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La Internacional Anarquista se reunió en enero en Madrid

Fotografía facilitada por la Policía Nacional que ha detenido a dos chilenos, un hombre y una mujer, como presuntos autores de la colocación de un artefacto que estalló en la Basílica del Pilar
Fotografía facilitada por la Policía Nacional que ha detenido a dos chilenos, un hombre y una mujer, como presuntos autores de la colocación de un artefacto que estalló en la Basílica del Pilarlarazon

Agentes de la Comisaría General de Información del Cuerpo Nacional de Policía detuvieron, en la madrugada de ayer, en Barcelona, a los presuntos autores de la colocación de la bomba que hizo explosión, el pasado 2 de octubre, en la nave central de la Basílica del Pilar de Zaragoza y que causó un herido e importantes daños así como una gran alarma social.

Pertenecen a un grupo anarquista con conexiones internacionales. Este tipo de terrorismo ha crecido en los últimos años y constituye una de las «amenazas de futuro» más importantes para Europa, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

De hecho, el pasado mes de enero, los servicios de información detectaron la celebración en Madrid, en un local «okupado», que denominan «La Prospe», de una reunión de lo que se puede considerar la Internacional Anarquista del terror, en la que, según las citadas fuentes, se decidió «pasar a la acción» en los países con bajo nivel de amenaza, España y otros, e incrementarla en aquellas naciones, como Italia y Grecia, donde estos movimientos cuentan ya con infraestructuras delictivas de un cierto nivel.

En total, la Policía detuvo en la Ciudad Condal a cinco individuos: Mónica Andrea Caballero Sepúlveda, nacida el 18 de junio de 1988 en Santiago (Chile); Francisco Javier Solar Domínguez, nacido el 4 de julio de 1979 en Santiago (Chile); Valeria Giacomoni, nacida el 30 de abril de 1979 en Trento (Italia); Rocío Yune Mira Pérez, nacida el 21 de enero de 1982 en Santiago de Chile; y Gerardo Damián Formoso, nacido el 24 de junio de 1980, en Buenos Aires (Argentina).

Los agentes españoles han trabajado conjuntamente con la Policía de Investigaciones de la Jefatura Nacional de Inteligencia Policial de Chile, ya que esta unidad fue la que investigó el llamado «caso Bombas», cuyos imputados, entre los que se encontraban Solar y Caballero, resultaron absueltos por errores procedimentales. Fueron enjuiciadas un total de 12 personas a las que se imputaba la colocación de una treintena de artefactos explosivos entre 2006 y 2009.

La Fiscalía chilena imputó a Solar los delitos de la manipulación de artefactos explosivos e incendiarios, así como la fabricación y posterior colocación de los mismos.

En el registro de su domicilio, en diciembre de 2009, se le intervinieron prendas de vestir con restos de material explosivo tipo, TNT y RDX, además de objetos que sirven habitualmente para la confección de bombas, documentación y material informático referido a los planes criminales del grupo al que pertenecía.

A Mónica Caballero, la Fiscalía le imputó los delitos de asociación ilícita de carácter terrorista en calidad de integrante, y otro por la colocación de un artefacto explosivo en la Iglesia de los Sacramentos de Santiago de Chile, el 21 de noviembre de 2009.

Ambos, tras ser absueltos, se trasladaron a España y fijaron su residencia en Barcelona.

Según las fuentes consultadas, Solar y Caballero son los autores materiales de la colocación de la bomba en la Basílica del Pilar días antes de que se celebrase un funeral de un miembro del PP.

Se trasladaron desde Barcelona en transporte público. Llevaban el artefacto en una bolsa de plástico, con lo que ello suponía de peligro para las personas que viajaban con ellos, a la capital maña y, ya en el templo, activaron el mecanismo de relojería para que se produjera la deflagración. Esta acción criminal guarda muchas similitudes, incluida la reivindicación de la autoría por el autodenominado «comando insurreccionalista Mateo Morral», con la perpetrada el pasado 7 de febrero en la Catedral de la Almudena.

Los investigadores confían en poder determinar si, como sospechan, los miembros de la célula desarticulada son los autores del atentado en la Catedral de Madrid, y otros que han sido perpetrados en los últimos años en España.