El desafío independentista
La macrocausa al «procés» en el TS da aire a Trapero
La investigación en el Supremo agilizará la causa al ex mayor de los Mossos en la Audiencia.
La investigación en el Supremo agilizará la causa al ex mayor de los Mossos en la Audiencia.
La acumulación en el Tribunal Supremo (TS) de la investigación por rebelión al ex Govern y a la Mesa del Parlament –que se hará efectiva en los próximos días– tiene un indudable beneficiado: Josep Lluís Trapero. El que fuera mayor de los Mossos d´Esquadra y su ex intendente Teresa Laplana no seguirán el mismo camino que Puigdemont y los ex consellers y los líderes soberanistas Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, «los Jordis», cuya causa asumirá el magistrado Pablo Llarena. Trapero seguirá siendo investigado por sedición por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela lo que, según apuntan fuentes jurídicas, acortará sensiblemente el plazo de la instrucción, ahora centrada exclusivamente en el papel de la Policía autonómica en el proceso independentista y en el referéndum ilegal del 1-O. Según esas mismas fuentes, el hecho de que la Audiencia vaya a aligerar notablemente el alcance de la investigación, al dejar en manos del TS todo lo que atañe a Puigdemont, sus 13 ex consellers y «los Jordis» (estos dos últimos imputados por sedición), beneficiará a Trapero, que si finalmente fuese juzgado por estos hechos «puede ir a juicio en un plazo de seis meses», mucho mayor al que le esperaría en la «macrocausa» del Tribunal Supremo. Lamela ya ha acreditado sobradamente su capacidad para instruir los asuntos con celeridad (sin ir más lejos, con la investigación de las agresiones a dos guardias civiles en Alsasua, que ya está pendiente de juicio).
Asimismo, añaden las fuentes consultadas, el relato de los hechos efectuado por el juez Llarena en el reciente auto en el que acuerda asumir la investigación al ex Govern y «los Jordis» sitúa la actuación de Trapero en un escalón inferior de responsabilidad respecto al Ejecutivo de Puigdemont, Carme Forcadell y los antiguos miembros de la Mesa del Parlament y «los Jordis». El magistrado subrayaba que tanto el ex jefe de los Mossos como su intendente «se encontraban subordinados» al entonces consejero de Interior del Ejecutivo de Puigdemont.
Eso no significa, en modo alguno, que el horizonte procesal de Trapero se haya despejado. La propia Lamela hace hincapié, en el informe remitido a Llarena, en la «especial relevancia» del papel desempeñado por los Mossos en la estrategia soberanista por su «capacidad investigadora e intimidatoria al servicio de la organización y de los fines independentistas». De hecho, les achaca que se mantuviesen «al margen» del despliegue policial y que llegasen a alertar a las personas congregadas el 1-O en los pseudocolegios electorales de la llegada de los agentes de Policía y Guardia Civil encargados de impedir la votación ilegal.
La investigación a Trapero avanza a buen ritmo (el pasado día 17 el actual mayor de los Mossos, Ferran López, declaró como testigo en este procedimiento a petición, precisamente, de su antecesor) y Lamela está a la espera de recibir varios informes policiales para esclarecer la responsabilidad de Trapero en la pasividad de los Mossos. Entre ellos, uno que detallará las órdenes dadas el 1-O por la prefectura y los mandos de la Policía autonómica a los agentes.
Esa celeridad en la instrucción puede verse entorpecida, no obstante, si como prevé la Fiscalía se acabe investigando a cargos intermedios de la Generalitat no aforados por colaborar en la elaboración de las leyes soberanistas. En todo caso, si estos hechos se instruyesen en una pieza separada el procedimiento del ex jefe de los Mossos no se vería afectado finalmente.
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