Extrema izquierda
La guarida donde «Rodri» aprendía a pelear
El autor de la muerte de Laínez acudía a una casa «okupa» donde se les entrena con técnicas de las Fuerzas de Seguridad israelíes para «eliminar fachas»
El autor de la muerte de Laínez acudía a una casa «okupa» donde se les entrena con técnicas de las Fuerzas de Seguridad israelíes para «eliminar fachas».
Parece irónico, pero es real. «Rodri», que pasó cinco años encerrado por dejar tetrapléjico a un guardia urbano, pasó mucho tiempo entre los muros de lo que fuera la antigua cárcel de Torrero, en Zaragoza, convertida en un centro social okupado (C.S.O.) en honor a Enrique Mur Zubillaga, un preso «insumiso» que murió en esa cárcel en el 97 en polémicas circunstancias.
La vieja casona, situada muy cerca del tanatorio donde el pasado miércoles y jueves se veló el cuerpo de Victor Laínez (55 años), es uno de los referentes del movimiento «okupa» en toda España y uno de los sitios por donde se movía Rodrigo Lanza,conocido en estos círculos como «Rodri» o «Lanzas». Organizan talleres, charlas, comidas populares veganas y también talleres de defensa personal que «camuflan», según fuentes policiales, como talleres de «autodefensa femenina». Los cursos son un motivo de preocupación para los investigadores destinados a seguir los movimientos antisistema, anarquistas, etcétera, ya que pretenden ser «escuelas para eliminar nazis y fachas». No son «pacíficos» centros de autodefensa, sino de ataque, en los que se aprenden técnicas como la del «kravmaga», sistema oficial de lucha y defensa personal usado por las Fuerzas de Defensa y Seguridad israelíes. Es una forma de combate cuerpo a cuerpo que incluye métodos de defensa contra uno o varios atacantes. Se practica con armas improvisadas o sin ellas, e incluye todo tipo de golpes, patadas, presas, uso de porras, palos, bates de béisbol, botellas y piedras. En los cursillos también se aprenden técnicas deportivas, full contact y boxeo. El golpe que recibió la víctima podría corresponder a la técnica del «kravmaga», pero aún no hay pruebas concluyentes. Por lo que respecta a los cursillos de autodefensa femenina que se imparten en el CSO de Zaragoza, el domingo 17 había uno a las 17:30 horas y otro el próximo día 24, según explican algunos okupas de Zaragoza.
«Está enfocado a mujeres pero va el que quiera, no somos excluyentes porque ésta es una okupa antiautoritaria», argumenta una joven asidua. «Aprendes a defenderte de ataques, ya sean de hombres que vayan a agredirte sexualmente o de policías, de nazis... Lo importante es bloquearlos sin dejar huella», prosigue esta mujer de poco más de 20 años en uno de los locales cercanos al Birosta, restaurante vegano donde llevaba trabajando Rodri año y medio. Parece que no aplicó eso de «sólo bloquear» al «enemigo» el 8 de diciembre en El Tocadiscos. Las lesiones fueron mortales de necesidad, según el informe preliminar de la autopsia, al que ha accedido este diario, del Instituto de Medicina Legal de Aragón y firmado por el médico forense José Manuel Arredondo: «Traumatismo en la parte posterior del cráneo con fractura ósea y zonas de hemorragia y afectación del tejido cerebral como lesión principal y de la muerte». Esto se correspondería, según la investigación, con el golpe por detrás que le propinó Lanza a su víctima, lo que puede transformar el homicidio en un gesto alevoso y pasar a ser un asesinato, según el abogado de la acusación, Juan Carlos Macarrón. Pero los investigadores no han logrado dar con el objeto homicida y podría tratarse de un mosquetón o un puño americano aunque también se habló del hierro del sillín de una bici.
La autopsia también revela un «traumatismo facial intenso que afectaba a los huesos propios de la nariz y estructuras adyacentes que indicaría intensidad traumática». Este segundo gran golpe, con Laínez ya en el suelo, podría ser ensañamiento, así como el resto de las lesiones resultado del estudio de su cadáver, como «dos zonas de contusión a nivel abdominal». También tenía costillas rotas pero, según el forense, se corresponderían con las maniobras de reanimación cardiopulmonar que le practicaron los médicos. La autopsia destaca que no tenía lesiones traumáticas en las extremidades superiores «que hubieran podido significar la existencia de defensa o de lucha por parte de la víctima». Es decir, no se defendió porque, según el informe, el primer golpe le habría dejado inconsciente. Su abogado cree que el resto de lesiones pueden ser consideradas ensañamiento. «La autopsia es concluyente», sostiene.
Las versiones varían, pero esta vez no entre las dos partes. La víctima iba sola, por lo que ningún amigo pudo ofrecer a la Policía una versión interesada. En este caso, cuya investigación lleva la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, existe la versión del agresor y la de los testigos, incluidos los amigos de Lanza. La única distinta es la de Rodri. Cuando pasó a disposición judicial el pasado jueves, Lanza, que sólo quiso contestar a las preguntas de su letrada y de la jueza, explicó que aquella noche se encontró por casualidad con un colega que iba acompañado de otras dos chicas, y entraron a tomar una copa al bar El Tocadiscos. Allí, sentado, se encontraba Victor Laínez y,según el encausado, le hizo un gesto con la mano para que se acercase. Según su versión, Laínez le preguntó de dónde era y él le respondió que de Chile. Entonces Laínez le dijo «sudaca de mierda, vete a tu país». Llama la atención que esta supuesta agresión verbal fuera la misma que le propinaron los agentes que le detuvieron tras los disturbios de Barcelona por los que estuvo preso, según él mismo explica en numerosas entrevistas colgadas en YouTube. Rodri explicó en sede judicial que se dio la vuelta y regresó con sus colegas. Al abandonar el local su amigo le avisó de que Laínez se dirigía hacia él con una navaja. Asegura que se dio la vuelta y le propinó una patada, pero como el hombre no cejaba le golpeó con el puño y abandonaron el bar. Es decir, en defensa propia.
En El Tocadiscos, aquella noche solo había un grupo de cinco amigos que no conocían a ninguno de los dos implicados, Rodri con sus tres amigos,la víctima y el camarero. Esta gente explicó que fue Rodri quien se acercó a Víctor. Ellos ya se conocían del barrio, de vista, porque eran muy conocidos por sus ideas políticas antagónicas. Dicen que Laínez era conocido entre los anarquistas de Zaragoza por militar en Falange y porque era menudero de cocaína. Por su parte, Rodri era el «héroe» antifascista que había sido víctima de un montaje policial. Según fuentes de la investigación, Rodri le dijo algo así como «¿qué haces en este barrio, facha, si sabes que no puedes estar?». La víctima, como ya publicó este diario, le contestó que aquel también era su barrio. El grupo «antifascista» salió del bar y Víctor también. Entró poco después, «tranquilo», una actitud que según su letrado se contradice con la versión de la navaja. A los pocos segundos, entró Rodri y le propinó el golpe que le provocaría la muerte, además de los otros cuando Laínez ya estaba en el suelo. La versión de Lanza no convenció a la juez y, unida al atestado policial y el informe de la autopsia, dictó para él un auto de prisión provisional sin fianza por un delito de asesinato. El agravante del odio se verá cuando se juzgue el caso. Rodri ya lleva tres días durmiendo en la cárcel de Zuera, que conoce porque cumplió el último tramo de su condena por el ataque al guardia urbano.
✕
Accede a tu cuenta para comentar