Cataluña

La CIA instruyó a los Mossos para valorar los avisos de alerta

Miembros del Servicio de Información de la Policía autonómica asistieron a un curso de inteligencia en la sede central de Langley

El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Traperolarazon

Miembros del Servicio de Información de la Policía autonómica asistieron a un curso de inteligencia en la sede central de Langley.

Agentes pertenecientes a la Brigada de Información de los Mossos d’Esquadra participaron en un curso en la sede de la Central de Inteligencia norteamericana, la CIA, en Langley, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas.

Entre las materias que se imparten en el curso, cuyo contenido es considerado reservado, está el de la valoración de las fuentes informativas, las posibles amenazas y la reacción que desde las distintas brigadas se debe realizar en cada caso.

La relación entre la CIA y los Mossos, es fluida, pese a los desmentidos desde instancias autonómicas catalanas. Sin embargo, la central norteamericana tiene claro quienes son sus interlocutores de peso en España, en concreto en Centro Nacional de Inteligencia, la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía.

El hecho, como ha quedado demostrado pese a los citados desmentidos, de que la CIA incluyera entre los destinatarios de una nota sobre una alerta de ataque yihadista a los Mossos d’Esquadra, se debió a que la ciudad afectada era Barcelona y a una de sus arterias principales, Las Ramblas.

Se trató de un gesto motivado por razones operativas ya que es el cuerpo autonómico catalán el que tiene asignadas en exclusiva las competencias de seguridad y no suponía ningún tipo de marginación de los servicios centrales a nivel estatal, que también recibieron la nota (CNI, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía).

Con posterioridad a la comisión de los atentados, que causaron 16 muertos y decenas de heridos, la CIA se dirigió al CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen organizado) para reenviar la nota como «confirmación» de la remisión que había realizado en mayo a los Mossos y a las otras unidades antes citadas. El gesto dice mucho de cuáles son para la CIA los interlocutores cualificados en España.

Esta forma de actuar, por la existencia de policías autonómicas con amplias competencias, choca, por ejemplo, con la de los propios Estados Unidos. Si algunos de los cuerpos policiales españoles quiere, por ejemplo, hacer una gestión ante el sheriff de un condado en un asunto que interesa a nuestro pais antes tiene que pasar invariablemente por la «ventanilla» del FBI.

A este respecto, expertos antiterroristas consideran que se ha actuado con bastante «manga ancha». En los asuntos de terrorismo, deberían ser los cuerpos policiales de ámbito nacional los que llevaran la dirección de las investigaciones (con la colaboración de los autonómicos) bajo la supervisión de los jueces y fiscales de la Audiencia Nacional.

Durante la investigación de los atentados de Cataluña, se dio el caso de que uno de estos cuerpos pidió la realización de una serie de diligencias al juez que instruye el caso que, inmediatamente, se las encargó a los Mossos d’Esquadra. Permitió que los agentes que habían realizado las investigaciones previa acompañaran a los autonómicos a culminarlas.

Las mismas fuentes subrayan que todo esto ocurre en gran parte por la línea política que siguen los actuales gobernantes de Cataluña, empeñados en imponer la secesión de España en pocas semanas, y para los que una policía como los Mossos d’Esquadra resulta fundamental como uno de los ejes vertebradores de la futura «república» en un tema tan importante como es la seguridad. Por ello, todo lo que suponga relaciones con servicios de inteligencia internacionales o policías de otros países es fundamental dentro de esta estrategia.