Audiencia Nacional
Los organizadores del referéndum ya tenían el resultado por anticipado
En una de las conversaciones grabadas se decía: «Si van 2 millones se tiene que decir que habrían sido 3, pero nos boicotearon»
«Si van dos millones se tiene que decir que habrían sido tres», se oye en una grabación.
Los resultados del referéndum secesionista del 1 de octubre y su justificación fueron decididos en los días previos por parte de los organizadores. Según las grabaciones que ha aportado la Guardia Civil a la Audiencia Nacional, su objetivo era «afinar» los resultados para hacer pasar la convocatoria como un éxito ante la comunidad internacional.
En una de las conversaciones intervenidas a las que ha tenido acceso este periódico se dice: «Si van 2 millones se tiene que sofisticar más y decir que habrían sido 3, pero lo han impedido, nos han boicoteado, cosas de este tipo, pero que el domingo por la noche se tiene que afinar bastante». Recibe la llamada –a las 16:11 del pasado 27 de septiembre– Francesc Sutrias, director general de Patrimonio de la Generalitat y subordinado del vicepresidente Oriol Junqueras, por parte de Joan Manuel Tresserras Gaju, que fuera consejero de Cultura (a propuesta de ERC) en el Gobierno de José Montilla.
Durante la conversación ambos hablan de cómo se va a interpretar la jornada de votación del 1 de octubre y de la estrategia que tienen que seguir al dar a conocer los resultados. En este contexto, el ex consejero de Cultura –que considera «muy importante no excederse en la interpretación [de la jornada]»– dice que «no se puede hacer un discurso triunfalista que no tenga suficiente justificación» y que «tienen que aparecer delante del mundo diciendo que son gente seria: queríamos hacer esto y no nos han dejado y a partir de ahí ver qué interpretación se puede hacer». Joan Manuel Tresserras prosigue con su planteamiento y afirma que «si se puede decir que han participado 3 millones de personas sería imparable».
Tresserras insiste en que tras la votación se tienen que decir «cosas de este tipo». La Generalitat anunció después del referéndum ilegal que habían votado 2.286.217 personas (el 43,03 por ciento del censo), pero alegó que no se habían podido abrir 400 escuelas, con un censo de 770.000 personas. La suma de ambas cifras supera por poco precisamente los 3 millones que preveían los promotores del 1-O.
Acto seguido, Francesc Sutrias –que depende de Josep María Jové, el secretario de la vicepresidencia que tenía en su casa la hoja de ruta para lograr la independencia– le dice a su interlocutor que «convocar elecciones sería un error» y Joan Manel le responde que «de entrada sí, pero a la larga se tendrán que convocar».
En opinión de Sutrias, «se abriría otro frente de desestabilización interna que solamente favorecería al Estado». Cree que si se presentan a esos comicios con un «programa determinado son capaces [el Gobierno] de aplicar el 155 de una manera abierta y suspender las elecciones». Por eso dice que él «mantendría la estabilidad del Gobierno hasta tener claro qué hacer», porque no cree que el día 2, «pase lo que pase, apliquen el 155 contra la Generalitat». Sutrias concluye diciendo que si el referéndum tiene una «magnitud mínima habrán perdido evidentemente». Por su parte, Joan Manuel Tresserras asegura que «ve a la gente súper motivada, también derrotistas, pero muchos más los que están motivados».
Este pinchazo forma parte del atestado entregado hace una semana a la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela, que investiga supuestos delitos de sedición el día de la consulta y en las jornadas anteriores.
Durante su intervención en el Congreso el pasado miércoles, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puso el acento en el hecho de que la Generalitat tenía «escritos los resultados [de la consulta del 1-O]de antemano».
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