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Rosell dirigió obras que él mismo había adjudicado

El ex director de Infraestructuras de la Generalitat, Josep Antoni Rosell
El ex director de Infraestructuras de la Generalitat, Josep Antoni Roselllarazon

En la caja fuerte del ex director de Infraestructuras hallaron unos CD que le implican y Anticorrupción volverá a pedir su ingreso en prisión.

La caja fuerte propiedad de Josep Antoni Rosell, director hasta hace unos días de la concesión de obras de la Generalitat, que fue abierta la semana pasada en el Juzgado de El Vendrell, contenía, además de 85.000 euros, varios CD sobre su participación en la adjudicación en su día del canal de regadío Segarra-Garrigues.

La información contenida en los dispositivos de memoria, según han informado a LA RAZÓN fuentes próximas a la investigación, debe de ser muy relevante, ya que ayer se supo que la Fiscalía Anticorrupción volverá a pedir el ingreso en prisión de Rosell, en la que ya se encuentra el gerente contable de Convergència Democrática de Cataluña (CDC y de la Fundación CatDem, Andreu Viloca.

Rosell, ingeniero agrónomo de profesión, formó parte del último Gobierno de Jordi Pujol como subdirector de Infraestructuras del Departamento de Agricultura entre 2001 y 2003. Junto con otras personas se encargó de la licitación de uno de los proyectos más ambiciosos de la Administración catalana, el canal de regadío Segarra-Garrigues, que debía convertir en tierras de cultivo más de 70.000 hectáreas de la provincia de Lérida.

Las obras fueron valoradas en un principio en unos 1.500 millones de euros pero aún no han sido terminadas, lo que ha ido acumulando sobrecostes que se estiman en más del 15 por 100. De hecho, el canal no está ni a un cuarto de su capacidad.

Con ser importante el asunto de la marcha de las obras, lo relevante es que Rosell dejó la Administración y asumió cargos de responsabilidad en la UTE (Unión Temporal de Empresas) a la que se había encargado la construcción del canal. Es decir, que quien había formado parte del equipo que adjudicó las obras ahora dirigía su construcción.

Después, con la vuelta de los convergentes al poder retornó a la Administración y, en 2011, el Ejecutivo de Más le nombró para el puesto en el que ha estado hasta hace unos días.

La caja fuerte, que Rosell entregó a un amigo para que la escondiera alegando motivos personales y familiares, contenía algo, por tanto, que quizás, desde el punto de vista judicial, sea más importante que los 85.000 euros, cuya procedencia se ignora de momento.

Como Rosell negó que la caja fuera suya y, por lo tanto, que pudiera abrirla, hubo que llamar a un cerrajero para que forzara la cerradura. La caja había sido entregada por el amigo de Rosell a la Guardia Civil nada más conocer que había sido detenido por agentes de la Benemérita.

La existencia de esa caja fuerte es uno de los motivos que llevaron a la Fiscalía a pedir al juez que ordenara el ingreso en prisión sin fianza de Rosell, al entender que era una muestra de su intención de destruir pruebas incriminatorias, pero el magistrado instructor descartó la petición de la Fiscalía y lo dejó en libertad. En el caso de Viloca, el juez sí decretó su entrada en prisión por riesgo de destrucción de pruebas y luego su defensa recurrió esta medida y pidió su excarcelación. Anticorrupción se opuso ayer a que se le excarcele, puesto que cree que aún puede tener en su poder pruebas fundamentales.