Navarra

La novia del teniente agredido deja Alsasua por la presión proetarra

El coche de un guardia ha aparecido con pintadas y a otro no lo admitieron en un restaurante

La Guardia Civil vigila las calles la noche siguiente a la agresión en el bar de Alsasua, que aparece al fondo
La Guardia Civil vigila las calles la noche siguiente a la agresión en el bar de Alsasua, que aparece al fondolarazon

El coche de un guardia ha aparecido con pintadas y a otro no lo admitieron en un restaurante

María José, la novia del teniente de la Guardia Civil de Alsasua, que fue una de las agredidas, junto al oficial, el sargento y su esposa, por un grupo de 40 individuos, ha abandonado la localidad navarra para alejarse de la presión que sufría por parte del entorno proetarra y por el impacto emocional que supusieron las agresiones sufridas.

Según han informado a LA RAZÓN fuentes que siguen de cerca este asunto, la joven, que tiene 19 años, se encuentra desde hace días en otro lugar de España como paso intermedio para fijar temporalmente su residencia en una ciudad en la que proseguirá sus estudios.

María José, de origen ecuatoriano (vino a España con sus padres cuando tenía tres años), está en todo momento pendiente de su novio, con el que procura estar el mayor tiempo posible.

Su comportamiento durante el intento de linchamiento fue de una gran valentía, trató de repeler los ataques que sufría el teniente cuando ya estaba en el suelo al tiempo que le protegía con su propio cuerpo.

De los agredidos,el de peor pronóstico es el teniente que sigue de baja, que «se prolongará durante varios meses dada la gravedad de las lesiones, ya que sufrió fractura de peroné y maleólos», según las fuentes consultadas.

Además, tendrá que pasar de nuevo por el quirófano para una operación de cirugía plástica con el fin de recomponerle los labios que quedaron destrozados a causa de los golpes. Entre los proetarras había varios que son expertos en artes marciales.

El sargento ya tiene el alta para trabajar, pero se le han concedido unos días de vacaciones, tras lo cual se incorporará a su puesto en el acuartelamiento.

La decisión de la novia del teniente de abandonar, al menos temporalmente, Alsasua está justificada por la que está ocurriendo en esta localidad, incluso después de las citadas agresiones a la salida de un bar.

El entorno proetarra sigue con la presión sobre los agentes, sus familiares o cualquier persona que esté relacionada con ellos.

Según ha podido saber este periódico, hace unos días un guardia destinado en el cuartel fue insultado y amenazado en el gimnasio al que acude de forma regular.

Al ir a recoger su automóvil en las proximidades del Centro Integrado Politécnico de Formación Profesional «Sakana», se encontró con varias pintadas en los cristales, como «txakurra» («perro») y «alde hemendik» («fuera de aquí»), así como escupitajos en diversas partes del automóvil.

A otro agente destinado en el cuartel no le quisieron reservar una mesa en un restaurante de la localidad. Ese mismo día, fue insultado por varios individuos en un bar de la localidad navarra.

Las citadas fuentes subrayan que estos nuevos incidentes demuestran que los proetarras no están dispuestos a que se normalice la situación.

Por el contrario, tratan, mediante la imposición del miedo, seguir con su campaña contra la Benemérita y evitar que la población civil se relacione con los miembros de este cuerpo.

Por otra parte, la Guardia Civil elabora el informe sobre lo ocurrido en Alsasua para remitirlo a la Audiencia Nacional, que es la que se ha declarado competente en este caso al considerar que puede tratarse de un acto de terrorismo.

Entre 12 y 14 individuos, vinculados a la organización «Ospa Eguna» («Día de la huida») han sido identificados. Entre ellos hay algún menor de edad y los referidos expertos en artes marciales, así como los elementos más significados de las campañas de «alde hemendik».