inversión catalana» se haría cargo de 112.500.
En ese decálogo se advierte de posibles «problemas fiscales y legales» de la operación y se muestra el desacuerdo de la parte española del proyecto con la «contratación de un asesor externo» y con un desembolso inicial de 50.000 dólares. Y es que el propio Reverté, en otra carta, desaconseja asumir «costosos compromisos salariales hasta que se haya asegurado que el proyecto se realizará», para lo que, insiste, es necesario encontrar agua suficiente en el yacimiento. «Si no hay agua, no hay proyecto», se recalca en las directrices a exponer en el consejo de Meren.
En otro correo de Puig a su socio jordano –en el que pone sobre la mesa una producción anual de 50 millones de metros cuadrados de pladur en Dubái–, el ex socio de Pujol Ferrusola le propone trabajar también en Sudán, «pero sólo en materias primas (minerales, azúcar, café, frutas, algodón, etc). Si tienes buenos contactos en este campo, podemos empezar a trabajar inmediatamente», le escribe. Y sugiere también la posibilidad de trabajar en Etiopía.
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